EL ARMA DE INGENIEROS




LA REAL Y MILITAR ORDEN DE SAN FERNANDO Y EL ARMA DE INGENIEROS


INTRODUCCIÓN

por el Coronel de Ingenieros D. Juan Carrillo de Albornoz (Licenciado en Historia y Profesor Emérito de la Academia de Ingenieros).

En el MEMORIAL DEL ARMA DE INGENIEROS Número 62, de junio de 2000, se publicaba un artículo, con el mismo título que éste, y en el que hacíamos una síntesis de la legislación y diferentes reglamentos que han regulado la preciada condecoración de la Orden de San Fernando, desde su creación el 31 de agosto de 1811 por las Cortes de Cádiz hasta nuestros días.

La primera vez que tomé contacto con la mítica recompensa, referida a los Ingenieros del Ejército, fue a través de dos hojas exentas, que acompañaban a un MEMORIAL de los años ochenta, en las que figuraban 19 nombres de otros tantos oficiales y suboficiales de Ingenieros, que se habían hecho acreedores a la Cruz de San Fernando, en alguna de sus categorías y en algún momento de la historia.

El autor era el Coronel de Ingenieros D. José Manuel Ripollés Fandós, entonces Subdirector de la citada revista técnica (que por otra parte siempre ha acogido con gusto los hechos históricos), al que el Memorial tanto debe, y al que sustituí en tal cargo, por razones de edad, que no de competencia.

En aquellos momentos, concentrado en la Historia del Arma en conjunto, apenas me interesé por dicha relación, que según testimonio del propio autor, el Coronel Ripollés, no cubría ni de lejos la verdadera relación de "Laureados", labor que estaba por hacer y que me animaba a realizar.

El Coronel Ripollés mantendría, después de pasar a la Reserva, una estrecha relación con el Memorial, y como es natural con el autor de este trabajo, al que le entregó algún tiempo después (pido disculpas al lector por las imprecisiones cronológicas, pero creo que tampoco son relevantes) una nueva relación manuscrita, sin mas datos, de "Laureados" de Ingenieros (como sabemos no todas las Cruces de San Fernando eran Laureadas, pero esta denominación resulta mas conocida), rescatados por él del olvido. Tampoco fue esa la ocasión, por falta de tiempo, en la que abordara la labor a la que me animaba el citado coronel, desgraciadamente ya fallecido. Sin embargo, con el paso del tiempo, y creo llegado el momento, después del consiguiente estudio e investigación, pues de investigación se ha tratado, de realizar un inventario, acompañado de una breve biografía, de los Ingenieros, que por sus méritos, pasaron a formar parte de la "Real y Militar Orden de San Fernando", desde su creación hasta nuestros días.

Como ya se ha señalado, el inventario, se inició con las dos relaciones del Coronel Ripollés, a las que se añadió otras dos cedidas respectivamente por el Coronel de Infantería D. José Luis Isabel Sánchez, y por el Coronel de Ingenieros D. Eduardo Bravo Garrido, y a los que agradezco su desinteresada e inestimable ayuda. A este listado básico se ha ido añadiendo otros numerosos nombres sacados fundamentalmente de los "Estados del Cuerpo de Ingenieros del Ejército" del Siglo XIX, y que venían a ser nuestras escalillas actuales, y de otras fuentes, como las notas necrológicas publicadas en los Memoriales de Ingenieros, así como de la bibliografía consultada. En los citados Estados se relacionan las condecoraciones de cada uno de los Ingenieros que figuran en ellos, con lo que se pudo completar razonablemente el listado de "Laureados". Digo razonablemente, ya que dichos estados no aparecen hasta bien entrado el siglo XIX (concretamente en 1846, fecha que coincide con la fundación del Memorial de Ingenieros), con lo que algunos de los recompensados con la Cruz de San Fernando durante la Guerra de la Independencia, es posible que no consten en la relación que ofrecemos, por no estar (solo se relacionaban los oficiales en activo) ni en los citados Estados ni en ninguna de las relaciones o fuentes señaladas anteriormente.

