En 1506 encabezó la ocupación de la villa fortificada de Cazaza, situada frente a Melilla en la península de Tres Forcas.

En 1509 formó parte de la expedición que conquistó Orán. Al año siguiente estaba encuadrado en el ejército de Pedro Navarro que conquistó Bujía en la primera expedición a Túnez, donde quedó como gobernador de la plaza. Sus formas de relacionarse con los habitantes de la región y sus métodos tan poco diplomáticos provocaron una rebelión contra los españoles al conocerse el desastre de la isla de Yerba. Los rebeldes fueron sofocados gracias a la llegada a Bujía de nuevos refuerzos al mando de Ramón Carroz, quien logró satisfacer las demandas de los habitantes de la región de Bujía.

Debido a su conocimiento y experiencia en las guerras de África, en 1518 fue nombrado asesor de Hugo de Moncada, jefe de la segunda expedición a Argel. Su opinión, aceptada por Hugo de Moncada, fue vital para el fracaso de la expedición.