NOTA: el resaltado en negrita es nuestro.


Los éxitos alcanzados en el mes de diciembre último sobre las cábilas de Beni Ulixek y Beni Said, ya de hecho hoy día ocupadas y dominadas en absoluto, se han reflejado naturalmente en la zona fronteriza no sometida, produciendo la sumisión virtual de Temsaman, cuyos jefes, a excepción de la fracción de Trugut, concurrieron primeramente a Dar Drius, concurrieron a los pocos días ante mi Autoridad para hacer pública manifestación de sus deseos de servir lealmente al Gobierno y llevarlo a su territorio. Esta actitud es corroborada por la tranquilidad con que se ha efectuado el establecimiento de la posición de Dar Buissam, en el territorio de dicha cábila, y el reconocimiento de Sido Dris, no ocupado todavía por imposibilitarlo el persistente temporal que atravesamos y la falta de vía de comunicación practicable, concentrados en Annual los elementos necesarios para tal operación, que facilitan y desean los mismos Temsamanis.

Afirma más el convencimiento de la sinceridad en las manifestaciones de los Temsamanis la circunstancia de que tratando los Beniurriagueles el efecto producido por la ocupación de Beni Ulixek y Beni Said, envían harka a Temsaman, a la que ha de incorporar contingentes esta última, so pena de actuar contra ella, sin que surta efecto la petición ni amenaza, que contrarrestan oponiéndose a su actuación, por lo que quedó limitada ésta a establecerse la harka en Iguelman. A esta causa, juzgando por todas las manifestaciones, ha de atribuirse no haber comparecido el caíd Al-lal, jefe de la fracción de Trugutz, a la entrevista de acatamiento al Gobierno realizada por las demás fracciones, pues el mencionado Caíd se halla en relación con nuestra Oficina Indígena, que realiza las debidas gestiones para que dicha fracción expulse de su terreno la referida harka y venga a presentarse.

La cábila de Beni Tuzin continúa en la buena disposición que observó una vez ocupado Tafersit, y si bien la muerte violenta del Caíd Buljerif dió lugar a pensar en posibles escisiones o cambios de actitudes, hase conservado la buena relación por aquel entonces alcanzada, pudiendo manifestar hállanse sometidos, aunque su territorio no esté ocupado, los Beni Buyarí y Beni Mel-lul, cuyos jefes, así como los de otras fracciones, desean y nos incitan al avance.

 El día 9 del corriente mes se entrevistó en Buhafora con el jefe de la Oficina Indígena, Haddú Buljerif, hijo mayor del caíd antes citado, ofreciéndose a acompañarnos en nuestros futuros avances; pero expone a la vez, que sería más conveniente a nuestra actuación esperarnos él en los puntos en que hayamos de ir. Este jefe, sin tener el ascendiente y prestigio de su padre, es elemento valioso cuya cooperación ha de sernos muy útil, comportándose hasta el momento con lealtad y actitud francamente favorable, pues conserva la tranquilidad en la zona de su influjo directo y en la entrevista ha suministrado datos de gran interés, haciendo presente responde el establecimiento de una harka en Iyarmausas a la idea de impedir que los Beni Urriaguel incursen o ataquen a Beni Tuzin, y que el día que ocupemos Aydir de Temsaman vendrán a la disposición todos los jefes de Beni Tuzin.

Resultan, por tanto, halagüeñas las impresiones que pueden exponerse de nuestra actuación en Beni Tuzin, que permitirá obrar con eficacia sobre la harka de Azilef y parte suroccidental de dicha cábila, aún no relacionada directa ni indirectamente con nosotros.

Y continuando exponiendo sucintamente la situación política en la zona lindante con la ya ocupada, he de manifestar consérvese con los Ulad Dris y Harrarcha las excelentes relaciones que pudo V.E. apreciar en su visita a este territorio durante el mes de julio último, persistiendo el capitán Alonso en su eficaz y provechosa labor en la zona de M´Talza, aun no ocupada.

Como resumen de lo expuesto, puedo sentar la afirmación de que la situación política que se ha llegado a alcanzar con la mayor parte de la Zona que nos separa de la cuenca del Nekor, es favorable a nuestra actuación.

No puedo reflejar estas impresiones por lo que respecta al territorio de la margen izquierda del mencionado río, donde los trabajos políticos realizados dieron hasta la fecha escaso rendimiento; mas no es aventurado suponer que una vez llegado nuestro dominio a las márgenes del río, fructifique el generoso desprendimiento de nuestro país con los Beni Urriaguel de la costa, pues aun prescindiendo de las protestas de amistad justificativas de su gana pensión, se hallarán entonces en situación y condiciones de voluntaria o forzosa cooperación. Esto, unido a la mayor facilidad para en tal situación intensificar la acción política en Bocoya, y facilitar al moro Civera su labor de incrementar el partido español en esta cábila, nos permitirá ejercer fuerte política, comercial y militar, sobre Beni Urriaguel para, sin recurrir a combates cruentos en demasía y sin apremios de tiempo, pero sin que transcurra largo lapso, obligarles a reconocer y acatar la Autoridad del Gobierno.

Ahora bien, la trascendencia y capital importancia que para la prosecución de nuestra misión en Marruecos implica el acierto con que se proceda en el avance y establecimiento sobre Alhucemas, requiera sólida y cuidadosa preparación, en la que no se prepondere ni influyan facilidades circunstanciales, cuyo resultado eficiente no presuponga firme posesión de puntos vitales para el logro de nuestro objetivo domeñando al insumiso.

Así, pues, requiérese en primer lugar un detenido estudio del terreno a franquear, sobre la base de llegar a situarnos en Beni Urriaguel con las mayores garantías de dominio y libre facilidad de movimientos y abastecimientos.

Vese contrariado tal estudio por los muy limitados elementos de juicio que pueden aportarse, efecto no tan solo del desconocimiento del país y poca exactitud que pueda concederse a los datos que se procura obtener por referencias indígenas, si que también por no estar autorizada la Aviación para el reconocimiento de la región correspondiente, que por otra parte, tampoco podía haber efectuado en esta temporada a causa de dificultades atmosféricas.

No obstante los muy escasos elementos informativos, y compulsando informaciones indígenas contrapuestas, relacionándolas también con impresiones personales examinado el terreno desde Izen Lazen, Azrú, Buhafora y Annual, he podido apreciar: Que produciendo el boquete de Midar la impresión de constituir un amplio valle por el que poder remontar la cuenca del Kert para llegar a las fuentes del Nekor, resulta cerrado tal valle por las montañas de Beni Taban, las cuales enlazan la cordillera de Guezenaya con la del Iferni, originándose un terreno tan movido y de tales anfractuosidades que imposibilitan la marcha de contingentes.

Sigue el territorio de Beni Tuzin, con sus dos cordilleras por entre las que discurre el Uad el Kebir, ofreciendo ambas fuertes obstáculos a la comunicación entre sus respectivas vertientes, constituyendo verdadera barrera infranqueable sin que aun salvado este obstáculo pudiera lograrse facilidad de movimientos sobre la margen derecha del Nekor, pues según expone Gireli en un compendio escrito acerca de Beni Tuzin, el río Nekor no recibe de este último territorio más afluente de importancia que el Uad Suf, existiendo en la orilla derecha del Nekor una serie de colinas que sirven de presa a los torrentes de la vertiente occidental de los montes Anddis y Yema Lokrum, que impiden sumar al río aguas de éstos, las cuales se pierden formando pantanos.

Tal constitución orográfica explica que los habitentes de Beni Melul, para ir a Beni Urriaguel, vayan por Tafersit y Temsaman..

Preséntase, por último, la cordillera de Temsaman, en la cual, si bien existe paso para desembocar desde esta cábila en Beni Urriaguel, no son pasos francos, sino que se desarrollan por terreno sumamente abrupto y angosto, por lo que ha de originar su paso grandes fatigas y penalidades ínterin no se acondicionen los caminos. Esta atención tan primordial y esencial implica la ineludible necesidad de consignar créditos para satisfacerla, ya que la importancia y cuantía de las obras que supone no permite perder momento alguno en su ejecución, ni distraer en ella el esfuerzo de las tropas. Proceder de otro modo traería consigo perder el enlace con las fuerzas que se internasen en aquel territorio, las cuales no tendrían atendido, ni aún medianamente, su abastecimiento.

Mas como la protección y seguridad de estas vías de comunicación exige el establecimiento de posiciones que han de situarse en plena cordillera, donde el clima es duro, tanto por las bajas temperaturas, que denota la presencia de nueve en sus cumbres, cuanto por los frecuentes vendavales que allí azotan, precisará el empleo de barracones para el alojamiento de los destacamentos, y, por ende, la necesidad de disponer de tales elementos o créditos para su construcción.

