Entre los meses de marzo y junio los generales Berenguer y Silvestre, quizás sorprendidos por la rapidez del avance y los éxitos obtenidos, pararon las operaciones con el frente en el río Amekrán, para reflexionar sobre la conveniencia o no de cruzarlo.

REFLEXIÓN SOBRE EL ÉXITO CONSEGUIDO.

Vistos los éxitos obtenidos, el general Berenguer solicitó al general Silvestre un informe sobre los próximos pasos a realizar sobre Alhucemas. El coronel Morales, jefe de la Oficina de Asuntos Indígenas, fue quien realizó el informe, en el que se incluye la recomendación de consolidar lo ocupado hasta la fecha, constituir una base de operaciones sólida en Dar Drius y retrasar las futuras operaciones hasta después del otoño. El informe fue completado con un plan político-militar de actuación elevado por el general Silvestre a primeros de marzo al general Berenguer. En este plan el general Silvestre se mostraba partidario de avanzar por las proximidades de la costa, ocupando el territorio de Tensaman como primer objetivo. Luego, una vez consolidado el avance, podría pensarse en seguir avanzando hacia Alhucemas.

Pacificadas las cábilas de Beni Ulixek y Beni Said en su totalidad y las de Beni Tuzin, Tensaman y Metalza en gran parte, el Alto Comisario se mostró conforme con la posible ocupación de Tensaman debido a las buenas relaciones que existían con la mayoría de las cábilas de ese territorio, si bien quiso hacer un reconocimiento del terreno y estudiar las posibles operaciones a realizar a continuación. Viajó hacia Melilla recalando en Alhucemas para conversar con los moros pensionados por España. El estudio consistió en ver la posibilidad de ocupar la bahía de Alhucemas, las cábilas de Beni Tuzin y Beni Urriaguel, así como algunos puntos de la costa para enlazar las dos Comandancias Generales.

NECESIDAD DE CRUZAR EL RÍO AMEKRÁN.

El 17 de abril, el general Bereguer informó a Sr. Ministro de Estado, Marqués de Lema, sus favorables impresiones sobre lo realizado en la zona de Melilla, pero supeditaba posteriores avances al éxito de la labor política sobre las cábilas de Beni Urriaguel y Bocoya. No obstante, informó al ministro de que había autorizado al general Silvestre una pequeña operación para cruzar el río Amekrán y ocupar un par de posiciones al otro lado del río para asentar más firmemente el frente ante los de Beni Urriaguel. Aparentemente, el avance consistiría en la rectificación táctica de la primera línea, sin que se trasluciesen intenciones de avances en profundidad.

Sin embargo, a pesar de tener decidida la rectificación táctica de la primera línea para hacerla más fuerte, el general Silvestre no creyó oportuno llegado el momento para cruzar el Amekrán por aquel entonces, pues la labor política no había aun dado sus frutos como para reanudar el avance sin combatir, por lo que a finales de abril embarcó para la Península a disfrutar de un permiso reglamentario. A su regreso en mayo, el general Silvestre comprobó que las cábilas de Beni Urriaguel, Beni Tuzin y alguna facción de Tensaman seguían oponiendose al avance español. Así se lo expuso al Alto Comisario en un escrito de fecha 29 de mayo, dando a entender que no autorizaría ningún avance por el momento, aunque supeditaba su decisión a la actitud que tomase la cabila de Tensaman. En su informe señaló como iba elevándose la figura de Abd el-Krim y su pretensión de formar una harca.

Enviado por el general Silvestre a tratar con los jefes de Tensamán, el comandante Villar, jefe del sector del Kert de la Policía Indígena, le informó que los jefes de Tensaman estaban deseosos de que los españoles realizaran la ocupación de posiciones detrás del río Amekran, pues se sentían amenazados por los Beni Urriaguel y la facción rebelde de Tensaman (a cuyo frente se hallaba un tal Trugut). El general Silvestre dudó, pero al final el 31 de mayo dió la autorización para cruzar el rio Amekrán y comenzar así la rectificación de la primera línea alcanzada.

FUENTES:

  • Servicio Histórico Militar. Historia de las Campañas de Marruecos. Tomo III. Madrid, 1981. Páginas 353-439
  • Palma Moreno, Juan Tomás. Annual 1921. 80 años del Desastre. Almena ediciones. Madrid, 2001.
  • Pando Despierto, Juan. Historia secreta de Annual. Ediciones Temas de Hoy, S.A. Colección Historia. Madrid, 1999