HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Campañas




GUERRA CONTRA LA REPÚBLICA FRANCESA (1793 - 1795)

CAMPAÑA DE 1793. FRENTE DEL ROSELLÓN

Invasión y ofensiva española: meses de abril a septiembre

El general Ricardos inició la invasión del Rosellón el 17 de abril de 1793, día del 82 aniversario de la creación del Real Cuerpo de Ingenieros por Felipe V en 1711. Para evitar enfrentarse al fuerte de Bellegarde, que defendía el paso del Coll de Le Perthus en la carretera nacional que une Perpignan con Figueras a la atura de La Junquera, Ricardos decidió atravesar el Coll de Portell, a la izquierda de Le Perthus, con 3.500 soldados e iniciar la invasión por el valle del Tech. A finales de abril había ocupado los pueblos de San Lorenzo de Cerdá, Arlés y Ceret.

Tras el fácil éxito inicial, Ricardos avanzó lentamente hacia la desembocadura del valle del rio Tech en dirección a la capital del Rosellón, para dar tiempo al paso de la artillería por el Coll de Portell y reunir el grueso de su ejército, cifrado en unos 32.000 hombres. Los franceses pretendieron cortarle el paso, pero el general Ricardos les venció en la batalla de Mas Deu el 19 de mayo. En vez de aprovechar el éxito y tratar de ocupar Perpignan, el general Ricardos decidió consolidar su posición. Una semana más tarde, el 23 de mayo, las tropas españolas tomaron las villas de Argeles, Elna y Cornella, situadas en el flanco derecho. De esta manera cortó el camino a Perpignan e impidió cualquier posible socorro que las guarniciones de la costa situadas en Colliure y Port-Vendrés pudieran enviar a la capital.

El general Ricardos empleó el mes de junio en la rendición y toma de los fuertes franceses que guarnecían el valle del Tech y el Col de Le Perthus: Castillo de los Baños el dia 4 de junio, Prats de Molló el dia 6 de junio y el Castillo de Bellegarde el 24 de junio, éste último tras un asedio de 11 días. A continuación se preparó para el ataque a Colliure y Port-Vendrés con el fin de asegurarse el flanco derecho; pero el intento fracasó el dia 30 de junio en el combate de Puig Oriol.

Consolidada la presencia española tras los Pirineos y sin enemigos en la espalda, el general Ricardos avanzó hacia la capital. El 17 de julio se dió la batalla de Perpignan, a resultas de la cual el ejército español no consiguió rebasar el campo atrincherado de la Unión, situado justo delante de la capital.

Tras su retirada frente a Perpignan, el general Ricardos decidió cambiar de táctica. Atrincheró parte de sus fuerzas en Ponteillac, al norte de la Península del Rear, para fijar las tropas francesas del atrincherado de La Unión, que estaba a unos cinco kilómetros, e inició un movimiento envolvente por la izquierda para cruzar el río Tet, torcer hacia el este y envolver la capital por el norte para cortar sus comunicaciones con los montes Corbieres y Narbona.

En su avance hacia el rio Tet ocupó los castillos de Millas el 1 de agosto y de Villafranca tres dias despues, este último para evitar ataques por retaguardia desde la Cerdaña francesa. Los franceses establecieron el dia 5 de agosto un campo atrincherado en Cornelia, una aldea situada a media legua de Millas, como punto central de la defensa del rio Tet. No obstante, los españoles tomaron Mosset el 17 de agosto y San Feliú el 25 de agosto, cruzaron el rio el día 29 de agosto y ese mismo día tomaron el campo atrincherado de Cornellá. Tras la victoria el general Ricardos no lanzó su caballería a explotar el éxito hacia el norte de la capital para cortar sus comunicaciones e iniciar el cerco, sino que se atrincheró en Pecilla el dia 31 de agosto, a dos kilómetros del campo francés recién tomado.

Antes de iniciar el cerco de Perpignan por el norte, el general Ricardos hizo un reconocimiento ofensivo sobre el campo atrincherado de La Unión, atacando el 3 de septiembre las baterías de Orlés y Cabestany, situadas a ambos extremos del campo y distantes entre sí unos seis kilómetros. Los ataques españoles produjeron el pánico en Perpignan y la retirada del general en jefe francés, Puget de Barbantane, con su jefe de Estado Mayor, general Giacomoni, y 4000 soldados hacia la ciudad de Salcés, situada muy norte del Rosellón.

En este clima de desolación, la moral de los franceses se elevó al tener noticias de las victorias del general Dagobert en el combate del Coll de la Perche y en el combate de Olette, de tal manera que el general Ricardos se vió obligado a enviar tropas de refuerzo a Villafranca el 4 de septiembre. Los franceses aprovecharon este periodo de inactividad española para acabar las defensas del norte de la capital, situadas en un llano denominado "Llano de Vernet".

El general Ricardos continuó las operaciones de cerco de la capital. El dia 8 de septiembre los españoles se apoderaron del campo de Rivesaltes, obligando a los franceses retirarse hasta Salces. En este estado de cosas, el Marqués de las Amarillas solicitó el relevo por no estar de acuerdo con las medidas ofensivas que estaba adoptando el general Ricardos. Fue relevado por el Teniente General Courten.

El dia 15 de septiembre la osadía de los franceses les llevó a atacar el campo español de Ponteillac, siendo derrotados tras el intento.

Finalizados los preparativos para el sitio y asalto a Perpignan, el 17 de septiembre el general Ricardos dió la orden de tomar la posición de Vernet. Pero si bien los españoles consiguieron un éxito inicial, fueron finalmente derrotados en la acción de Vernet y obligados a retirarse a su campo de Peyrestortes. Pero los franceses salieron en su persecución y completaron la derrota de los españoles en la batalla de Peyrestortes ese mismo dia.

Reacción francesa: septiembre y octubre

Como consecuencia de las derrotas de Vernet y Peyrestortes, Ricardos ordenó la retirada de todas las tropas españolas y su concentración en el campo atrincherado de Ponteillac. Las tropas derrotadas del general Courten pasaron el puente sobre el rio Tet situado frente a San Feliú el dia 18 sin ser hostilizadas. El mariscal Conde la Unión lo pasó al dia siguiente procedente de la Cerdaña francesa con todas las tropas útiles, tras haber abandonado el castillo de Villafranca y reunido los heridos y enfermos dispersos. Tras su paso, quemó el puente y los franceses que le hostilizaban no se atrevieron a cruzar el rio. El 20 de septiembre llegó al campo de Ponteillac, con lo que todo el ejército español que había iniciado la operación envolvente de Perpignan dos meses antes estaba reunido de nuevo en el punto de origen.

Las victorias francesas del 17 de septiembre fueron seguidas entre los días 18 y 25 de septiembre por la invasión del Corregimiento del Talarn por las tropas francesas que habían invadido el Valle de Arán en el mes de mayo, con lo que los refuerzos que esperaba el general Ricardos fueron desviados para enfrentarse a esta pequeña invasión.

Como era de esperar, los franceses, animados por sus victorias sobre los españoles y al mando del enérgico general Dagobert, atacaron el campo español de Ponteillac el 22 de septiembre. Pero los franceses fueron derrotados en la batalla de Trouillas, en la que el general Ricardos obtuvo una brillante victoria.

A pesar de su derrota, el general Dagobert ordenó el despliegue de sus 12.000 hombres frente a los españoles en las alturas de Corbère, y la noche del 24 al 25 lanzó un golpe de mano sobre Thuir con intención de atacar la izquierda española y sorprender su retaguardia. Los franceses fueron descubiertos y su ataque neutralizado.

El 26 de septiembre el general Ricardos celebró un Consejo de Generales a resultas del cual ordenó la retirada y concentración de todo el ejército español de invasión en el campo atrincherado de Boulou, situado en la confluencia de las carreteras del valle del Tech y de la de La Junquera. El 1 de octubre llegaron a Boulou las unidades procedentes del campo de Ponteillac. Al día siguiente lo hicieron las que efectuaron la retirada de Argeles. A continuación el general Ricardos envió un parte al ministro Godoy.

El 2 de octubre, el nuevo general en jefe francés, se presentó con el ejército republicano en Banyuls-les-Aspres, situado a cuatro kilómetros de los españoles. Desde esta posición inició un asedio al campo atrincherado de Boulou, en el que los franceses realizaron tres ataques generales y once particulares hasta el dia 15 de octubre, siendo todos ellos rechazados por los españoles ocasionando un gran número de bajas a los franceses.

El 23 de octubre los franceses celebraron un consejo de guerra. En él se reconoce el fracaso del ataque al campo español y se decide adoptar otra táctica: atacar la plaza española de Rosas y hacer un golpe de diversión sobre Ceret.

La expedición contra Rosas se inició el 25 de octubre. Tres columnas al mando del general Delattre y el representante del pueblo Fabré pasaron la frontera por los colls de Fourcade, Banyuls y Belistre con intención de caer sobre Espollá e iniciar la invasión del Ampurdán. Pero las tropas francesas fueron derrotadas el 30 de septiembre en el combate de Espolla. Los franceses repasaron la frontera, pero quedaron en posesión del Coll de Banyuls.

Entretanto, la operación de diversión de Dagobert se inició el 28 de octubre. Partiendo desde Thuir por caminos de montaña se presentó el 31 ante las posiciones españolas; pero sus tropas fracasaron en sus ataques a Ceret, si bien el dia 2 de noviembre tomó la villa de Arlés. Las acciones del general Dagobert fueron influctuosas. Fracasada la invasión del Ampurdán, no tenía objeto proseguir su operación de diversión con tan pocas fuerzas, por lo que el 8 de noviembre regresó a Perpignan.

El 12 de noviembre los franceses celebraron un segundo consejo de guerra. En él se presenta un plan para realizar una segunda expedición a Rosas. Esta descabellada idea no se llevó finalmente a la práctica. Mientras tanto, la desorganización y la anarquía cundía en el ejército francés despues de los fracasados ataques al campo español de Boulou y las constantes marchas, contramarchas y continuos trabajos a los que se vió sometido desde primeros del mes pasado.