Una vez efectuada la ocupación de Temsaman y situados sobre la cuenca del Nekor, huelga justificar la necesidad de mantener en esta zona proporcionado núcleo de fuerzas, tanto para cubrir los destacamentos como para constituir columnas que impongan la efectividad de nuestro dominio y hagan fuerte en un principio a las incursiones o ataques que intentaran las cábilas de la zona no sometida, así como procedan después a desarrollar la acción correspondiente sobre esta zona. Este núcleo de fuerzas ha de estar constituido por unidades indígenas y europeas, siendo para ello necesario crear un nuevo Grupo de Regulares, dado que las fuerzas de esta clase hoy día disponibles son precisas para atender a la ya extensa zona ocupada, así como para organizar la Mía de Policía correspondiente a la cábila de Beni Urriaguel, necesaria para cubrir los servicios especiales a cargo de esta clase de tropas.

Tal núcleo de fuerzas ha de tener a su inmediata disposición cuantos elementos precisen para su libre e inmediata actuación, y como aparte la considerable distancia a que resulta situado, la falta de vías de comunicación por un lado, y la paralización de las obras de ferrocarril (aun estancado a la altura de Tistuttin, y cuyo trazado en proyecto puede hoy día afirmarse no se amolda a lo que la realidad geográfica y comercial demanda) imposibilitan subvenir, con la rapidez que fuera menester, a esta necesidad de consignar créditos para realizar las obras consiguientes.

La mencionada circunstancia acerca del trazado del ferrocarril y su corto recorrido, unida a la carencia de vías de comunicación, obliga a establecer una base intermedia, para lo cual está sumamente indicada Sidi Dris, que se abastecería por vía marítima mediante la organización del actual servicio.

Expuestas las dificultades y necesidades de todo orden que se presentan para el desarrollo de nuestra acción militar sobre Alhucemas, paso al examen de las líneas a seguir para penetrar en este territorio, y consiguiente plan para realizarlo.

El bosquejo que se esboza acerca del terreno, pone de manifiesto la necesidad de tomar como zona de penetración para llegar a Beni Urriaguel, la correspondiente al curso inferior del Nekor, habiendo por lo tanto de ejercitarse nuestra acción preliminar en Temsaman y parte del de Beni Tuzin, sin que por ellos se prescinda de la eventualidad de que hubiera de hacerse frente a presiones desarrolladas por los insumisos al amparo del alto Kert, ya que esta línea, inadecuada para la marcha de nuestras tropas y eficaz aprovechamiento de sus elementos y medios de combate, no supone los mismos inconvenientes para el indígena que, perfecto conocedor del terreno, y con absoluta y espontánea libertad de movimientos, puede aprovechar aquella zona de tereno para, concentrándose en ella, encaminarse sobre el flanco de nuestra zona de invasión, y en corroboración de esta contingencia puedo aducir la persistencia con que mantienen la harka de Azilaf.

Atento a esta eventualidad, ha de hacérsele frente estableciendo posiciones que, además de cerrar el paso de Tafersit a los contingentes concentrados en Azilaf, ejerzan acción inmediata sobre éstos si intentaran presionar por el boquete de Midar. En tal concepto procede ocupar los montes de Beni Tuzin en la parte en que se asientan los poblados de Beni Mel-lul y Beni Buyari, los cuales desean vivamente nuestra instalación allí, facilitando en consecuencia la operación, en la que habría de atenderse a la contingencia de que se tuviera que hacer frente a la harka precitada. Estas posiciones habrían de ser completadas con otras sobre el Iferni, para cerrar el acceso al alto Kebir; mas tratándose de terreno tan agreste, elevado y falto de caminos incluso para indígenas, no será osado prescindir de esta ocupación evitando el desgaste de energías y elementos que ello supondría, y cuyo objetivo habrá de satisfacerlo la misma cábila de Beni Tuzin, no tan sólo por la favorable actitud en que se encuentra, sino por la precisión de proceder de esta manera a que se verá obligada en el momento que llevemos nuestro dominio al curso medios del Kebir.

Fuertemente consolidada por aquellas posiciones, nuestro establecimiento en Tafersit se afirmará éste en absoluto al proseguir nuestra actuación sobre el Nekor por la zona que, cual se desprende de lo expuesto, es la más racional y conveniente, es decir, yendo por Temsaman al dominio del curso inferior del mencionado río partiendo de la línea Annual-Sidi Dris, que ha de requerir su prolongación al dominio de Tizi Aza, para desarrollar la sucesiva acción encaminada al dominio de la línea determinada por los zocos del Sebt (en Beni Buidir), de Arbaa (en Trugutz) y del Had (en Beni Zcqui), siguiendo las respectivas líneas: Sidi Dris-Zoco el Tzetalza-Zoco el Sebt; Annual-Zoco el Jemís de Tizi Yub-Zoco el Arbaa; Tizi Aza-Tizi Alma-Iyarmauas-Zoco el Had.

En consecuencia de lo expuesto, opino:

Para llevar nuestra zona de dominio a lindar con territorios de los Beni Urriaguel, ha de seguirse la zona de la costa, ocupando Temsaman.

El avance en esta forma produce en nuestro costado izquierdo un entrante determinado por el territorio de Beni Tuzin; mas aun prescindiendo de la favorable actitud de esta cábila, es preferible provocar la sumisión de ella con la amenaza que para ellos supone la situación en que nos colocamos, a pretender internarnos de primera intención por su accidentado terreno falto de caminos. Por otra parte, el dominio de Beni Mel-lul y de Tizi Aza da las posibles garantías para, aun en el caso de que cambiara la actitud de Beni Tuzin, no pudiera llegar a constituir un peligro exagerado.

Establecida la línea Zoco es Sebt a Zoco el Had, debe procederse a la conveniente ocupación de Beni Tuzin, aun cuando es de suponer se alcance a la ocupación real de esta cábila antes de llegar a dicha línea.

Para situar de hecho bajo nuestro dominio a los Uld Dris y Harrarcha, así como para hacer más activas las iniciadas relaciones con los Guezenaias, o llevar a su ánimo la necesidad de atender ellos a la defensa de su propio territorio, evitando de este modo cooperen con los Beni Urriaguel, procede ocupar el Zoco el Sebt de Ain Amar, cuya ocupación repercutirá en la harka de Azilaf, sobre la que puede ejercerse acción desde dicho Zoco.

Logrado el objetivo expuesto, y sin abandonar la labor de consolidación del territorio ocupado, será llegada la ocasión de pensar en realizar la acción de dominio en Alhucemas.

Dicho se está, sería sumamente favorable a nuestra acción poder combinar en desembarco con el avance por tierra a partir de la línea mencionada.

Tal desembarco, en el que no había de pensar de requerirse lucha franca para efectuarlo, pudiera tal vez presentarse ocasión propicia para realizarlo, pues al ver la fracción de Axdir nuestro establecimiento sobre el Nekor, no sería difícil lograr de ellos activa cooperación para facilitar el desmbarco, convirtiendo así en realidades los compromisos que van adquiriendo, desembarco que se facilitaría aun más si el moro Civera logra éxito en sus trabajos para que se incorpore al partido español formado a su alrededor por la fracción de Izmoren, el resto de la cábila de Bocoya, o bien, gran parte de ella.

Mas, sin perder de vista tan favorable coyuntura, ha de partirse del supuesto de no verlas de momento convertidas en realidades, hasta tanto no sean alcanzadas por el amparo que en nuestra situación proporcionemos a los indígenas de referencia, o por la coerción que sobre ellos podamos entonces ejercer.

Uno de los primeros efectos que producirá nuestro establecimiento en la línea Zoco es Sebt-Arbaa, será dejar bloqueados a los Beni Urriaguel, con el natural decaimiento que ello no bastare para que sus moradores hicieran acto de sumisión que nos permita penetrar fácilmente en su territorio, convendrá efectuar esto partiendo de la línea Zoco el Arbaa-Zoco el Had, para hacernos dueños, primeramente del camino costero que conduce del Zoco el Arbaa de Temsaman a Alhucemas, estableciendo la correspondiente línea de dominio sobre el poblado de Izmoren y Zoco el Arbaa de Sidi Bu Afif, iniciándose, por lo tanto, la conversión de nuestra línea límite, que ha de proseguir a ocupar AIt Isern-Isaf Safen-Morabo de Sidi el Hach Abd Al lah, para cerrarla con Alhucemas por la serie de alturas límite de Beni Urriaguel con Bocoya, o bien estableciéndonos de hecho en territorio de esta última si la actividad de los Izmoren se consolida.

Claro es que este movimiento de conversión y marcha de penetración quedará grandemente facilitado si se convierten en realidades las esperanzas que hacen concebir los Axdir e Izmoren, pero aun cuando así no fuese, dicho movimiento de conversión secundado con la acción a desarrollar o amagar sobre Zoco et Tzenin y desde Beni Tuzin, es presumible no pueda contrarrestarlo a todo evento el enemigo.

Lograda la situación últimamente mencionada, vence privados los Beni Urriaguel de las facilidades que hoy día tienen para su vida de relación, y será llegado el momento de dilucidar si conviene proseguir actuando directamente sobre esta cábila, o laborar políticamente sobre ella y continuar la acción militar por la zona costera, yendo al dominio de Bocoya.

Firmado, Manuel Fernández Silvestre 

FUENTES:

  • Servicio Histórico Militar. Historia de las Campañas de Marruecos. Tomo III. Madrid, 1981. Páginas 624-629.