Posición guarnecida por dos secciones de la 3ª Compañía del 3er. Batallón del Regimiento de San Fernando, dos ametralladoras del 1º. Batallón y un destacamento de Artillería, todo al mando del capitán de Infantería don José Escribano Aguado. Fue atacada reiteradamente desde el 22 de julio, se defendió hasta el 27 de julio sin haber recibido ninguna orden de evacuar. Muerto su capitán, la posición pactó su rendición. Todos los defensores menos dos fueron masacrados tras salir de la posición.

El camino desde Ben-Tieb hasta Annual estaba protegido por la izquierda por cuatro posiciones situadas en lo alto de cuatro cotas que jalonaban una divisoria hacia el suroeste:

Las dos posiciones intermedias A y B fueron ocupadas el 3 de junio como reacción defensiva al ataque efectuado por los rifeños sobre Abarrán, quedando la Intermedia A en un lugar llamado las peñas de Tahuarda. Frente a Izummar, al otro lado del camino, se encontraba la posición Intermedia C, que fue ocupada el 20 de julio ante la imposibilidad de las tropas españolas de romper el cerco de Igueriben, con objeto de proteger la retaguardia de Annual por el este.



Posición Intermedia A, ocupada para reforzar la defensa por el suroeste del camino de acceso a Annual desde retaguardia, junto con Yebel Uddia, Intermedia B e Izumar.

La guarnición de esta posición la componían las siguientes unidades:

  • Dos secciones de la 3ª Compañía, III Batallón, Rgto. San Fernando 11: al mando del capitán don José Escribano Aguado y el alférez don Darío Fernández Raigada, con 58 hombres de tropa.

  • Sección de la Compañía de Ametralladoras, I Batallón, Rgto. San Fernando 11: al mando del teniente don Antonio Márquez Tellechea, con dos máquinas y 9 hombres.

  • Destacamento de la 7ª Batería de la Comandancia de Artillería: almando del teniente don Antonio Medina de Castro, con dos piezas Schneider del 7' de montaña.

El 22 de julio la guarnición de Intermedia A vio pasar por el camino que se encontraba frente a ellos, con asombro, consternación e incredulidad, la tropa en franca desorganización y huida procedente de Annual, y algunos coches llevando oficiales en ellos. Al poco rato el capitán Escribano observó a lo lejos que la guarnición de Izumar había huido, abandonada por el capitán Joaquín Pérez Valdivia, dejando cuatro piezas de Artillería en poder del enemigo. Lo mismo vio en la Intermedia C, abandonada por el capitán José Reyes Grao. Sobre la Intermedia B hay dos versiones contradictorias: una, que se sumó a la huida; otra, que fue atacada por los rifeños y aniquilada el mismo 22 de julio en los primeros momentos del desastre. Poco después ve salir llamas de la posición de Yebel Uddia, a kilómetro y medio escaso de la suya, y a su guarnición saliendo, de forma que bastantes de sus soldados se acogieron a la protección que ofrecía Intermedia A. La situación era comprometida, pero el capitán Escribano no vaciló, y decidió que su deber era quedarse en la posición hasta recibir órdenes en contra.

Esa misma tarde, el general Navarro ordenó que se transmitiera a las posiciones la orden de evacuar sobre Dar Dríus, pero al telegrafista se le olvidó transmitir la orden a Intermedia "A", por lo que el capitán Escribano permaneció en la posición con sus hombres, resistiendo los ataques rifeños durante cinco días más, hasta el 27 de julio.

Durante dos días la posición estuvo transmitiendo su situación a Dar Dríus por heliógrafo, sin recibir ninguna respuesta u orden. Un desertor de esta posición, el soldado Antonio Tavira, procedente de Yebel Uddia, contaría años después que el 24 de julio murió el teniente Medina de las heridas recibidas mientras permanecía en su puesto al frente de la batería de Artillería, y que el capitán Escribano ordenó romper el cerco en busca de agua, de la que carecían. El intento se realizó durante la madrugada del 25 de julio, pero fue cancelado enseguida al ver el gran número de enemigos que había rodeado la posición. El soldado Tavira aprovechó la confusión para desertar y llegar a Monte Arruit, de donde saldría vivo para contarlo.

El 27 de julio (o pudo ser el 28, pues hay dudas sobre la fecha) la situación era desesperada para la posición, sin agua y escasez de víveres y municiones, por lo que el capitán decidió salir a parlamentar con los rifeños y pactar la capitulación. Pero mientras el capitán permanecía en pie hablando con los cabecillas, una parte de harka, segura de la victoria e impacientada por la perspectiva del botín, se lanzó contra la posición. El capitán Escribano se dio cuenta de ello, se zafó de los cabecillas y gritó a sus hombres que abrieron fuego de inmediato, a resultas del cual quedaron tendidos muertos en el suelo el capitán y un gran número de rifeños, que un rifeño allí presente cifró posteriormente en unos ochenta.

Muerto el capitán, bien el teniente Tellechea, bien el alférez Fernández Raigada, ambos heridos, reanudaron el parlamento con los rifeños, pactando la salida de la posición sin armas, y quedando los oficiales prisioneros; salió la tropa de la posición y entraron los rifeños a recoger los fusiles pero, al ver que las armas habían sido inutilizadas, desataron su ira sobre los desarmados soldados españoles con fuego de fusil y arma blanca, matando a todos menos a dos soldados, que fueron conducidos prisioneros a Annual. De esta manera, fueron exterminados los aproximadamente 160 defensores de Intermedia A y los huídos de Yebel Uddia.

El 30 de septiembre de 1921 el hermano del capitán Escribano, teniente Ricardo Escribano Aguado, presentó en nombre de la viuda una instancia solicitando la concesión de la Laureada para el capitán. El juicio contradictorio para conceder o denegar la condecoración comenzó en 1924 en el Consejo Supremo de Guerra y Marina. Fueron llamados a declarar cinco oficiales y tres soldados.

El juez instructor consideró el caso como incluido en el artículo 54, apartado 11, de las condiciones para la concesión de la Laureada, que dice lo siguiente: "Sostener con su fuerza, en virtud de una orden recibida de proteger una retirada, sin abandonar la posición, aunque sea asaltada o cercada por el enemigo, perdiendo el tercio de su gente."

El fiscal militar ratificó el dictámen del juez instructor y añadió lo siguiente: "El artículo citado es de aplicación al caso que se juzga, cualquiera que sea la forma en que Escribano fuese muerto, toda vez que no solamente cumplió la misión que se le confiara, sino que cumplió, con exceso, el requisito exigido en cuanto al número de bajas sufridas. Es además muy significativo y de un valor nada despreciable, los favorables comentarios que, entre los rifeños rebeldes, se hicieron más tarde sobre la conducta de quienes defendieron esta posición..."

El fiscal togado suscribió el informe anterior.

Inexplicablemente, el general auditor de la Armada, Eladio Mille y Suárez, designado por el teniente general José Zabalza Iturriría, ambos del Consejo Supremo de Guerra y Marina, desestimó la concesión de la Laureada, "considerando que ... no puede otorgarse ... sin que esté clara y plenamente comprobada ... la existencia de un hecho previsto en el propio Reglamento". Sin comentarios.

Este es el relato de lo ocurrido a esta posición que recoge el general Picasso en su resumen (capítulo VIII):

    En atestado 131, el soldado del regimiento de San Fernando Francisco Gómez Iniester, que como cartero de la posición residía en Dríus y el 22 de madrugada llevó el correo, regresando a su residencia hacia las ocho de la mañana sin advertir novedad, se describe someramente esta posición, pues tampoco se han presentado supervivientes de ella que poder examinar; constituían su guarnición dos secciones de la tercera compañía del tercer batallón de aquel regimiento, cuya tercera sección estaba destacada en Azrú, dos ametralladoras del primer batallón y el destacamento correspondiente de Artillería al mando de un oficial.

    El comandante de Ingenieros Alzugaray –folio 1121 vuelto- dice que cuando pasó por el pie de la posición, en retirada de Annual, pudo observar que se sostenía, aunque sin fuego, y el teniente de Intendencia Guerras –folio 1529- dice que el 23 [de julio], a las seis de la mañana, llamaba por teléfono –sic- a Dríus.

    No se tienen noticias directas de la acción de esta posición; por referencias se conocen, con arreglo a la declaración del teniente de Artillería Vidal Cuadras –folio 1492 vuelto-, de Cheif, que a las tres de la madrugada del día 25 [de julio] se recibió un despacho por óptica de Dríus ordenando que a las cuatro de la misma se abandonasen las posiciones de Tafersit y Midar, inutilizando cuanto pudiera ser de aprovechamiento al enemigo, se replegaran sus posiciones sobre la columna del campamento, contiguo a la posición; que esta orden fue transmitida a todas las posiciones circundantes que con la suya comunicaban, no pudiendo hacerlo con [Intermedia] “A”, “no recuerda por qué motivo”; y el teniente de Artillería Gómez López, de Dríus, comentando la retirada de las expresadas posiciones, consigna al folio 834, que a la posición [Intermedia] “A” se olvidó el telegrafista de comunicar la orden, por lo que continuó resistiendo tres días más, según se cree, hasta que la tomó por asalto el enemigo.

    El teniente médico Peña, en atestado al folio 283, dice que empezaron a atacar la posición “A” el mismo día 22; que se defendió durante dos días y enviaba heliogramas dando cuenta de que el enemigo la rodeaba y a los cuales no recibía contestación; confirmado el teniente Vidal Cuadras (folio 1495) que al llegar a Dríus en retirada, “A” seguía haciendo fuego y funcionando el heliógrafo.

    Según declaración del teniente de Artillería Reig, que fue prisionero de los moros en poblado próximo al lugar, como consecuencia del asalto a Buhafora, cuya batería mandaba, según noticias que le dieron los mismos moros, la posición se estuvo defendiendo hasta el 27 ó 28 de julio, habiéndose refugiado en ella, según noticias del mismo origen que ya se han hecho constanr antes, la guarnición de Yebel Uddia; que, entablado parlamento, su jefe, el capitán de la compañía D. José Escribano Aguado, salió a conferencias con varios principales moros; pero que al ver que los indígenas, impacientados por la codicia del botín, se echaron sobre la posición intentando forzar la entrada, mandó el capitán hacer fuego desde fuera a la guarnición apostada en el parapeto, muriendo de sus resultas el propio capitán y muchos moros de los que le rodeaban; no obstante el cual incidente, se reanudó poco después el parlamento, acordándose la entrega de la posición y armamento, saliendo libremente; pero que exasperados y rencorosos los moros por la agresión de que antes habían sido objeto, como por encontrar que el armamento había sido inutilizado antes de abandonarlo, rompieron el fuego y acometieron al arma blanca a los inermes defensores, exterminándolos a todos, salvo a dos que, según parece, estaban prisioneros en Annual en la época en que se refiere el relato con arreglo a las referencias del testigo.

    El citado oficial, aunque desde su cautiverio no veía la posición, sí oía el fuego y la fiesta de pólvora con que los moros celebraban su caída.

FUENTES:

  • AHN. TS-R. Expediente 50.4. Folios 831 a 842. Declaración del teniente de Artillería don Fernando Gómez López, destinado en Dar Dríus.
  • AHN. TS-R. Expediente 50.6. Folios 1191 a 1195. Declaración del teniente de Artillería don Roque Reig Valerino, jefe de la batería de Artillería de la posición de Buhafora.
  • AHN. TS-R. Expediente 50.10. Folios 2257 vuelto y ss. Resumen del general Picasso. Capítulo VIII. Posiciones pendientes de Annual
  • Pando Despierto, Juan. "Resistir y morir sin rendirse en vivir. Los hombres de la Intermedia A. Revista Ejército, número 924, abril de 2018.