HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA Batallas y combates |
BATALLA DE AL-MUSARA (14 de mayo de 756)
Victoria de Abd al-Rahman ibn Muawiya sobre Yusuf al-Fihri que le dejó el camino libre para proclamarse emir de Al-Andalus.
En marzo de 756 el pretendiente Abd al-Rahman ibn Muawiya entró en Sevilla con las tropas que reclutó en Elvira (Granada) , Reyyo (Málaga) y Sidonia. Por su parte, el gobernador Yusuf al-Fihri reunía a sus adeptos y se disponía a presentar batalla al recién llegado omeya. Salió de Córdoba hacia Sevilla por la orilla derecha del Guadalquivir, mientras que Abd al-Rahman hacia lo propio hacia Córdoba por la orilla izquierda. Al enterarse y temiendo que se le adelantara, Yusuf al-Fihri resolvió volver a Córdoba para guarnecer la ciudad. Llegó un momento en que los dos ejércitos se alcanzaron, pero ninguno de los dos podía vadear el río debido a la corriente y lo crecido de las aguas. Caminaron juntos en paralelo hasta que las tropas de Yusuf al-Fihri llegaron a un paraje llamado Al-Musara, junto a las puertas de Córdoba. El jueves 13 de mayo Abd al-Rahman, consciente del cansancio de sus tropas y de lo bien alimentadas que estaban las de su contrario, propuso a su gente aceptar la paz o continuar las hostilidades. Los guerreros se inclinaron por lo último. Habiendo observado que las aguas del rio habían bajado, Abd al-Rahman fingió aceptar las proposiciones de Yusuf, el cual le envió ganado y vacas para alimentar a su gente. Pero llegada la noche, el ejército de Abd al-Rahman cruzó el rio sin ser molestado. Al amanecer del viernes 14 de mayo ambas fuerzas se prepararon para entablar la batalla decisiva. El orden de batalla de Abd al-Rahman era el siguiente:
Por su parte, el orden de batalla de Yusuf al-Fihri era el siguiente:
La caballería de Habid ibn Abd al-Malik comenzó la batalla atacando el centro y la derecha de Yusuf al-Fihri, consiguiendo derrotar y poner en fuga los escuadrones de esclavos y bereberes al mando de Jalid Sudi, lo que provocó el descontento entre las filas del ejército del gobernador: al observar su huida, Ubayd Allah ibn Ali desafió a Jalid Sudi a singular combate. Durante la batalla, los yemeníes temieron una huida de Abd al-Rahman en caso de un revés en el combate porque el pretendiente iba montado a caballo. Abd al-Rahman, oidos los rumores, llamó a Abu Sabbah Yahya al-Yashubi y le pidió su mula, lo cual tranquilizó a los ánimos de los yemeníes. Habid ibn Abd al-Malik volvió a cargar contra el centro enemigo, esta vez junto con la caballería siria de Adb al-Rahman ibn Nuain, logrando la muerte de los tres jefes de la infantería enemiga. Los dos últimos eran hijos de Yusuf al-Fihri y Al-Sumayl ibn Hatim respectivamente. Estos, creyendo perdida la batalla, huyeron del campo, dejando tan solo combatiendo al ala izquierda de su ejército, que resistió hasta bien entrado el día y pereciendo Ubayd Allah ibn Ali y los principales caudillos de Qais. Conseguida la victoria, Abd al-Rahman entró en Córdoba y se dirigió al Alcázar, donde expulsó a unos soldados que se le habían adelantado y estaban saqueando el palacio. Los yemeníes, endadados por la prohibición del saqueo, se dirigieron a Abu Sabbah Yahya al-Yashubi, que les propuso matar al pretendiente con objeto de que el poder pasara de nuevo a manos de los kalbies yemeníes. Su propuesta fue rechazada. Tras la batalla de Al-Musara, Adb al-Rahman ibn Muawiya no se proclamó gobernador de Al-Andalus, sino emir independiente del poder califal de Damasco. |