Los califas omeyas tenían como costumbre que diez notables del país jurasen sobre la justicia de los impuestos. En tiempos de Suleymán solo ocho de los diez juraron los impuestos de Ifriqiya. A su sucesor, el califa Omar (717-720), el caso le chocó y concedió cargos de gobierno a los dos que no juraron: a Ismail ibn Ubayd Allah le dió el gobierno de Ifriqiya, y a Al-Samah ibn Malik el de Al-Andalus.

El califa Omar encargó a Al-Samah que, previa eliminación de las tierras ganadas por conquista o capitulación dividiese las restantes y sacara el "jums" o quinto para el erario. Esta tarea fue ardua, puesto que muchos conquistadores se habían asentado a su capricho.

Los soldados que desembarcaron con Al-Samah quisieron entrar en el reparto de las tierras, pero las tropas de Muza y Tariq, los verdaderos conquistadores, no les dejaron. El descontento obligó al califa a autorizar el reparto de las tierras del quinto entre estos recién llegados.

El califa también había encargado al nuevo valí una "Descriptio"; quería saber con exactitud la configuración geográfica de la Península y la seguridad de las comunicaciones marítimas, ya que llegó a proyectar el abandono de la península, pero Al-Samah le disuadió de ello.

Por orden del califa, restauró el puente romano sobre el Guadalquivir en Córdoba, con piedras de la muralla, ya que no se conocían canteras en la comarca. También arregló la cerca de la plaza. Al sur de la ciudad, en tierras del quinto, el califa le autorizó la construcción de un cementerio, llamado de La Musala.

Con estas tareas, Al-Samah consagró sus dos largos años de gobierno para seguir organizando la España musulmana y acabar de conquistar la Galia Narbonense. Esta actividad le impidió hacer frente al estado de rebeldía al poder de Al-Andalus en que se hallada la franja norte de la cordillera cantábrica.

Durante la primavera de 720 realizó la segunda expedición musulmana desde la conquista. En ella conquistó la ciudad de Narbona, pero al regreso de la misma resultó muerto por el duque Eudes en Tolosa. Los árabes eligieron a Abd al-Rahman al Gafiqi como valí interino en el campo de batalla.