HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
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ABD AL-RAHMAN IBN MUAWIYA AL-DAJIL (756 - 788)

Primer emir independiente de Damasco

Toma del poder

Nada más desembarcar en Almuñecar, Ubayd Allah Abu Uthman y Abd Allah le llevaron a la alquería de Torrox, donde llegaron posteriormente Yusuf ibn Bujt y el resto de los Banu Umayyas:

  • Abu-l-Hachchach, que habitaba en Torrox.

  • Chiddad ibn Amr Al-Madachi, de Reyyo, que después fue su cadí en el ejército.

  • Asim ibn Muslim Al-Thaqifi, a quien nombró visir.

  • Abd Abu Badr ibn Al-Tufail.

Sus partidarios pusieron en fuga una columna enviada en su comtra por el gobernador de Elvira. Las tropas de Yusuf al-Fihri, cansadas de su campaña de Zaragoza y enteradas del desembarco de Abd al-Rahman ibn Muawiya, obligaron al valí a regresar a Córdoba.

Al llegar a la capital, Yusuf al-Fihri le envió una embajada de paz que, además de diversos regalos (un traje, dos mulas, dos caballos, dos esclavos y mil dinares), le ofrecía la mano de su hija y una alta posición en Al-Andalus. La embajada estaba formada por:

  • Ubayd ibn Ali, posiblemente el mismo de la tribu de Qilab que se movilizó en socorro de Al-Sumayl sitiado en Zaragoza.

  • Jalid ibn Zaid, secretario y liberto de Yusuf al-Fihri.

  • Isa ibn Abd al-Rahman al-Umayya, pagador del ejército del gobernador.

Al llegar a Orx, en la qura de Reyyo, Ubayd ibn Alí propuso que tanto él como Jalid ibn Zaid se adelanten a ver a Abd al-Rahman, para evitar que se quedase con los regalos si no aceptaba los términos de la embajada, por lo que Isa se quedó con ellos en Orx.

Una vez en Torrox, Abd al-Rahman entregó la carta de Yusuf al-Fihri a Ubayd Allah Abu Uthman para que la contestase. Jalid ibn Zaid, que era el autor material de la carta, se dirigió con arrogancia hacia Abu Uthman poniendo en duda su capacidad para escribir con tanta elegancia como la suya. Abu Uthman entró en cólera, le arrojó la carta a la cara y le mandó prender. Dejaron en libertad a Ubayd ibn Alí, mientras una treintena de jinetes se dirigió a Orx para apoderarse de los regalos, cosa que hicieron con facilidad, pues Isa huyó abandonándolos al conocer la noticia del incidente. Con el paso de los años, Abd al-Rahman I le afearia a Isa ibn Abd al-Rahman su participación en el bando de Yusuf al-Fihri.

La llegada del invierno impidió la puesta en marcha de los ejércitos de los dos contendientes, pero permitió su refuerzo. Mientras que las tribus qaisíes de Mudhar y Qais se alineaban con Yusuf al-Fihri y éste se movía hacia Elvira, Abd al-Rahman se dispuso a llamar a bereberes, yemeníes y umayyas.

Consciente de la debilidad de sus tropas, formadas tan solo por los yemeníes y umayyas de Elvira, Abd al-Rahman decidió salir hacia las divisiones yemeníes de Emesa, Palestina y el Jordán con objeto de reclutar tropas y coger a Yusuf al-Fihri por la espalda. A tal efecto se dirigió hacia la qura de Reyyo, donde se le unieron todos los yemeníes, los de la tribu de Qudaa y los del Jordán (de estos últimos no todos). Luego se dirigió a Sidonia, donde se le unieron todos los de Palestina, excepto la tribu Qinana, que habían salido al mando de Qinana ibn Qinana en auxilio de Yusuf. Por último, se dirigió a Sevilla, donde se le unieron los de Emesa.

En marzo de 756 entró triunfante en Sevilla, donde recibió el homenaje de la población.

En la alquería de Colomera, distrito de Tocina, qura de Sevilla, tuvo lugar la jura de la bandera de Abd al-Rahman. Este realmente no tenía bandera propia, sino que la poseían cada una de las tres divisiones que le acompañaban. Ante este hecho que provocaba los murmullos de desaprobación de los hombres, un tal Abu Sabbah Yahya al-Yashubi le presentó una lanza y un turbante atado a él, que fue aceptado por bandera.

El 14 de mayo de 756 se enfrentaron ambos ejércitos en la batalla de Al-Musara, en la que Yusuf al-Fihri fue derrotado. Abd al-Rahman avanzó hasta Córdoba, donde entró en el Alcázar. Allí expulsó a unos soldados que se habían adelantado y estaban saqueando el mismo. Los yemeníes, enfadados por la prohibición del saqueo, se reunieron bajo el mando de Abu Sabbah Yahya al-Yashubi, que les propuso matar al pretendiente con objeto que el gobierno pasara de nuevo a manos de los kalbies yemeníes. La propuesta fue rechazada.

Como resultado de su victoria, Abd al-Rahman no se proclamó gobernador sino emir, independiente del califa de Damasco.





FUENTES: