Derrota de los rebeldes hijos del gobernador Abd al-Malik por el ejército del sirio Balch al norte de Córdoba.

Tras la muerte del gobernador Abd al-Malik a manos de las tropas del sirio Balch, sus hijos Qatán y Umayya reunieron un ejército de baladíes y bereberes en la región de Narbona. El gobernador de la región, Abd al-Rahman ibn Alqama al-Lajmi, iba con ellos. También se encontraba entre sus filas Abd al-Rahman ibn Habid, que acusaba a los sirios de haber provocado la muerte de su padre en la batalla del rio Sebu cerca de Tánger.

En agosto de 742 las fuerzas rebeldes se enfrentaron a los sirios en las cercanías de Córdoba, en un paraje situado al norte de la ciudad y llamado "Aqua Portora". Las tropas de Balch iniciaron el ataque. En los primeros combates el gobernador de Narbona consiguió herir de gravedad a Balch. Al ver caer a su jefe, Al-Husayn ibn al-Dachn al-Uqaili, jefe de las tropas de caballería de la división de Qinnasrina, arremetió sin éxito contra las tropas de Abd al-Rahman ibn Alqama.

Sin embargo, la victoria en la batalla fue para los sirios, que regresaron victoriosos a Córdoba mientras que los rebeldes huyeron en desorden. No obstante, el sirio Balch murió en la capital a los pocos días a causa de las heridas recibidas en la batalla.