Campaña de 767
En el 767, siendo todavía Fruela I rey de los asturianos, el emir organizó una expedición contra los cristianos una vez sofocada la rebelión del yemení Al-Matari. Abd al-Rahman I envió a su liberto Badr al frente de un ejército contra Alava, con resultados victoriosos.
Posiblemente la causa del ataque musulmán fuera la repoblación que Fruela estaba haciendo en tierras de Bardulia y la fundación de San Miguel del Pedroso. Badr exigió a los habitantes de las comarcas que cruzó el pago del tributo, el "jaray", y la entrega de rehenes, que llevaría posteriormente a Córdoba. Esta era la cuarta expedición a tierras astures desde la rebelión de Don Pelayo. Pasarían 15 años antes de volver a ver a los ejércitos musulmanes en los dominios del reino de Asturias.
La causa de esta expedición pudiera estar en la inquietud de los vascones (léase navarros), conocida en Córdoba (no hay que olvidar que el rey Fruela I peleó contra ellos para devolverlos a la unidad), o la fundación del monasterio de San Martín de Pedroso, cerca de Belorado, realizada en 759 por la abadesa Muniabella y que evidenciaba una actividad repobladora y de avance hacia el sur juzgada intolerable por los musulmanes.
Campaña de 783
Al tomar el poder el rey Mauregato, posiblemente de forma cruenta, se produjeron sin duda resistencias en su contra en Asturias. Aprovechando la situación, el gobernador de Toledo, probablemente Suleyman el hijo del emir, realizó en 783 una expedición contra Asturias.
No se sabe por qué paraje atravesó las montañas, aunque posiblemente lo hiciera por Pajares hasta Lugo de Llanera. Cabe sospechar que no obtuvo gran éxito en su campaña, ya que las partidistas fuentes árabes se limitan a señalar que "regresó sano y salvo".
