Fue nombrado por el califa Hixam tras la derrota de Poitiers; según la Crónica de 754, a principios de 734.

Miembro de la tribu quraysí, rico y de familia noble, era un árabe fanático del partido medinés y, por lo tanto, un árabe qaisí.

Tras la batalla de Poitiers, no hizo ninguna expedición contra los francos, quizás por orden expresa del califa. Al año siguiente de la batalla nombró un gobernador subordinado para controlar desde Narbona esa parte de la frontera. Fue nombrado Yusuf ibn Abd al-Rahman al-Fihri, el futuro valí independiente. El nuevo gobernador de Narbona tomó Arlés en 735, Saint-Remy y Avignon, y al parecer despobló y devastó la Provenza durante cuatro años.

En 733 ó 734, aprovechando el desconcierto de Córdoba tras la derrota de Poitiers, hubo un levantamiento vascón en los Pirineos. Abd al-Malik ibn Qatan envió contra ellos la sexta expedición musulmana desde la conquista, pero no pudo sofocarla y tuvo que retirarse a la llanura debido a la resistencia y presión de los cristianos nativos.

Según la Crónica de 754, Abd al-Malik fue depuesto en 737, tras cuatro años de gobierno. Parece ser que sus administradores practicaban la estorsión. Fue encadenado por orden del califa.

Segunda vez, de forma interina (742)

No se saben los detalles de como volvió al poder, aunque se debió a ciencia cierta al levantamiento bereber de Ifriqiya. La Crónica de 754 da dos versiones: que fue nombrado por un Uqba moribundo tras su derrota frente a Tanger; o que volvió "por elección de los árabes". El caso es que fecha su entrada en el poder a principios de 742, tras la derrota y muerte de Kultum y el asedio de Ceuta, donde se refugiaba la vanguardia siria del derrotado ejército árabe al mando de Balch.

Por supuesto, su nombramiento no fue confirmado por el califa, ya que las comunicaciones con Oriente estaban cortadas. Tampoco por el gobernador de Ifriqiya, ya que Kultum había muerto, la ciudad de Qayrawan estaba resistiendo y Hanzala en camino.

Nada más tomar posesión del cargo tuvo que hacer frente a la rebelión bereber de Al-Andalus, originada por contagio del levantamiento en Ifriqiya. Abd al-Malik se vió obligado a pedir el auxilio de ejército sirio sitiado en Ceuta para poder sofocar la rebelión. A su término, los sirios se le enfrentaron, tomaron el poder en Al-Andalus y proclamaron a su jefe Balch como gobernador. Abd al-Malik resultó apresado y finalmente ajusticiado. Sus hijos trataron de vengar a su pade, pero fueron derrotados en la batalla de Aqua Portora.