HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Campañas




GUERRA CONTRA LA REPÚBLICA FRANCESA (1793 - 1795)

Batalla de Perpignan (17 de julio de 1793)

Intento fallido del general Ricardos de atacar Perpignan, defendido por el general De Flers

Antecedentes




Antecedentes en el campo español

Una vez tomados todos los fuertes franceses de los Pirineos Orientales, y a pesar del contratiempo que supuso el combate de Puig Oriol para la consolidación de su flanco derecho junto a la costa, el general Ricardos no tenía más opción que avanzar hacia la capital del Rosellón. De esta manera, el mes de julio se inició el avance general del ejército español. El 30 de junio el Conde de la Unión ocupó el pueblo de Thuir y dos días más tarde el Teniente General Curtén hizo lo propio en la llanura de Mas Deu. Solo quedaba el Regimiento de Infantería Suiza de San Gall y algún escuadrón de caballería de guarnición en el campamento de Boulou, el mariscal Crespo al mando de sus tropas en Argelés y las guarniciones de los fuertes recién tomados.

El 1 de julio el general Ricardos trasladó su Cuartel General a Thuir. Ese día los dos ejércitos estuvieron frente a frente, pues los franceses salieron de su campamento atrincherado hacia los españoles; pero se limitaron a observar y regresaron a su base por la noche. El despliegue español permitía al general Ricardos dos opciones: atacar de frente la capital o envolverla atravesando el rio Tet por el oeste y cortando sus comunicaciones por el norte. Ricardos permaneció en la duda durante quince días, si bien en ellos tomó medidas para envolver la capital, como rehusando atacar la ciudad de inmediato.

El 2 de julio el teniente general Cagigal intentó cruzar el rio Tet y tomar Millas, pero fue rechazado por una fuerza francesa desplazada al lugar para defender el puente sobre el río. No obstante, al día siguiente, 3 de julio, el mariscal D. José de Urrutia ocupó los lugares vecinos de Illa, Corveras y otras nueve villas de la zona, juranto todoas ellas fidelidad al Rey Carlos IV, prometiendo seguir la Religión Católica y renovar el antiguo Gobierno que tenían antes de la Revolución.

El 3 de julio el general Ricardos mandó publicar un bando de guerra dirigido al enemigo en vista del acoso que recibían las tropas españolas por fuerzas paisanas y ajenas al ejército regular francés. En él amenazaba con la horca a esos elementos irregulares. A estas amenazas el general De Flers respondió diciendo que "la fuerza general de la República se compone del pueblo entero. Todos los franeses son soldados." Ricardos quedó vivamente impresionado por la respuesta y dejó sin practicar su amenaza, si bien el acoso irregular, calificado como "guerra de moros" por sus subordinados, continuó.

El 5 de julio tropas españolas al mando del mariscal Urrutia avanzaron hasta la zona de Ponteillac, situada a siete kilómetros en línea recta de las murallas de la capital. Para estrechar más el cerco de Perpignan, el 6 de julio el general Ricardos ordenó cortar el suministro de agua hacia los campamentos franceses que defendían Perpignan.





FUENTES: