class="img-fluid" Conferencia a las 23:15 del 22 de julio de 1921.





AHN. TS-R. Expediente 50.1. Folio 64 a 66.

Conferencia celebrada entre el Sr. Ministro de la Guerra y el Alto Comisario a las 23:15 horas del día 22 de julio.

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Sr. Ministro.- Presente Ministro, que le saluda con todo afecto.

Alto Comisario.- Presente Berenguer, correspóndele a su saludo.

Ministro.- Supongo V.E. enterado de todo lo ocurrido en primera línea posiciones Melilla con la catástrofe de Annual.

Berenguer.- Sé por telegrama que se ha celebrado una conferencia con ese Ministerio y aunque aún no ha concluido la transmisión, por su principio y por un telegrama recibido esta noche del General segundo Jefe, desde la posición de Dar Dríus, muy lacónico, y en que solo me dice que está allí recogiendo los restos desperdigados de la columna de Annual y posiciones intermedias sin tener noticias concretas de lo ocurrido, me hago cargo de la gravísima situación creada, que no alcanzó a remediar, por el generoso heroico sacrificio del general Silvestre. Ignoro aún alcance repliegue de nuestras tropas y lo que es muy importante, la situación y posiciones que conservarán, en la kábila de Beni-Said. Me he esforzado en ponerme en comunicación radiográfica con general Navarro para recibir impresiones y darle órdenes, sin conseguirlo. Ya telegrafiaré para que en lo posible se mantenga la línea Dar Dríus, Azugaj, Kandussi y Quebdani, conservando los puntos de la costa. En realidad en este momento, no sé el margen de resistencia que e queda y donde podrá mantenerse hasta la llegada de ......... refuerzos.

Ya he comunicado preparro esta noche el envío de otra batería y una compañía de Intendencia, Sección parque móvil y estaciones ópticas; pero como hay que contar con que lo que habrá quedado más desorganizado en el repliegue son precisamente los servicios, convendría enviar de ahí tres ambulancias de montaña, tres compañías de Ingenieros, tres compañías de Intendencia y una compañía de telegrafistas de campaña; de material de campamento, harán falta seguramente unas 200 tiendas cónicas y todas las que se puedan individuales. El refuerzo que marcha de ésta, como hubo que traerlo desde Beni-Arós, no podrá salir embarcado en primera expedición expedición a bordo del Ciudad de Cádiz hasta mañana por la tarde y urge la llegada de fuerzas, porque me imagino que el enemigo mayor que tenemos allí ahora es la falta de moral.

Yo he regresado esta noche de Beni-Arós a donde fuí a dar instrucciones a los jefes de columna para mi ausencia y celebrar conferencias con los kabileños que resisten a tratar con la oficina de Larache. He regresado sin lograr llegar a un acuerdo que queda aplazado para mi regreso. Dentro de unas horas saldré para Melilla adonde pienso llegar al obscurecer. Quedaré incomunicado durante viaje porque único cañonero puedo disponer no tiene radiotelegrafía.

Dejo aquí instrucciones para todas las eventualizades, pues dada la enorme importancia de lo ocurrido, hay que contar con que aquí repercuta, y me preocupa sobre todo nuestra línea de Gomara, por ser la más débil y próxima al lugar de los sucesos.

Esta noche recibí radio del cañonero Laya que en aquel momento estaban atacando Sidi Dris, habiéndole ordenado que con el Princesa de Asturias, que debe estar cerca, y con sus fuegos auxilien guarnición. Es cuanto puedo comunicar a V.E. por el momento.

Ministro.- Conforme con todo lo que me manifiesta, se organizarán inmediatamente envío compañías y servicios que me indica, comunicándole a mi ez que espero salgan con toda la rapidez posible dos medias brigadas de Infantería de a tres batallones, elegidos con preferencia de los puertos más cercanos a esa costa, dos grupos de Artillería de a tres baterías. Dígame si cree V.E. por el momento suficiente este refuerzo y si cree oportuno que las fuerzas que le he indicado no demoren su salida. Juzgo igualmente indispensable su urgente presencia en Melilla y espero todo pueda llegar a tiempo para levantar la moral de la tropas, adoleciendo solo de los defectos de una improvisación por la rapidez con que nos ha sorprendido lo ocurrido, cuando ningún indicio teníamos de lo que, por lo visto, se venía fraguando desde hace algún tiempo, a juzgar por la intensidad del estallido. El Gobierno confía en que una vez más pondrá V.E. a prueba sus grandes dotes que tan relevantes servicios viene prestando a la Patria.

Berenguer.- En cuanto a la urgencia de los refuerzos la juzgo inminente, sin poder apreciar, por ahora, si su cuantía es suficiente por desconocer la magnitud de las pérdidas. Como he dicho a V.E. entro pocas horas, las precisas dejar organizado lo que dejo y lo que me llevo, pienso salir para llegar hoy mismo Melilla. No podía yo prever, y con ello no eludo lo más mínimo mi responsabilidad, lo ocurrido y de cuya primera manifestación tuve conocimiento cuando V.E. me preguntaba qué había ocurrido en Melilla que recogía la prensa de Madrid. De entonces acá se han precipitado los sucesos en forma tal que, aunque no desconocía existencia de harkas en Tensamán, nnca podía imaginarme que su actuación alcanzara los resultados que han conseguido, prueba evidente de que, pese al elogio que benévolamente hace V.E. de mis dotes, en esta ocasión son solo deficiencias lo que pude demostrar.- Lo que sí puedo asegurar al Gobierno es que toda mi voluntad se empleará en solucionar la situación.

Ministro.- Tanto en nombre del Gobierno como en el mío propio puedo dar a V.E. la más absoluta garantía y sinceridad de los justos elogios que ahora como siempre me honro en tributar a su gestión, no siendo fruto de ninguna benevolencia sino expresión del sentir público que tan satisfecho se haya de la brillantez política y militar con que viene conduciendo las operaciones. Los desgraciados acontecimientos de Melilla no podrán en ningún caso ser imputables a la menor deficiencia de ese mando; puede sobre este particular tener V.E. plena certeza. A su llegada a Melilla me informará V.E. cuando lo crea oportuno acerca de lo conveniente de nombramiento Comandante General Melilla, indicando en su caso nombre de quien haya de designarse, pues nada he de hacer entre tanto. Deseo a V.E. una feliz travesía y el mayor éxito su gestión.

Berenguer.- Agradezco mucho a V.E. sus últimas frases que fortalecen mi espíritu al saber que cuento con su confianza y la del Gobierno. En cuanto a nombramiento Comandante General lo juzgo de urgencia así como su incorporación, permitiéndole indicarle que de largo tiempo solicitaron mi apoyo para este puesto los generales Burguete y Cavalcanti, siendo de mi agrado el que se sirva designar el Gobierno de S.M. Asimismo me permito indicar a V.E. la conveniencia de apelar al patriotismo de la prensa para que no divulgue, en lo posible, lo ocurrido, a fin de que no llegue en toda su extensión al enemigo, y sobre todo a la zona neutral recién sometida. En cuanto me haga cargo a mi llegada a Melilla de la situación procuraré conferenciar con V.E. y si no me manda más se despìde con el mayor afecto y respeto su subordinado.

Ministro.- Con iguales sentimientos me despido de V.E. como su más sincero amigo.

Berenguer.- escrito a mano. Adios.

Es copia.

El Jefe del Negociado, teniente coronel de Caballería
Lamela (Rubricado)

Hay un sello en tinta negra que dice: "Ministerio de la Guerra. Negociado de Marruecos"

El anterior telegrama fue dirigido al Alto Comisario.