54 virrey de Nueva España (1798 - 1800)

Virrey de Nueva España desde el 31 de mayo de 1798.

La primera medida de su gobierno fue la disolución de las tropas concentradas por su antecesor, el marqués de Branciforte, pues en ellas ya se habían descubierto síntomas de insubordinación. La medida fue bastante acertada, pues a finales de 1799 el virrey descubrió la conspiración de los machetes, que tenía por objeto matar a todos los españoles acaudalados. El propio Azanza descubrió a los conjurados en persona, los redujo a prisión y les hizo instruir causa.

El espíritu revolucionario estaba tan latente en Méjico, que la causa fue sobreseída en tiempos de su sucesor, "porque se notaban síntomas alarmantes de tendencias revolucionarias, y temíase con razón que en el concepto de los americanos se tranformasen aquellos malhechores en mártires de la independencia."

Durante su gobierno, el virrey Azanza dió otras pruebas de su previsión y celo. Reforzó la defensa de las costas y la vigilancia del litoral aumentando el número de lanchas cañoneras.

Con motivo del terremoto del 8 de marzo de 1800, el virrey Azanza consolidó la justa popularidad que gozaba entre la población con disposiciones acertadas, su valor y su energía. Pero todas sus buenas prendas no lograron borrar de la mente de los mejicanos la mala experiencia e imagen causada por su antecesor, el marqués de Branciforte.

Su sucesor, el doctor don Félix Berenguer de Marquina, tomó posesión el 29 de mayo de 1800.