Tenía tan solo 4 años cuando fue su padre fue descubierto por los abásidas en su refugio del Eufrates tras la matanza de la familia Omeya, reinante en Damasco. Alrededor de 760, cuando su padre ya estaba era emir de Al-Andalus, vino a la Península.

En el 783 era gobernador de Toledo cuando atacó al rey cristiano Mauregato nada más tomar éste el poder.

A la muerte de su padre se alzó contra su hermano Hixam I, nombrado emir por su padre en lugar de a él, que era su primogénito. Durante dos años, entre 788 y 790, anduvo en rebeldía en la región de Toledo y en el reino de Todmir, apoyado en su sublevación por su otro hermano, Abd Allah. Pero finalmente pidió clemencia al emir, que se la concedió a cambio de abandonar Al-Andalus.

Suleymán, que recibió además 60.000 dinares, emigró hacia algún rincón de Berbería. Al poco tiempo su hermano Adb Allah también emigró al norte de África.

Tras la inesperada muerte de Hixam I en 796, el hijo de éste, Al-Hakam I, fue nombrado nuevo emir de Al-Andalus. Suleymán y Adb Allah vuelven a la península a encabezar un levantamiento contra su sobrino. Abd Allah intentó sublevar el valle del Ebro, pero fracasó en el intento y se refugió en Aquisgrán en la corte de Carlomagno.

Por su parte, Suleyman recorrió el valle del Genil primero y Mérida luego, tratando de levantar estas tierras. Pero fue finalmente derrotado y muerto en 799.