HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Tratados de paz y alianza




EXPEDICIÓN A LA COLONIA DEL SACRAMENTO (1776 - 1777)



TRATADO DE EL PARDO (11 de marzo de 1778)

Tratado de amistad, comercio, neutralidad y garantía recíproca firmado entre España y Portugal por la que ésta cede a España las islas de Fernando Poo y Annabón.

Los antecedentes al Tratado de El Pardo se encuentran en el Primer tratado de San Ildefonso, que era un tratado preliminar entre España y Portugal que preveía la firma de otro posterior de alianza y comercio. Éste fue negociado por el ministro de Estado, conde de Floridablanca.

El Tratado de El Pardo consta de 19 artículos y agota todas las expresiones de amistad entre los dos pueblos peninsulares y no hace sino confirmar y revalidar el tratado de límites preliminar de san Ildefonso, insertando en forma pública las cláusulas secretas de cesión a España de las islas de Fernando Poo y Annabón.

Los tres artículos secretos del Tratado de San Ildefonso se hacen públicos en los artículos 13 (refundición de 1 y 2 secretos de San Ildefonso)) y 14 (transcripción del artículo 3 secreto de San Ildefonso) del nuevo tratado:

    XIII

    Deseando SS.MM. Católica y Fidelísima promover las ventajas del comercio de sus respectivos súbditos, las cuales pueden verificarse en el que recíprocamente hicieren de compra y venta de negros, sin ligarse a contratas y asientos perjudiciales, como los que en otro tiempo se hicieron con las Compañía Portuguesa, Francesa e Inglesa, los cuales fué preciso cortar o anular, se han convenido los dos altos Príncipes contrayentes en que, para lograr aquellos y otros fines y compensar de algún modo las cesiones, restituciones y renuncias hechas por la Corona de España en el Tratado preliminar de límites de 1º de octubre de 1777 cedería S.M. Fidelísima, como de hecho ha cedido y cede, por sí y en nombre de sus herederos y sucesores, a S.M. Católica y los suyos en la Corona de España, la isla de Annabón en la costa de África con todos los derechos, posesiones y acciones que tiene en la misma isla, para que desde luego pertenezca a los Dominios españoles del propio modo que hasta ahora ha pertenecido a la Corona de Portugal; y asímismo todo el derecho y acción que tiene o puede tener a la isla de Fernando Poo, en el Golfo de Guinea, para que los vasallos de la Corona de España se puedan establecer en ella y negociar en los puertos y costas opuestas a la dicha isla, como son los puertos de río Gabón, de los Camerones, de Santo Domingo, de Cabo Formoso y otros de aquel distrito, sin que por eso se impida o estorbe el comercio de los vasallos de Portugal, particularmente de las islas del Príncipe y Santo Tomé, que al presente van y que en lo futuro fueren a negociar en dicha costa y puertos, comportándose en ellos los vasallos españoles y portugueses con la más perfecta armonía, sin que por algún motivo o pretesto se perjudiquen o estorben unos a otros.

    XIV

    Todas las embarcaciones españolas, sean de guerra o del comercio de dicha Nación, que hicieren escala por las islas del Príncipe o de Santo Tomé pertenecientes a la Corona de Portugal, para refrescar sus tripulaciones o proveerse de víveres u otros efectos necesarios, serán recibidas y tratadas en las dichas islas como la Nación más favorecida; y lo mismo se practicará con las embarcaciones portuguesas de guerra o de comercio que fuesen a la isla de Annabón o a la de Fernando Poo pertenecientes a S.M. Católica.

Para dar cumplimiento al Tratado de El Pardo en lo relativo al trazado de la línea divisoria entre los dominios coloniales de ambos países en América meridional, Carlos III expidió la Real Instrucción de 6 de junio de 1778, dictada con la aprobación de las cortes de Madrid y Lisboa, encomendando su ejecución al nuevo virrey del Río de la Plata, don Juan José de Vértiz, quien había sustituído a don Pedro de Ceballos. A pesar de que el rey aprobó la propuesta del virrey el 12 de enero de 1779, los trabajos no comenzaron hasta el 10 de enero de 1784, y se conservan sus trabajos día a día hasta enero de 1790, si bien no finalizaron nunca.

La alianza y acercamiento entre España y Portugal duró hasta la Guerra de las Naranjas, que dió al traste con la política de acercamiento iniciada a raiz del Tratado de El Pardo.




FUENTES: