HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Campañas




GUERRA CONTRA LA REPÚBLICA FRANCESA (1793 - 1795)

Rendición del Castillo de los Baños (4 de junio de 1793)

El Castillo de los Baños se construyó para cortar el avance de los españoles por el valle del rio Tech. Según el general Dagobert, su principal valor táctico era el de apoyar el ala derecha de un ejército francés que operase defensivamente en las montañas de los Aspres.

El fuerte era un pequeño cuadrilátero con bastiones o baluartes, asentado sobre la cima del Montalba, a unos 120 metros por encima del camino que cruza paralelo al valle. Si bien dominada el camino del valle, las alturas de sus alrededores le dominaban a él por completo, por lo que era fácil batir sus flancos y retaguardia. No obstante estas desventajas, el castillo realizó un provechoso papel defensivo con ocasión de la invasión española de 1674.

En mayo de 1793 el castillo estaba al mando del capitán Michel Daudies, oficial valiente y de carácter firme. Según informes de dos soldados que desertaron del castillo el 4 de mayo, la guarnición del castillo en el momento de la invasión española del Rosellón era de unos 350 soldados, de los que dos compañías lo eran de los regimientos de infantería de línea de Champagne y de Vermardois, y el resto de los batallones nacionales de Nantes y de los Altos Pirineos; que el castillo tenía un cañón de a dieciseis y ocho de a doce, con munición para dos meses y víveres para quince días.

Desde el comienzo de la invasión los españoles se contentaron con impedir la llegada de convoyes de abastecimiento y con someterle a vigilancia en desde las alturas de Montalba y Montboulou. El 1 de mayo los españoles ocuparon Palauda y tendieron un puente sobre el rio Tech. Desde ese instante el Castillo de los Baños quedó bloqueado, sin posibilidad de avituallamiento y socorro.

El capitán Daudiès recibió cuatro propuestas de rendición, todas ellas rechazadas. La quinta propuesta le llegó al capitán tras la derrota en el Pla de Guillén de un convoy de socorro procedente de Villafranca cruzando las montañas. En ella se ofrecía la rendición con todos los honores de guerra. El capitán Daudiès respondiió que "deseaba merecerlos".

El 29 de mayo un destacamento de 200 fusileros del 1er. Regimiento de Infantería Ligera de Cataluña reforzados con tropa procedente de la guarnición española de Paleldá, se dirigió al pueblo de Baños, situado debajo del castillo, para apoderarse de un abastecimiento de sacos de harina que habían preparado los vecinos. Al amanecer los españoles llegaron a Baños y sorprendieron a una guardia francesa del castillo formada por un sargento, seis soldados y ocho paisanos armados. Los españoles abrieron fuego e hirieron al sargento. Los franceses huyeron, no sin dejar prisioneros a cuatro soldados y un paisano. El cagamento de harina no pudo encontrarse, por lo que el pueblo de Baños fue incendiado. A las 10:00 horas la operación de castigo finalizó y el destacamenbto regresó al campamento.

A primeros de junio los españoles comenzaron la construcción de dos baterías: una de 4 cañones de a cuatro en una altura próxima al castillo por la parte de Arlés, y otra de 4 cañones de a doce y 2 obuses en una altura del lado de Palelda, en el Pla de Moulins, a 600 metros de las murallas del fuerte. Se desconoce porqué se eligió este emplazamiento, situado 90 metros por debajo de la cota de nivel del castillo.

A las doce de la madrugada del 3 de junio una columna de 200 soldados españoles al mando del Ayudante de Campo D. Manuel Moreno ocupó el pueblo de Baños. A las 04:00 las baterías españolas rompieron el fuego para anunciar su presencia a los franceses. Estos contestaron con sus cañones. Suspendido el fuego, el ayudante Moreno se dirigió al castillo para intimar una nueva rendición, y que de no hacerlo la "guarnición sería pasada a cuchillo por haber excedido los límites de una defensa justa". Dió una hora al capitán para contestar.

En el plazo convenido, el capitán Daudiès envió un oficial con los términos de su propuesta de capitulación: la guarnición francesa saldría del castillo con todos los honores militares y libres de irse con sus armas a Perpignan. El general Ricardos aceptó dar los honores de guerra, pero estipuló que la guarnición quedase prisionera de guerra. Añadió que se dispondría de un carro para conducir los heridos y de dos carros cubiertos para el equipaje de los oficiales, y que se llevaría a cabo la entrega del castillo el dia 4 de junio. Llevada la respuesta del general Ricardos al castillo, el capitán Daudiès celebró un consejo de guerra con todos sus oficiales y suboficiales y dos soldados por compañía. Al comprobar el estado de falta de víveres y que los españoles comenzaban la construcción de una tercera batería, se acordó aceptar los términos de la capitulación.

Al amanecer del dia 3 de junio los españoles abrieron fuego de artillería durante dos horas contra el castillo. Al finalizar el fuego, se envió la sexta petición de capitulación al capitán Daudiès en los términos que ya conocía, y éste la aceptó. A las 04:00 horas del dia 4 de junio una compañía de 50 granaderos del Regimiento de Infantería de Granada tomó posesión de la puerta mientras tropas de los regimientos de Granada y Navarra formaron en dos filas a lo largo del camino. A continuación la guarnición del castillo salió a tambor batiente para entregar sus armas a pocos metros de distancia. Los soldados franceses fueron escoltados a Ceret para iniciar su cautiverio como prisioneros. El capitán Daudiès y algunos oficiales fueron a presentarse al general Ricardos, que les invitó a comer.





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