RECOMPENSAS
Por resolución de 11 de mayo último S. E. El Generalísimo de los Ejércitos Nacionales, como resultado del expediente de juicio contradictorio instruido al efecto, y de conformidad con lo informado por la Junta Superior del Ejército se ha designado conceder la Cruz Laureada de San Fernando Colectiva, por los hechos de armas comprendidos entre los días 15 de noviembre de 1936 y 10 de mayo de 1937, a las fuerzas que guarnecían la Ciudad Universitaria (Madrid), integrantes de las Unidades que a continuación se relacionan; quedando anulada la concesión de la Medalla Militar Colectiva, que se hizo en 3 de marzo de 1937, a la 4ª Bandera de la Legión, ya que los hechos que motivaron dicha concesión se encuentran comprendidos en la presente recompensa, así como cualquier otra que a las expresadas Unidades se le hubiera concedido por los mencionados hechos:
CUERPOS Y UNIDADES
- Novena Bandera de la 2.ª Legión del Tercio.
- Tercero y quinto de Tabores del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Alhucemas núm. 5.
- Quinto Tabor del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta núm. 3.
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Burgos, 8 de junio de 1938. II año triunfal.
El Ministro de Defensa Nacional.
P.D.
El General Subsecretario del Ejercito,
Luis Valdés Cabanilles.
MÉRITOS
Relación sucinta de los méritos contraídos por las fuerzas que guarnecían la Ciudad Universitaria (Madrid).
Estas fuerzas hicieron un continuo alarde de heroísmo y espíritu de sacrificio, al rechazar los ataques del enemigo sobre la Ciudad Universitaria, especialmente en los meses de enero y febrero de 1937, en que éstos se hicieron más violentos, intentando en todos, el enemigo, romper el cerco en que se hallaban, cuyos ataques fueron combinados con una serie de voladuras de edificios y trincheras, los cuales fueron rechazados enérgicamente.
El día 4 de febrero atacó el enemigo las trincheras del Parque del Oeste con artillería, tanques y morteros; el día 7, contra el puesto de mando con iguales medios y fuerte preparación artillera; el 10 atacó en todo el frente del sector siendo igualmente rechazado, demostrando toda la guarnición alto espíritu y gran acometividad; el día 11 continuó el ataque por parte del enemigo, con más ímpetu que el anterior, en el que, en las ocho horas de duración que lo mantuvo intentó el asalto por todas las trincheras y edificios del sector, siendo enérgicamente rechazado, abandonando más de 70 muertos; el 12 y 13 siguió atacando el enemigo, así como el 21 y 22.
El día 23 lo hizo a fondo, iniciándolo a las cuatro y media de la madrugada con fuerte preparación artillera, por todo el frente, e intentando el asalto al edificio de Ingenieros Agrónomos, llegando hasta un camino cubierto en construcción: La guarnición de Agrónomos no sólo rechazó con energía este ataque, sino que, saliendo parte de ella del edificio y con una hábil maniobra, cortó la retirada al enemigo, el cual dejó en poder de dichas fuerzas más de 80 muertos, capturándose algunos prisioneros y recogiendo bastante armamento.
El día 2 de marzo nuevamente el enemigo por todo el frente, con voladura de dos minas, sobre cuyos escombros se lanzó la guarnición con valor insuperable, arrojando granadas de mano y consiguiendo hacerle huir, dejando algunos muertos abandonados; el 10 atacó violentamente en todo el sector; el 11 continuó el ataque con intenso fuego de cañón, tanques y morteros y con voladura de una mina en el edificio de Agrónomos, que lo partió en dos, quedando sepultados ocho soldados con armas y una ametralladora. A pesar de esto la restante guarnición no se arredró y al grito de “Viva España” acudió a la brecha abierta por la explosión y con gran heroísmo rechazó al enemigo que intentaba asaltar el edificio, haciéndole huir desordenadamente, abandonando algunos muertos con armamento.
El día 18, tras una intensa preparación artillera y nutrido fuego de mortero, inició el ataque por todo el frente del sector, principalmente por el parque del Oeste, Hospital Clínico y Agrónomos, efectuando seis voladuras de minas, dos de ellas en Ingenieros Agrónomos, que nuevamente parten el edificio y las restantes en el Hospital Clínico, Fundación del Amo y en el edificio de Higiene, demostrando la guarnición, que no vaciló a pesar de las voladuras, un alto espíritu al contraatacar al enemigo, haciéndole huir a la desbandada, dejando el campo cubierto de cadáveres.
Además de los ataques citados fueron rechazados otros muchos por la misma guarnición que en todo momento, como un sólo hombre y con un heroísmo sin límites, respondió sin vacilaciones ni titubeos; la Infantería, en sus trincheras, rechazando valientemente los ataques enemigos; los Zapadores trabajando día y noche en las fortificaciones y en las contraminas; los Artilleros siempre al pie de los cañones, para apoyar a sus hermanos los Infantes y así todos sin distinción alguna.
La metralla marxista desgarró muchas veces sus carnes y algunos murieron gloriosa y valientemente, cuando había que resistir sus ataques. A pesar de todo, nuestras posiciones permanecen invariables y el enemigo, en su vano empeño de recuperarlas, ha perdido material y hombres en cantidades fabulosas. El mismo lo afirma en su Prensa y Radio.
Muchos hechos heroicos pueden registrarse en las páginas de la historia patria, desde la era gloriosa que tiene su comienzo en el 18 de Julio de 1936, pero entre ellos no debe faltar el que tuvo como teatro la Ciudad Universitaria, porque el título de heroico lo han ganado con valentía y lo han rubricado con sangre española los invictos soldados de Franco.