Contraofensiva española: noviembre y diciembre

A mediados de noviembre la situación del ejército español de invasión era muy precaria. Asentado en la línea del rio Tech, no tenía ningún punto fuerte donde apoyarse. El flanco izquierdo estaba amenazado por la guarnición francesa de Saint-Ferreol, situada tres kilómetros al norte de Ceret; el centro español estaba amenzado por la plaza francesa de Villalongue; y la derecha se enfrentaba a la constante amenaza de las plazas francesas de la costa y la ameneza de invadir el Ampurdán de nuevo a través del Coll de Banyuls.

Por todo ello, el general Ricardos diseñó un plan de ataque general a la línea francesa: por la derecha, el Conde de la Unión, reforzado con la División Portuguesa recién llegada el 4 de noviembre, liberaría de enemigos el alto valle del Tech; por la derecha, un ataque combinado con las fuerzas españolas desplegadas en Espollá a las órdenes de D. Ildefonso Arias y D. Francisco Solano y las desplegadas en Montesquiou a las órdenes del general Courten desalojarían a los franceses del Coll de Banyuls; por su parte, el propio Ricardos atacaría el centro del dispositivo francés desde Boulou.

Las operaciones del Conde de la Unión fueron un completo éxito: el 3 de noviembre consiguió que los franceses abandonasen Arlés y se refugiasen en Saint-Ferreol; el 5 de noviembre socorrió el Fuerte de los Baños; el 13 de noviembre desolojó a los franceses de las alturas de Palalda y Mont-Boulou; y el dia 20 de noviembre los desalojó de Saint-Marsal; y el dia 26 de noviembre finalizó con la toma de la ermita de Saint-Ferreol. De esta forma, el Conde de la Unión dejó expedito el camino entre Ceret y el Castillo de los Baños.

Mientras tanto, los franceses permanecieron inactivos, sin atacar decididamente el precario dispositivo español. Tan solo realizaron un tímido ataque: el dia 21 los franceses atacaron la ermita de San Sebastián, situada entre Ceret y Boulou, pero fueron rechazados.

Tras la fuerte tormenta que asoló aquellas tierras durante seis infernales dias, el general Ricardos reanudó su ofensiva. El 4 de diciembre ordenó el ataque a la posición de la ermita de Saint-Luc, guarnecida por los franceses retirados de Saint-Ferreol. Desde allí amenazaban el campo de Boulou desde las alturas. El Conde de la Unión dirigió el ataque y fracasó en el denominado combate del Llauro. No obstante este fracaso, el general Ricardos ordenó al general Courten que atacase desde su posición de Montesquieu. Tras dos dias de confusión y malos entendimientos en la transmisión de las órdenes, el general Curten conquistó la plaza de Villalongue el 7 de diciembre, extendiendo la ocupación hasta las villas de Saint-Genis y Laroque.

Consolidados la izquierda y el centro español, el general Ricardos se dispuso a atacar las plazas francesas de la costa y el paso de Coll de Banyuls. Iniciadas las operaciones el 8 de diciembre, el Coll de Banyuls fue finalmente tomado al asalto por el general Curten, seguida por la toma del pueblo de Banyuls-sur-Mer esa misma tarde.

Tras la victoria del Coll de Banyuls, los españoles tomaron de nuevo la villa de Argeles el 17 de diciembre. Dos dias más tarde, el 19, los franceses intentonn un contraataque contra Villalongue, llegando a conquistar una batería y a hacer numerosas bajas entre los españoles; pero los franceses se vieron obligados a retirarse tras la inminencia del contraataque español.

Mientras tanto, el general Ricardos se mostraba impaciente en ver finalizada la consolidación de la derecha de su ejército. A este fin, el general De la Cuesta tomó el 20 de diciembre el campo de la Justicia, fortificado en la zona de Puig Oriol por los franceses, el fuerte de San Telmo y el de Port-Vendrés, y la importante plaza de Colliure.

Finalizadas todas las acciones anteriores, el general Ricardos ordenó la última acción de la campaña: el ataque al campo francés situado frente a Boulou. El ataque fue un éxito, obligando a todo el ejército francés a huir precipitadamente y encerrarse en Perpignan.

Entre los dias 22 y 31 de diciembre el general Ricardos recorrió todas las posiciones españolas, dando instrucciones y órdenes concretas para su fortificación y acantonamiento y cuidado de las tropas. Visto algo quebrantada su salud por su edad, las fatigas de la campaña y la responsabilidad del mando, entregó el mando interinamente al Marques de las Amarillas, estableció cuatro correos semanales entre el Cuartel General en Colliure y él, y partió el 18 de enero de Ceret rumbo a Barcelona.

Fue convocado a Madrid junto con los generales en jefe de los frentes vasco-navarro y aragonés para despachar con el rey Carlos IV y el ministro Godoy en un Consejo de Guerra los acontecimientos de la campaña finalizada e iniciar las provisiones para la siguiente. Pero el general Ricardos murió inesperadamente en Madrid el 2 de marzo de 1794.





FUENTES: