HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Batallas y combates



EXPEDICIÓN A LA COLONIA DEL SACRAMENTO (1776 - 1777)

Conquista definitiva la colonia portuguesa del Sacramento.

Antecedentes (1494 - 1776)
Expedición de Ceballos (1776 - 1777)
Consecuencias (1778 - 1801)





Antecedentes (1494 - 1776)

La rivalidad luso-española por la posesión de las colonias americanas se remonta a las tempranas fechas del descubrimiento de América. Ambas coronas ibéricas creían que las tierras recién descubiertas pertenecían a las Indias Orientales, por lo que Portugal se creía con derechos sobre ellas. La Bula del papa Alejandro VI, expedida en Roma el 3 y 4 de mayo de 1493, confirmó el derecho de los Reyes Católicos sobre todas las tierras halladas o por hallar con los mismos derechos y provilegios que los papas anteriores habían concedido a los reyes de Portugal sobre las tierras de África. Sin embargo, la Bula añadía que ese derecho debía ejercerse a partir de cien leguas al occidente de una línea imaginaria trazada de Polo a Polo que pasase por las islas Azores y Cabo Verde.

Portugal no se quedó satisfecha, por lo que España accedió a firmar el Tratado de Tordesillas el 7 de julio de 1494, mediante el cual la línea divisoria se corría a 370 leguas al oeste de Cabo Verde, con lo que Portugal dió comienzo el establecimiento de la colonia del Brasil. Nunca se fijó sobre el terreno una demarcación de límites en América, por lo que las disputas entre España y Portugal eran contínuas. La unión de ambas coronas entre 1580 y 1640 cesó las disputas temporalmente, si bien Portugal aprovechó para extender sus dominios americanos a costa de tierras españolas.

El Tratado de Lisboa de 13 de febrero de 1668 reconoció la independencia de Portugal, pero no fijó los límites en Brasil, por lo que los lusitanos se extendieron hasta el Río de la Plata. En efecto, en 1680 don Miguel Lobo, gobernador de Río de Janeiro, fundó la colonia del Sacramento en la ribera norte del Río de la Plata. A esta fundación siguió la de Rio Grande de San Pedro en 1737, con lo que la ocupación portuguesa se extendió hacia el sur y hacia el territorio de Misiones, en el Paraguay. Estas fundaciones propiciaron una serie de sangrientas luchas entre españoles y portugueses en las que España desalojaba a Portugal de aquellos territorios, pero que Portugal no tardaba en recuperar por medio de tratados diplomáticos:

  • Desalojados los portugueses de Sacramento en 1680, el Primer Tratado de Lisboa de 17 de mayo de 1681 les devuelve la colonia.

  • El Segundo Tratado de Lisboa de 1 de noviembre de 1701 les ratifica la posesión de Sacramento.

  • El rey Juan II de Portugal tomó partido por el archiduque Carlos como pretendiente al trono de España, por lo que los españoles conquistaron de nuevo la colonia de Sacramento el 14 de marzo de 1705. Finalizada la guerra de Sucesión, España devolvió la colonia a Portugal a consecuencia del Tratado de Utrech de 1713.

  • Fernando VI firmó con Portugal el Tercer Tratado de Lisboa el 13 de enero de 1750, por el que la colonia regresa a España a cambio de siete pueblos jesuítas de las misiones del Paraguay.

  • Carlos III declaró nulo el tratado de 1750 y firmó con Portugal otro tratado en 1761 devolviendo la colonia a Portugal, con el fin de lograr su neutralidad en la inminente guerra con Inglaterra. Pero Portugal se alió con ésta última, por lo que de nuevo los españoles reconquistaron la colonia en un ataque llevado a cabo por el general Pedro de Ceballos, gobernador de Buenos Aires. Firmada la paz en París el 10 de febrero de 1763, España es obligada a devolver la colonia a Portugal.

Tras la situación creada por el Tratado de París no se llegó a la paz, pues los portugueses, crecidos en su audacia, acometieron a partir de 1767 una serie de golpes sistemáticos, expediciones militares y desembarcos de tropas en territorios del Río de la Plata, llgando al extremo de atacar barcos de guerra españoles el 19 de febrero de 1776.


Expedición de Ceballos (1776 - 1777)

Tras el último ataque portugués de febrero de 1776, el rey Carlos III decidió realizar una expedición de castigo y represalia en la colonia del Sacramento. Para ello organizó una columna de 9.000 hombres embarcados en un convoy de 93 buques mercantes y escoltado por seis navíos, siete fragatas y ocho buques menores.

El rey designó como jefe de la expedición al teniente general don Pedro Ceballos Cortés y Calderón, entonces comandante general de Madrid, cuyo nombramiento se expidió el 25 de julio de 1776. El mando de la escuadra de escolta recayó en el teniente general de la Armada don Francisco Everardo Tilly y Paredes, marqués de Casa Tilly, quien recibió su nombramiento en la isla de León el 4 de agosto y comenzó la preparación de la flota de transporte y escuadra de escolta.

Con objeto de que el éxito de la expedición perdurase en el tiempo, el rey Carlos III creó el virreinato del Río de la Plata con las provincias de Buenos Aires, paraguay, Tucumán, Potosí, Santa Cruz de la Sierra y Charcas, y las ciudades de mendoza y San Juan del Pico, segregadas del virreinato del Perú. sí mismo, nombró a Ceballos como primer virrey del Rio de la Plata.

La escuadra de escolta estaba formada por los siguientes buques:

  • los navíos "Monarca", "San José", "Poderoso", "América", "Septentrión", "Princesa". No se sabe a ciencia cierta si el "Princesa" era este buque o el "San Dámaso".

  • las fragatas "Santa Margarita", "Santa Teresa", "Liebre", "Venus", "Santa Clara", "Santa Rosa" y "Júpiter".

  • un chambequín, dos paquebotes, un bergantín, dos bombardas, una saetia armada, una urca y dos brulotes.

Las tropas del ejército estaban formadas por las siguientes unidades:

  • Regimiento de Toledo.
  • Regimiento de Murcia.
  • Regimiento de Hibernia.
  • Regimiento de la Princesa.
  • Regimiento de Córdoba.
  • Regimiento de Galicia.
  • Regimiento de Zamora.
  • Regimiento de Guadalajara.
  • Regimiento de Saboya.
  • Regimiento de Sevilla, al mando de su coronel, don Felipe de los Santos Toro, quien embarcó en el navío mercante "Jasón".
  • Voluntarios de Cataluña.
  • varias compañías de granaderos.

El 1 de noviembre las tropas iniciaron el embarque en Cádiz. El 13 de ese mismo mes la expedición se hizo a la vela.

El 20 de febrero de 1777 la expedición llegó a la isla portuguesa de Santa Catalina, situada en la frontera con las costas de Brasil. Su guarnición se rindió sin resistencia y se capturaron 3.816 prisioneros. Ceballos despachó a los ayudantes de campo Muzquiz, Imperiali y Rodríguez en tres embarcaciones para España con el fin de dar la noticia. Acto seguido se dirigió a la colonia de Sacramento.

Tras desembarcar las tropas, el 24 de mayo la columna de Ceballos acampó frente a San Antonio del Real, consiguiendo que la plaza se entregara el 4 de junio. A continuación marchó hacia Montevideo, y el 28 de agosto se trasladó a Santa Teresa. Allí estaba preparando el ataque a la colonia del Río Grande de San Pedro cuando recibió la orden de suspender las hostilidades.

Durante las operaciones se organizaron cuatro brigadas, al mando de los brigadieres marqués de Casacagigal y Wauhag, mariscal Navia y el coronel de los Santos Toro. Por su comportamiento, fueron propuestos para su ascenso a brigadier don José de Sotomayor, don Benito Panigo, don Vicente Imperiali, don Plácido Grael, don Juan Roca, don Ventura Caro y don Felipe de los Santos Toro.

Mientras tanto, el 23 de febrero de 1777 había muerto el rey José I de Portugal, siendo sucedido por su hija María I, quien era sobrina de Carlos III. Ante los éxitos españoles en Sacramento, la reina María reanudó las relaciones diplomáticas con España, de forma que su nuevo embajador en Madrid, don Francisco Inocencio de Souza Cotinho, negoció con el conde de Floridablanca el Tratado preliminar de límites en la América meridional, conocido como Primer tratado de San Ildefonso y que se firmó en La Granja el 1 de octubre tras el cese de hostilidades del ejército de Ceballos.

En noviembre de 1777 las fragatas "Santa Catalina" y "Nuestra Señora de la Soledad", al mando de D. José Varela Ulloa y D. Ramón Topete respectivamente, salieron de Cádiz y el Ferrol llevando sendos ejemplares del Tratado preliminar y nuevas instrucciones al virrey Ceballos y al marqués de Casa Tilly, entre las que se incluía la orden de regreso del ejército expedicionario. La fragata "Santa Catalina" llegó el 2 de febrero de 1778; la fragata "Nuestra Señora de la Soledad" llegó el 15 de febrero; ambas incluían otras órdenes reservadas y secretas sobre una nueva expedición al golfo de Guinea.


Consecuencias (1778 - 1801)

En virtud del Tratado de San Ildefonso del 1 de octubre de 1777, España recobró la colonia del Sacramento y las misiones jesuítas orientales del Paraguay. A cambio devolvió a Portugal la isla de Santa Catalina y otros territorios menores.

Ante la victoria española sobre los portugueses, España no dudó en ceder a Portugal territorios de la colonia del Rio Grande de San Pedro a cambio de los territorios portugueses en el golfo de Guinea, con intención de eliminar el monopolio de esclavos negros que ejercían ingleses, franceses, holandeses, italianos y portugueses. Por ello, en el Tratado de El Pardo, firmado el 11 de marzo de 1778 para confirmar el tratado preliminar de San Ildefonso, se hacen públicas las claúsulas de cesión a España de las islas de Fernando Poo y Annobón, cuya toma de posesión se encomendó al brigadier don Felipe de los Santos Toro, VII conde de Argelejo.

La expedición del VII conde de Argelejo supuso el origen de la presencia de España en la colonia de Guinea Ecuatorial.

Por su parte, el nuevo virrey del Río de la Plata, don Juan José de Vértiz, propuso al rey la realización de una serie de reconocimientos para trazar la línea divisoria entre los dominios españoles y portugueses en América meridional, con objeto de dar cumplimiento al Tratado de El Pardo. Carlos III aprobó la propuesta el 12 de enero de 1779, pero los trabajos no comenzaron hasta el 10 de enero de 1784. Se han encontrado los diarios de los trabajos de campo dia a dias hasta enero de 1790, han servido para dilucidar cuestiones de límites entre las nuevas naciones americanas y el Brasil nacidas tras la independencia americana.

La Guerra de las Naranjas, propiciada por Godoy en 1801, dió al traste con la política de aproximación a Portugal, quien se había mantenido fial al Tratado de El Pardo y permaneció neutral en la guerra entre España e Inglaterra de 1779.







FUENTES: