class="img-fluid" Conferencia del 24 de julio de 1921, a las 01:40 horas.





AHN. TS-R. Expediente 50.1. Folios 80 a 83.

NOTA: La negrita es nuestra.

CONFERENCIA CELELEBRADA ENTRE EL SR. MINISTRO DE LA GUERRA Y EL ALTO COMISARIO DE ESPAÑA EN MARRUECOS (MELILLA).

A la 01:40 del día 24 de julio de 1921.

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Presente Ministro.- Le saludo cordialmente.

Alto Comisario.- Agradezco saludo que devuelvo con mayor afecto y sino tiene nada que decirme, tomaré la palabra.

Ministro.- Espero con todo interés.

Alto Comisario.- He llegado a las 11; durante mi viaje me acerqué costas Beni Said para ver la suerte que hubieran corrido las posiciones de Sidi Dris y Afrau, las dos estaban cercadas por enemigo y sin agua por no poder hacer aguada, apoyando cada una de ellas un barco de guerra pero sin poder establecer más comunicación que la óptica por estar playa ocupada. A mi llegada a Melilla he encontrado la población mal estado ánimo y esperando confiada la ayuda del Gobierno. Inmediatamente mi llegada hablé con jefes de Guelaya que previamente había citado, encontrándoles bien dispuestos en favor nuestro pero con reserva de que si no se cubría su frente les sería muy difícil mantener totalidad cábila a su lado. Inmediatamente traté de buscar comunicación con general Navarro, sin conseguirlo; dicho general, que pernoctó anoche en Dar Dríus con resto columna Anual, venía retirándose hay hacia Batel, duramente hostilizado. Desde este punto parece inició un segundo repliegue hacia Monte Arruit, donde en este momento llegan los restos desperdigados de la columna sin que se pueda distinguir las unidades, ni saber nada del general. Recojo también la noticia de que otras posiciones debilmente guarnecidas entre Batel y Beni Said, es decir, inmediatas a vanguardia del Kert, han empezado ser hostilizadas.

En estas condiciones y al tratar organizar la defensa me encuentro con que no hay nada aprovechable, todos los servicios desorganizados y material casi en su totalidad en poder del enemigo, y las fuerzas dispersas y sin mando y con ser desastrosa la situación que le pinto de recursos materiales, lo es mucho mayor la moral, que se ha perdido en casi todos los resortes del ejército; en una palabra, la Comandancia General de Melilla se ha fundido en unos cuantos días de combate en forma que de ella poco queda aprovechable, todo hay que crearlo de nuevo y todo ha de ser con los recursos que reciba y tan urgentemente, que de no hacerlo enseguida no podríamos quizás contener ni a la misma cábila de Guelaya, teniendo que constituirnos en las posiciones iniciales de 1909; ahora bien, como en todo lo que ocurre, como antes decía, hay una gran parte de decepción moral, una rápida reacción nuestra podría a mi juicio sin grandes dificultades, rehacer en gran parte lo perdido y devolver a esta región tan rica y floreciente ayer, su seguridad y tranquilidad perdida, pero ello requiere el rapidísimo envío de fuerzas y elementos, como veo por los últimos telegramas recibidos que ha empezado a hacer V.E.

Mi ideal sería poder restablecer la línea del Kert en la forma que estaba el año 1913, con lo cual tendríamos sujeto a Guelaya, devuelta tranquilidad plaza y campo y una gran base para recuperar lo perdido, lo que quizá no fuese tan difícil como a primera vista parece; pero como esa línea fue desguarnecida y aquí no hay ni material de fortificación ni Ingenieros, que están desperdigados por esos campos, ni fuerzas de que disponer; no podré hacer nada hasta recibir las que están en marcha y que empezarán a llegar esta mañana con expediciones de Ceuta y Almería; mientras tanto he de limitarme a ir recogiendo los restos columna, por el momento totalmente inutilizables y a garantizar las plaza, hasta ahora afortunadamente tranquila. Al exponerle la situación en términos lo hago y presentar ante Gobierno una idea global de las necesidades, sólo peinsa en la Patria y lo trascendental sería para ella no poder reaccionar de este desastre. A más de todas las fuerzas que me envía son necesarios el envío de dos regimientos de Caballería, pues en este momento me encuentro con que para enviar unas municiones a Monte Arruit de donde me las piden con apremio, no dispongo de ninguna fuerza para escoltarla, pues no se puede considerar como tales las partidas de escribientes y asistentes que se han movilizado para la defensa de la plaza.

La artillería montada, que como sabe V.E. es laq ue aquí más se emplea, ha caido toda en poder del enemigo, por lo que hace falta disponder aquí por lo menos de dos grupos; con las municiones ocurre otro tanto, en su mayor parte abandonadas en posiciones o perdidas por columnas; de elementos transporte se puede decir que no existen. Hacen falta por lo menos seis compañías Intendencia montaña y unos 40 camiones automóviles, pues los que aquí había, menos seis, todos han quedado en el campo abandonados. Ambulancias automóviles para transportar numerosísimos heridos hacen falta por lo menos diez y seis y montar un servicio de barco hospital para evacuar a Málaga. De material de fortificación, que en su totalidad estaba en vanguardia y, por lo tanto, se ha perdido, es necesario el envío de todo lo posible en estacones, alambre espinoso y sacos. Estas son las necesidades que de primer momento puedo exponerle.

Ministro.-Con toda atención he seguido la exposición serena y clara que V.E. me hace de cuanto ha podido apreciar a su llegada a esa, haciéndose cargo inmediatamente con la perspicacia que le da su pericia y el conocimiento del problema de Marruecos, de toda la enorme catástrofe que ahí hamos sufrido, así como de los medios de repararla. El tranquilo juicio que V.E. expone de la situación que ahí se ha encontrado facilita al Gobierno elementos de apreciación, que dentro de su inmensa gravedad hace abrigar esperanzas que en manos de V.E. será pronta realidad y que hasta el momento de esta conferencia cabía sospechar fuera perdida juzgando por todos los datos llegados acerca de la extensión del desastre y de la completa disolución de esa Comandancia. Con fría entereza V.E. reaccione seguramente a esa plaza y a los elementos de que pueda disponer y al hacernos abrigar gran confianza respecto de la defensa de esa ciudad que ha de considerar como primordial, se ve que inicia ya su plan que merece la más absoluta aprobación del Gobierno. Cuente, por consiguiente, para ello con toda la ayuda indispensable, comenzando por lo más inminente, como son los refuerzos para proseguir, con todos los demás elementos que me enumera. Espero que los batallones comienzen a llegar desde luego el día de hoy, proponiéndome que sucesivamente vayan hasta las 16 que tienen ya orden de salida. Asímismo dispongo inmediato envío de las fuerzas de Caballería que solicita y todo ello contribuirá a comenzar a reparar lo que hoy vemos derrumbado. Es cuanto me cumple manifestarme en contestación a su interesantísima conferencia, estando continuamente al habla para cuanto de mi requiera.

Alto Comisario.- Quedo muy agradecido a sus manifestaciones de confianza que por todos los medios me esforzaré en confirmar. Dura es la labor que hay que realizar, pero con la ayuda del Gobierno será muy difícil que no se llegue a conseguir rehacer en la medida necesaria lo destruido. Mañana con más tiempo y elementos de información podré confirmar mi primera impresión y sobre todo, qué es lo que resta saber de la columna, en estos momentos en repliegue sobre Monte Arruit, y si no manda nada más de mi, a su disposición estoy para cuando quiera llamarme si no me fija de antemano una hora para celebrar, para que le dé cuenta de la marcha de los sucesos, quedando a sus órdenes con el mayor afecto y respeto.

Ministro.- Como yo estoy todo el día en el Ministerio puede llamarme con absoluta libertad a la hora que más le convenga, acudiendo al instante al aparato. Cariñoso abrazo y buenas noches.

Alto Comisario.- Buenas noches.

Es copia.

El Jefe del Negociado, teniente coronel de Caballería
Lamela (Rubricado)

Hay un sello en tinta negra que dice: "Ministerio de la Guerra. Negociado de Marruecos".