Una vez establecida la relación de Ingenieros con la preciada recompensa, quedaba la labor de realizar una mínima biografía de cada uno de ellos. Para esto último, hemos contado con algunos datos reflejados en los listados ya reseñados, con los sacados de los Estados de Ingenieros, con los correspondientes a las "Necrologías" impresas en los Memoriales del Cuerpo (a partir de 1868 como se ha dicho, con los reflejados en los Tomos I y VI de "La Galería Militar Contemporánea" (Servicio Histórico Militar),y sobre todo, de los expedientes personales de cada uno de nuestros antepasados, expedientes obtenidos en el Archivo General Militar de Segovia, frecuentemente visitado por el autor de este trabajo, el cual no puede por menos de agradecer la colaboración y franca ayuda de cuantos allí trabajan, y de forma muy especial a su director el Coronel de Artillería D. Juan Vicente Hernandez, y al Brigada de Caballería, Licenciado en Historia, D. Carlos Javier Puente de Mena.

Por otro lado, y en cuanto al trabajo en sí, conviene hacer algunas puntualizaciones para facilitar la labor de los posibles lectores.

En primer lugar está la cuestión de los suboficiales de Ingenieros. Es necesario hacer constar que hasta 1931 en que se crea el Cuerpo de Suboficiales, éstos formaban parte de la tropa, por lo que en puridad no pertenecerían hasta ese año al Cuerpo de Ingenieros, aunque fuesen suboficiales de los Regimientos del Arma, y con toda lógica hoy les consideremos de Ingenieros. En consecuencia, en algún caso figurarán como, por ejemplo: Capitán de Infantería (por ascensos por méritos de guerra) y Sargento Primero de Ingenieros, por antigüedad, como es el caso de Giral, héroe de la Guerra de la Independencia. Esto significa que no podían ascender a oficial de Ingenieros sin haber ingresado en el Cuerpo, después de haber realizado los estudios pertinentes. Esta cuestión ha sido una dificultad añadida, ya que no figuraban por tanto en las escalillas del Cuerpo (Estados), aunque en determinados casos es posible rastrear sus nombres y cruces, gracias a que algunos de ellos se pasaban con el tiempo al Cuerpo de Celadores de Ingenieros, que sí constaban en los citados Estados.

Otra cuestión ligada en parte a lo anterior, es el "Dualismo". El Dualismo era la normativa que afectaba a los Cuerpos facultativos (Artillería, Estado Mayor e Ingenieros), fundamentalmente en el Siglo XIX, y por la cual los oficiales de dichos Cuerpos podían ascender por méritos de guerra en escalafones distintos a los suyos, mientras ascendían por rigurosa antigüedad en el propio. Un ejemplo paradigmático del dualismo es el caso del Ingeniero General Zarco del Valle, el cual terminaba la Guerra de la Independencia como Brigadier del Ejército (por méritos en campaña) y Capitán de Ingenieros por antigüedad.

Al igual que con los Oficiales, ocurría con los Suboficiales, los cuales ascendían por méritos en un escalafón general, como se dijo, e incluso en el de Infantería (como vimos en el caso de Giral), pero seguían por antigüedad en el suyo, aparte de que no podían, según hemos señalado, entrar en el Cuerpo de Ingenieros como oficiales.

Finalmente, también relacionamos a los oficiales de Infantería que obtuvieron la Cruz de San Fernando como agregados a los Regimientos de Ingenieros. Debemos recordar en este sentido, que era práctica habitual durante el Siglo XIX, la agregación de oficiales (hasta Capitán) de tal Arma a las Unidades de Ingenieros, durante las numerosas guerras que se desarrollaron a partir de 1800 y durante toda la centuria. Esto era debido a que el Cuerpo de Ingenieros era incapaz de completar las plantillas de sus regimientos, en las campañas consiguientes. Es lógico, pues, que incluyamos a estos oficiales de Infantería, muchos de los cuales, posteriormente, pasaban por la Academia de Ingenieros, integrándose definitivamente en el Cuerpo.



FUENTES:

  • Juan Carrillo de Albornoz. La Real y Militar Orden de San Fernando y el Arma de Ingenieros.