Durante la Segunda Guerra Mundial, al estabilizarse el frente ruso de Leningrado en el río Volchov y el lago Ilmen, a la 250ª División del ejército alemán, también llamada la División de Voluntarios Españoles (D.V.E.) o División Azul, le correspondió desplegar en la ciudad y pueblos adyacentes de Novgorod. Al Batallón de Zapadores se le ordenó establecer su Puesto de Mando dentro del Kremlin de Novgorod, que era una especie de fortaleza o reducto en cuyo interior existía una magnífica iglesia catedral con cinco cúpulas de bulbo rematadas con sendas cruces. La cúpula central de cobre dorado y las cinco cruces, también doradas, reflejaban la luz del sol como ascuas desde las alturas, iluminando el cielo con su resplandor. Con frecuencia el enemigo bombardeaba el Kremlin, sin que por fortuna los disparos tocasen lo más valioso de su interior, la iglesia catedral, testimonio secular de la religiosidad del pueblo ruso.
La existencia de la iglesia catedral de Santa Sofía de Novgorod data del siglo XI, y fue consagrada en septiembre del año 1052. Desde entonces había pasado por diversas destrucciones y saqueos, muy ligados a la historia de su país. Fue utilizada como puesto de mando en varias invasiones, museo en tiempos de paz y totalmente reconstruida en 1899, de cuya fecha databan las cruces que coronaban las cúpulas. Antes de la Segunda Guerra Mundial era utilizada como museo por las autoridades soviéticas.
El 4 de junio de 1942, dia del Corpus Cristi, el comandante D. Alfredo Bellod Gómez, jefe del Batallón de Zapadores, convocó a sus oficiales a una reunión en la Plana Mayor del batallón, situada en un edificio a unos veinticinco o treinta metros del templo. Entre los convocados se encontraba el entonces capitán José Aramburu Topete, jefe de la 3ª compañía. En ese momento la artillería soviética, y más concretamente uno de sus cañones de 20,3 de gran precisión, comenzó a disparar sobre la catedral. Los dos primeros disparos cayeron dentro del recinto del Kremlin, cerca de la catedral. El tercer disparo impactó en la catedral, y a partir de ese momento todos los disparos restantes la alcanzaron de lleno.
El intenso bombardeo a que fue sometida destruyó la iglesia hundiendo dos de sus cúpulas, la central y una de las laterales, y destrozando gravemente las otras tres, lo que provocó la caída de dos cruces y el deterioro de las restantes.
El objetivo de la artillería rusa era claramente la catedral, por lo que el comandante Bellod y sus oficiales no abandonaron en ningún momento el edificio donde se encontraban. Una vez destruida la catedral finalizó el bombardeo. Los zapadores españoles salieron de sus refugios y se dirigieron a la destrozada iglesia, donde recogieron de entre los escombros una de las cruces caídas, la cual se encontraba visiblemente deteriorada.
La cruz recogida en Novgorod fue reconstruída por el Batallón de Zapadores 250º y custodiada en la unidad durante el resto del año 1942. No obstante, el Batallón de Zapadores decidió regalarla a la Academia de Ingenieros, puesto que "los que supieron respetarla y defenderla, quieren ahora conservarla y elevarla de nuevo como símbolo y guía de las futuras generaciones de Oficiales", según escribió el comandante Bellod al coronel don Luis Troncoso Sagredo, director de la Academia de Ingenieros de Burgos.
El 3 de febrero de 1943 el comandante Bellod ordenó directamente al brigada Bernardo Álvarez Iglesias, de la 3ª Compañía del batallón, que trasladase la cruz a la Academia de Ingenieros aprovechando su viaje de repatriación a España junto con otros suboficiales y tropa del batallón.
El brigada Álvarez Iglesias embarcó el 20 de febrero con la cruz, que iba debidamente despiezada, y llegó a Burgos el 5 de marzo. Al día siguiente, 6 de marzo, el brigada Álvarez se presentó ante el coronel Troncoso a las 11:00 horas, le dió cuenta de la misión recibida y le comunicó que la cruz se hallaba depositada en la estación de ferrocarril de Burgos. El coronel Troncoso ordenó que se efectuase el traslado de la cruz a la Academia, situada a la sazón en el Convento de los Jesuítas de la Merced de Burgos.
A las 16:00 de la tarde del mismo día el brigada Álvarez Iglesias efectuó la entrega oficial de la Cruz de Novgorod al coronel Troncoso delante del cuadro de profesores y alumnos de la Academia de Ingenieros.
La cruz de Nodgorod fue recogida por los zapadores españoles después de ser destruida por los soviéticos. Ellos la reconstruyeron y guardaron en su batallón como un símbolo de su religiosidad. Su deseo fué conservarla, y para ello eligieron como lugar de destino la capilla de la Academia del Arma de Ingenieros.
Desde el 6 de marzo de 1943 la cruz de Novgorod ha estado depositada en la capilla de la Academia de Ingenieros y ha sido un símbolo moral para todos los oficiales cristianos de las diferentes escalas que se han formado y siguen formándose en la Academia de Ingenieros.
Tras haber sido informadas de la existencia de la cruz por diferentes fuentes españolas, las autoridades rusas notificaron en el año 2002 a sus homólogas españolas su interés en la restitución de la cruz. A este interés se sumaron también la Iglesia Cristiano-Ortodoxa Rusa y diversas sociedades rusas para la Protección de Monumentos e Historia, quienes alegaban el valor histórico, cultural y espiritual de la cruz. Desde el primer momento pudo comprobarse el malentendido de las autoridades rusas y españolas, quienes creían que la cruz era de pequeño tamaño, decorada con piedras preciosas y de pequeño tamaño.
El valor de la cruz es sentimental: se debe únicamente al hecho de haber sido recogida de entre los escombros del ataque soviético y reconstruida por el Batallón de Zapadores español sesenta años antes, evitando de ese modo su desaparición en el bombardeo de los soviéticos. Su valor material se limitaba al coste de la delgada lámina de bronce que conformaba la cruz y el alma de madera que la soportaba, podrida con el paso de los años.
Los contactos entre las autoridades de ambos países duraron hasta el verano del 2004, momento en que las autoridades españolas ordenaron el traslado de la cruz a Rusia. El general Pitarch, a la sazón Director General de Política de Defensa, acudió a la Academia de Ingenieros para recibir oficialmente la Cruz, la cual, siguiendo instrucciones del General de Ejército Jefe del Estado Mayor del Ejército, Excmo. Sr. D. Jose Antonio García González, le fue entregada en un sencillo acto celebrado en la capilla de la Academia y al que asistieron todos los oficiales y suboficiales alumnos, el claustro de profesores, todos los mandos destinados en la Academia y una representación del personal de tropa y civiles de la misma.
Al comienzo de la ceremonia, el coronel director del Museo de la Academia leyó la historia de la Cruz y la emotiva carta el comandante Bellod. A continuación, tras la firma de las correspondientes actas, los dos alumnos número uno de las promociones de la Enseñanza Militar de Ingreso en la Escala Superior de Oficiales la descolgaron de la pared donde se exponía, entre el silencio de los presentes, la sacaron de la Capilla y la depositaron en el despacho del capellán para su despieze y embalaje en su caja de transporte.
Al acto asistieron el teniente general Excmo. Sr. D. Jose Luis Aramburu Topete, que fué capitán del Batallón de Zapadores 250 y testigo presencial del bombardeo y de la recogida de la cruz, y don Juan José Bellod, hijo del ya citado comandante Bellod y que fuera jefe del Batallón. Su cordialidad, apoyo y clara exposición de sus sentimientos fue remarcable, muy apreciada y ejemplar para los jóvenes alumnos. Ellos pudieron sentir la profunda carga de historia militar representada en un sencillo acto que conmovió a todos los presentes.
La entrega de la Cruz de Novgorod a las autoridades civiles y eclesiásicas rusas se realizó el 16 de noviembre de 2004, en una fría y gris mañana de finales de otoño, en la iglesia Catedral de Cristo Salvador de Moscú, engalanada para la ocasión. Presidía el acto el Patriarca de Moscú y de todas las Iglesias ortodoxas rusas Alexis II, acompañado por los Ministros de Defensa de ambos países (señores Boño e Ivanov), y el general director de la Academia de Ingenieros, Excmo. Sr. D. Juan Mariano Estaún Solanilla. Asistieron todos los "popes" de las iglesias rusas y de numerosos religiosos, civiles, militares y medios de comunicación.
Tras los cantos litúrgicos de un coro, el Ministro de Defensa español, Sr. Bono, se dirigió al Patriarca Alexis II con unas cordiales y sentidas palabras que llevaban un mensaje de acercamiento político y del profundo sentimiento cristiano que acompañaba a los españoles portadores de la Cruz. El Patriarca Alexis II respondió con la clásica sobriedad rusa, congratulándose de la llegada de la Cruz para ser instalada en la Catedral de Santa Sofía de Novgorod como única y más antigua reliquia existente en un templo destruido y reconstruido varias veces. Agradeció cordialmente a todos los que habían colaborado para hacer posible ese momento.
