HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Campañas




PRIMERA GUERRA DE ÁFRICA (1859 - 1860)

BATALLA DE TETUÁN (4 y 5 de febrero de 1860)

Segunda victoria española en suelo marroquí en campo abierto en la primera guerra de África. Al día siguiente las tropas españolas entraron en Tetuán, primer objetivo de la campaña.

La batalla de Tetuán, uno de los combates decisivos de la guerra, tuvo lugar entre el 4 y 5 de febrero de 1860. Las tropas del Sultán estaban comandadas por sus propios hermanos, Muley al Abbas y Muley Ahmed. Aunque la superioridad numérica de las fuerzas marroquíes era notoria, superioridad que se multiplicaba por la ventaja que les proporcionaba el terreno y el conocimiento del mismo, el general O´Donnell, un tanto inconsciente en su maniobra militar, ordenó el avance de las tropas españolas y el asalto frontal y a la bayoneta de las trincheras del enemigo.


Batalla de Tetuán, pintado por Salvador Dalí en 1961 (Colección particular, extraido de Internet). Destaca el hiper-realismo de los caballos, aunque incorpora temas propios como la figura de Gala arriba y unos esotéricos números en la parte izquierda. Los jinetes voladores parecen extraídos directamente de "Las mil y una noches". Una larga pierna apoyada en el centro parece simbolizar la opresión colonialista, que deja una tierra yerma flanqueada por los ejércitos. El ejército español está representado por el brazo harapiento que sostiene el sable, fuera de encuadre, anticipando su derrota final.

Un ala del ejército de O´Donnell, constituido por caballería, subió por el borde del río hacia la población; otro cuerpo, compuesto por infantería, ascendió también hacia la ciudad, tomando por el camino del centro del bosque, mientras que el propio O´Donnell avanzó con el resto del contingente. Los dos cuerpos, bien desplegados, consiguieron desalojar el campamento de Muley Ahmed cargando a la bayoneta. El cronista Charles Yriarte describe de esta manera el final de la batalla:

    "La trinchera estaba literalmente sembrada de cadáveres, los cañones maculados de sangre; los artilleros enemigos, valientes hasta el suicidio, se habían hecho matar junto a sus piezas".

Los "voluntarios catalanes" son los que se llevaron la peor parte en los combates. El general Prim observó la lógica vacilación de sus hombres ante las bajas que están sufriendo e inmediatamente se puso al frente de los mismos arengándoles a la lucha contra el enemigo y recordándoles su promesa de no abandonarle. Los "voluntarios calatales", espoleados por su paisano (el general Joan Prim i Prats había nacido en la población de Reus) se lanzaron inmediatamente hacia el enemigo consiguiendo, tras duros combates, romper el frente y hacer retroceder a las tropas del Sultán.

Victor Balaguer, en su libro "Los españoles en África", nos ofrece una simple pero significativa anécdota de lo que era y sentía el ejército español en aquellos instantes. En un momento de la batalla, y tras escuchar las trompetas que sonaban en combate, un soldado español que se encontraba en las trincheras preguntó a otro: "¿Que tocan? - La polca del general Prim - le contestó su camarada".

El día 6 de febrero de 1860, los voluntarios catalanes izaron la bandera española en la alcazaba de la ciudad, señal de ocupación de la ciudad.





FUENTES: