Era hijo de Sancho I El Craso, y nieto del gran Ramiro II. Nació alrededor del 962, y tenía tan solo entre cuatro o cinco años de edad cuando sucedió a su padre. Fué la primera vez en la historia de la monarquía astur-leonesa que se entregaba el trono a un niño de tan corta edad, lo que demuestra la tendencia hereditaria que iba teniendo la monarquía. Se nombraron como tutoras del niño y regentes del reino a su madre y su tía, Teresa Jimena, que se hizo monja tras la muerte de su esposo, y la monja Elvira respectivamente.

Minoría de edad (966-981)

Regencia del reino

Los nobles del reino estaban poco dispuestos a ser gobernados por dos mujeres y un niño, por lo que encabezaron una rebelión. Ya en los tiempos de Sancho I los condes de Galicia se habían resistido a reconocer la hegemonía leonesa, así que durante la minoría de edad del rey Ramiro III tanto ellos como los demás condes del reino gozaron de una casi completa independencia, y fingieron acatar la autoridad del joven rey.

A pesar de ello, las dos regentes conquistaron la consideración del país por su prudencia y su tacto, hasta el punto que en 974 se celebró en León una asamblea de notables y obispos en la que se dieron gracias a Dios por los beneficios de los que gozaba el reino bajo la dirección de las dos religiosas.

Invasión de los normandos (968)

Una expedición de normandos procedentes de Dinamarca había acudido a Francia para auxiliar al duque de Normandía, Ricardo I Sin Miedo. Una vez finalizada su misión, Ricardo I quiso librarse de ellos, y a tal efecto los envió a España, donde ya habían estado en varias ocasiones en el pasado. Unos 8.000 normandos tripulando 100 embarcaciones desembarcaron en las costas gallegas en el 968. Debido al estado del reino, gobernado por dos monjas regentes y con los condes en permanente rebeldía, los normandos pudieron merodear a sus anchas durante año y medio.

Una de las primeras víctimas fue el obispo Sisnando de Compostela, quien ya en 966 había pedido permiso al rey Sancho I para fortificar la ciudad para defenderse de los piratas.

Tras haber agotado las costas gallegas con sus ataques, los normandos decidieron retirarse en busca de nuevas tierras donde obtener botín. Confiados por lo bien que les habían ido las cosas hasta ese momento, en su retirada fueron derrotados por dos veces por los nobles del país, que estaban indignados por las fechorías de los piratas. Primero les derrotó un tal Rudesindo, a quien la iglesia venera como San Rosendo; luego el conde Gonzalo Sánchez, el asesino del rey Sancho I, que obtuvo una importante victoria sobre ellos.

Mayoría de edad (981-984)

Hacia el año 981 el rey Ramiro III, entrado en su mayoría de edad con unos 19 años, ejercía el poder por si solo. Llegó a gobernar tan solo unos tres ó cuatro años, en los que la suerte de las armas le fue adversa contra los musulmanes, y los condes gallegos levantaron contra él a su primo Bermudo II el Gotoso.

Expediciones contra los musulmanes

En 981 Ramiro III auxilió con sus tropas a Galib en sus luchas contra Abu Amir, pero la suerte fue adversa a su aliado, y el vencedor, queriendo vengarse del auxilio prestado por el leonés, se internó en sus estados y se apoderó de Zamora.

Ramiro III buscó entonces la alianza de Castilla y Navarra, con quienes marchó de nuevo contra los musulmanes. Pero fue derrotado por segunda vez; la capital del reino, León, se salvó de ser tomada por los enemigos gracias a una providencial nevada.

Levantamiento de los gallegos y guerra civil

Los condes de Galicia no estaban conformes con el nuevo rey, bien por su comportamiento altanero, bien porque pretendía imponerles de nuevo el yugo real. Lo cierto es que aprovecharon la derrota del monarca para levantarse contra él y coronar rey a su primo Bermudo II El Gotoso, a quien coronaron en Santiago de Compostela el 15 de octubre de 982.

Ramiro III no aceptó el ultraje, y marchó con su ejército contra los rebeldes. En la frontera entre León y Galicia se dió la batalla del Portillo de las Arenas, en la que ambos bandos quedaron tan maltrechos por los largos y sangrientos combates que el rey Ramiro III regresó a León y el pretendiente Bermudo II se volvió a Santiago.

A partir de aquí los hechos son confusos. El hecho cierto es que Almanzor invadió el reino con su ejército, venció a los cristianos tras enconada lucha y destruyó por completo la capital de León, dejando tan solo una torre en pié para dar testimonio del lugar donde había estado edificada la ciudad. Quedan las siguientes dudas:

• ¿Atacó Almanzor el reino de León por su cuenta aprovechando las luchas internas de Ramiro III?
• ¿Atacó Almanzar en connivencia con el pretendiente Bermudo II, sabiendo éste el riesgo que corría con tal alianza a la hora de gobernar el reino posteriormente?
• ¿Derrotó Bermudo II a su primo Ramiro III?
• ¿Fue Ramiro III expulsado del reino por Bermudo II?

El caso es que en 984 el nuevo rey leonés era Bermudo II El Gotoso. El historiador Dozy afirma que Ramiro III fue expulsado por Bermudo II y que estaba refugiado en los alrededores de Astorga esperando el auxilio de Almanzor, a quien había reconocido la soberanía, cuando la muerte le sorprendió en Destriana el 26 de junio de 984.

Ramiro III tenía 22 años a su muerte. Estaba casado con Urraca Sancha y no se sabe si dejó hijos de su matrimonio.