Finalizado el acto, tras las fotos de rigor y salida de las autoridades, religiosos y civiles rusos se agolparon primero, y guardaron turno después, para besar la Cruz y tocarla santiguándose, mostrando de este modo tan emotivo la trascendencia que para ellos tuvo el acto. Incluso algunos cámaras y fotógrafos dejaron su material en el suelo para acercarse a tocar y besar la Cruz.
En un salón contiguo se firmaron las actas de entrega y el Patriarca ruso ofreció un desayuno en el que se intercambiaron palabras cordiales y regalos conmemorativos. La copia española del acta de entrega de la cruz se conserva en la capilla de la Academia de Ingenieros, como donación del ministro Bono al general Director de la academia.
El 12 de julio de 2005 el ministro de Defensa ruso, Sr. Ivanov, se desplazó a la Academia de Ingenieros en Hoyo de Manzanares para hacer entrega a su Director, Excmo. Sr. D. Mariano Estaún Solanilla, una réplica de la Cruz de Novgorod. El acto se enmarcó en la reunión anual bilateral de los ministros de Defensa ruso y español. Asistieron al acto el Patriarca Alexis II, el ministro de Defensa español, Sr. Bono, y el Jefe de Estado Mayor del Ejército, General de Ejército Excmo. Sr. D. Jose Antonio García González. La ceremonia tuvo lugar en la Capilla de la Academia, con asistencia de todos los oficiales y suboficiales alumnos, el claustro de profesores, todos los mandos destinados en la Academia y una representación del personal de tropa y civiles de la misma. También acudieron el teniente general Aramburu Topete y don Juan José Bellod.
La réplica de la cruz de Novgorod se encontraba colgada y expuesta en la pared del fondo de la capilla, en el mismo lugar donde se expuso la cruz original durante tantos años. Tras los discursos de los ministros Ivanov y Bono, y del general Director, se firmó el acta de entrega y se descubrió una placa metálica conmemorativa del acto. A continuación las autoridades abandonaron la capilla en dirección al Salón Noble de la Academia, donde ofrecieron una rueda de prensa. Tras firmar el Libro de Honor de la Academia, se sirvió un almuerzo.
Desde entonces, la cruz de Novgorod vuelve a presidir la vida religiosa y espiritual de los miembros del Arma de Ingenieros, en el recuerdo de los zapadores del Batallón de Zapadores 250º y su comandante jefe, Alfredo Bellod, esta vez con el reconocimiento y agradecimiento del pueblo ruso.
FUENTES:
Carta del comandante de Ingenieros D. Alfredo Bellod Gómez, jefe del Batallón de Ingenieros 250, dirigida al Ilmo. Sr. Coronel D. Luis Troncoso Sagredo, director de la Academia de Ingenieros, fechada "en campaña" el 31 de enero de 1943, en la que se da cuenta de los hechos ocurridos el 4 de julio de 1942 y se anuncia el envio de la Cruz a España para que luzca en la capilla de la Academia de Ingenieros.
Informe del comandante de Ingenieros D. Bernardo Álvarez Iglesias fechado el 20 de febrero de 1976, en el que da cuenta del traslado de la Cruz, del que fue responsable siendo Brigada de la 3ª Compañía del Batallón de Zapadores 250º, cumpliendo órdenes directas del comandante Bellod.
Declaraciones de los siguientes generales y oficiales, testigos de los hechos y que fueron reunidos el 16 de diciembre de 2002 en la Academia de Ingenieros para recabar información sobre la historia de la cruz de Novgorod:
Exmo. Sr. Teniente General D. Jose Luis Aramburu Topete, capitán de Ingenieros en el Batallón de Zapadores 250º de la División Azul y testigo presencial de los hechos que motivaron la recogida de la Cruz y su traslado a la Academia de Ingenieros.
Excmo. Sr. Teniente General D. Agustín Quesada Gómez, alumno que fué de la Academia de Ingenieros en su primitiva ubicación en el Convento de la Merced de Burgos, y posteriormente Coronel Director de la Sección de Formación de Oficiales de la Academia de Ingenieros en la fecha en la que ésta se trasladó desde Burgos a Hoyo de Manzanares, y trasladando la Cruz consigo.
Excmo. Sr. General de División D. Victor Castro San Martín, excombatiente de la División Azul y actual presidente de la Hermandad de la División Azul.
Ilmo. Sr. Coronel D. Lutgardo Jiménez Zayas, excombatiente de la División Azul y miembro de su Hermandad.