A la muerte de Muza, el emir Muhammad I entregó a los hijos de aquel, sometidos a la autoridad del emir, el gobierno de las ciudades de su padre, en un gesto que indica el poder que ejercía la familia Banu Qasi en el valle del Ebro. A Fortum ibn Muza le dió Tudela, y con el tiempo llegó a ser un general victorioso a las órdenes del gobernador de la Frontera Superior, Jalid ibn Ubaud Allah. A Ismayl ibn Muza le dió Zaragoza y a Mutarrif ibn Muza le correspondió Huesca.

Lupp ibn Muza había sido tomado como rehén en 859 cuando las tropas de emir sofocaron la rebelión de Toledo y llevado a Córdoba. Allí el emir le dejó en libertad para sumarse a las tropas que iban a combatir la segunda incursión de los normandos en Sevilla. Una vez derrotados los invasores, Muhammad I le liberó, le dió como esposa a la esclaya Ayab y le ordenó regresar a sus tierras, donde reconstruyó el castillo de Viguera.

Sus hermanos no aceptaron la presencia de Lupp en sus tierras y reunieron sus tropas para marchar contra él. Pero Lupp les derrotó en los fosos de Viguera, causándoles numerosas bajas y apoderándose de hombres y caballos. A continuación marchó sobre Arnedo, donde las mujeres estaban celebrando un duelo por la muerte de sus hombres ante Viguera. Lupp se disfrazó y tomó el castillo. Pero sus hermanos consiguieron vencerle en los campos de Calahorra. No lo mataron, sino que convencieron a su mujer Ayab de que rindiera el castillo de Arnedo y dejaron a Lupp regresar a Viguera.

Ante las rencillas de los hermanos Banu Qasi, el emir recobró el poder en la Frontera Superior y apartó a los Banu Qasi del gobierno de las ciudades. Con el paso del tiempo Lupp ibn Muza se convirtió en el jefe de sus hermanos y en el guía político de la familia, renovando incluso la alianza con sus parientes de Pamplona. A tal efecto, buscó el apoyo de su primo García Iñiguez Arista y se alzó de nuevo en rebelión contra el emir de Córdoba. El 19 de enero de 872 Fortum ibn Muza se opoderó de Tudela con una estratagema ideada por Lupp; el 22 de enero Ismail tomó Zaragoza, donde llegó Lupp tres dias despues; el 27 de enero Ismail tomó Monzón y su hermano Mutarrif se apoderó de Huesca. Lupp hizo prisioneros a los gobernadores de la zona enviados por el emir: Wuhayd ibn Ahmad, de Tudela; su hijo Muhammad, de Zaragoza; y Abbas ibn Abd al-Barr, de Huesca.

Parecía que el poder de los Banu Qasi renacía con fuerza de la mano de Lupp ibn Muza. Pero éste murió el 25 de abril de 875 en un accidente de caza, siendo enterrado en Viguera.