HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
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MARISCAL DE CAMPO D. JUAN DIAZ PORLIER "EL MARQUESITO"
(1788 - 1815)

Ilustre militar y guerrillero español, héroe de la Guerra de la Independencia, ahorcado por haberse pronunciado en favor de la Constitución de 1812.

Nació en Cartagena de Indias en 1788. Su origen familiar no está claro; mientras que la tradición familiar le hace hijo natural de don Esteban, otros dicen (sin pruebas concluyentes) que era hijo de un Porlier gobernador de La Habana, llegando a afirmar que nació en esta ciudad; por último, el conde de Toreno, cuñado suyo, afirmaba que era descendiente del Marqués de la Romana, y que de esta filiación le venía el apodo.

Al comenzar el siglo XIX vivía con su abuela doña María Pereyra de Hoyos, viuda del virrey de Nueva Granada don Juan de Torrenzal Díaz Pimienta. Su tío don Rosendo Porlier y Asteguieta, a la sazón Capitán de Fragata del Neptuno, le enroló a bordo de su barco el 20 de febrero de 1802, hasta que su tío lo abandonó por tener que embarcar en el Argonauta tras ser nombrado Ayudante de la Mayoría General de la Escuadra que mandaba el Brigadier don Federico Gravina.

Al comenzar la nueva guerra contra Inglaterra, el 10 de abril de 1805 zarparon hacia la Martinica y asistió con su tío al asalto del fuerte del "Diamante". Tras participar en otras acciones, asistió al apresamiento de un convoy inglés en el Atlántico. En julio avistaron en aguas españolas a la escuadra del almirante Calder, con la que entablaron combate el 22 de julio a la altura del cabo Finisterre, sobre quien obtuvieron una victoria. A continuación se dirigieron al Ferrol y, tras un breve descanso, zarparon hacia Cádiz. El 31 de agosto su tío don Rosendo, ya ascendido a Capitán de Navío, fue incorporado al Estado Mayor del almirante Gravina a bordo del navío Príncipe de Asturias. A borde de este barco de guerra, el joven Juan Diaz Porlier asistió al desastre de Trafalgar; tenía tan solo 18 años.

Como resultado de la batalla de Trafalgar la Armada española quedó sin barcos, lo que obligó a Juan Diaz Porlier a solicitar su traslado al Ejército. En enero de 1816 le encontramos como capitán del Regimiento de Infantería de Mallorca. Al estallar la Guerra de la Independencia en mayo de 1808, don Juan Diaz Porlier está encuadrado en las tropas del Ejército de Extremadura que se dirigen al norte, como Teniente Coronel de Granaderos. Este ejército, al mando del general Belveder, tomó posiciones el 8 de noviembre de 1808 a las afueras de Burgos, en Gamonal y zonas adyacentes, para enfrentarse al avance de las tropas invasoras que mandaba el propio Napoleón. Sobre la una de la madrugada del día 10 el general Belveder se retiró con sus tropas mientras que otra parte de las unidades hizo lo propio para buscar zonas más propicias para la defensa. La unidad que mandaba el teniente coronel Porlier se hallaba desplegada en las estribaciones de Villimar, ocupando una estrecha posición de unas 370 varas castellanas de anchura. La defensa duró hasta que sufrió unas 400 bajas, momento en que ordenó una retirada en la que no obtuvo ninguna baja, tal y como informó el Sargento de Granaderos Amor Pisa, que estaba a sus órdenes. Al finalizar la batalla se refugió con sus hombres en las montañas de Burgos, llegando a San Felices el 11 de noviembre. Allí recibieron la noticia del desastre de Espinosa de los Monteros.

A partir de entonces Diaz Porlier, con apenas 20 años, decidió inclinarse por la lucha de guerrillas, a la que se dedicó los seis años que duró el conflicto contra los franceses. Pasó a Castilla, hizo un entusiasta llamamiento a la juventud al que acudieron cientos de paisanos de diversos pueblos, y con esta nueva fuerza reforzada venció a los franceses en Frómista, Rivas y Paredes de Navas, poniendo en libertad a numerosos prisioneros británicos. El general francés que mandaba en Palencia le amenazó con fusilar al prior de San Juan de Dios y a la señora de Paniagua por haberle alojado en sus casas de San Cebrián. Porlier envió a su fiel subordinado Amor disfrazado a Palencia para advertir al gobernador francés que si cumplía su amenaza, él por su parte fusilaría a todos los prisioneros franceses que tenía en su poder. El gobernador entonces ideó una emboscada contra Porlier, de la que se escapó milagrosamente pero en la que cayeron varios de sus hombres, que fueron clavados vivos a lo largo del camino de Carrión. En febrero de 1809 reunió nuevas tropas y guerrilleros y con ellos atacó y destrozó numerosos destacamentos franceses en Melgar de Juso, Saldaña y otros pueblos, liberando cuantos prisioneros encontraba a su paso.

A poco tiempo conquistó la población de Aguilar de Campóo, logrando la rendición de la guarnición francesa que ocupaba el pueblo (4 jefes, 6 oficiales y 400 soldados) y tomando dos cañones. La Junta le concedió el nombramiento de Brigadier en premio a esta acción. La Gaceta Nacional publicó lo siguiente:

    "Este joven jefe, que apenas tendrá veintiun años, así como sus partidarios (guerrilleros), merecen el aprecio y admiración de todos los buenos españoles.".

Tras esta acción, Diaz Porlier organizó una división mixta de soldados regulares y guerrilleros, con quienes se lanzó al asalto y conquista de la ciudad de León. Tras este nuevo exito, el brigadier Diaz Porlier era dueño de las provincias de León, Palencia y Valladolid. Sorprendió a varios convoyes franceses, que envió al general don Nicolás Arahy, jefe del ejército de Asturias. Cogió desprevenidos a 500 dragones que se habían emboscado para atraparle a orillas del río Gradefes. El 1 de noviembre de 1809informó a este general que había incluido en su División al Regimiento de Cangas de Onís y que se dirigía a las montañas de Santader para arrojar a los franceses de esta provincia, de acuerdo con el general Llano Ponte. Sin embargo, enterado de la irrupción francesa en Asturias, regresó por la costa por Gijón y Avilés y cayó de improviso sobre el general Bonnet, al que obligó a retirarse de Oviedo y a refugiarse en Cangas de Onís.

Tras expulsar a los franceses de Asturias, Diaz Porlier embarcó sus tropas en Rivadeo en cinco fragatas británicas al mando del comodoro sir Mends, desembarcando en Santoña. A continuación desmanteló muchas baterías de costa y cogió unos 200 prisioneros. El 3 de agosto de 1810 volvió a desembarcar sus tropas; hizo más de 100 bajas a las tropas francesas que ocupaban Laredo y atacó al general Avriol, obligándole a retroceder hasta Bilbao. En octubre de ese año se embarcó de nuevo hacia La Coruña, siempre a bordo de la fragata británica Aretusa, para unirse a la expedición de don Mariano Renovales. Desgraciadamente los vientos contrarios impidieron el desembarco de sus tropas.

En febrero de 1811 ayudó a la destrucción de los puestos franceses establecidos en las orillas del rio Nalón. Puesto al mando interino del 7º Ejército, en mayo salvó de la destrucción los depósitos de este ejército, atacados por los franceses. En junio reunió 4000 hombres y con ellos acopió 8000 fanegas de trigo para alimentar la población y el ejército. En agosto ayudó a la reconquista de Santander, quedando en las provincias de Asturias y Santander acometiendo a los franceses hasta los primeros meses de 1812.

En marzo de 1812 batió en Comillas en retirada una columna enemiga de 1200 soldados, que huyó hacia Torrelavega; en su parte informó que no la derrotó por completo por carecer de fuerzas iguales a las del enemigo. En el ataque a Reinosa ocasionó 300 bajas al enemigo, capturándoles numeroso acopio de trigo, cebada y galleta. Libre Santander de enemigos, entró en la ciudad y proclamó la Constitución recién aprobada en las Cortes de Cádiz. A continuación salió en persecucion de los franceses, ocasionándoles 100 bajas y capturándoles ocho cañones y numerosa impedimenta.

Al crearse el 4º Cuerpo de Ejército mediante la fusión del 5º, 6º y 7º, el brigadier Diaz Porlier obtuvo el mando de la 5ª División. Con ella participó en la batalla de San Marcial, junto a los generales Feire y Mendizabal. Con ocasión de la victoria, Lord Wellington comentó: "los guerreros del mundo civilizado debían aprender a serlo de los individuos del 4º Ejército español." Ascendido a Mariscal de Campo, Porlier participó también en la batalla de Vitoria.

Terminada la Guerra de la Independencia, Fernando VII regresó a España. Su primera medida fue abolir la Constitución de 1812, lo que provocó una crisis en las conciencias de los oficiales liberales que habían luchado por la libertad y los nuevos ideales. Diaz Porlier protestó contra la arbitrariedad del rey y habiendose interceptado una carta suya que conteía atrevidas acusaciones contra los absolutistas, fue encarcelado. El mal trato que recibió en la prisión le obligó a tomar las aguas del balneario de Arteijo, ocasión que aprovechó para organizar una conspiración conocida como el Pronunciamiento de Porlier, que estalló en La Coruña el 19 de septiembre de 1815. Formó una Junta de Galicia, de la que fue nombrado presidente, y marchó a Santiago de Compostela al frente de sus tropas. En el camino fue traicionado por los suboficiales, que le arrestaron a él y al resto de oficiales que le acompañaban.

Hecho prisionero, fue conducido a La Coruña, se le sometió a un proceso militar. Condenado a muerte, fue ahorcado el 3 de octubre de 1815. Tenía 27 años. Estaba casado con doña Josefa Queipo de Llano y Ruiz de Saravia, hermana de Jose María, conde de Toreno.







FUENTES:

  • Enciclopedia Espasa Calpe.
  • Biografía del mariscal Diaz Porlier en el sitio www.1808-1814.org.