El Ejército de Tierra español inició los estudios de modernización de sus medios y sistemas de Transmisiones en 1973, dando con ello nacimiento al Programa RADITE; desgraciadamente esta iniciativa fue cancelada en noviembre de 1991. Dejamos al juicio de la Historia la correcta interpretación de esta cancelación, si es que algún día se sabe lo que realmente ocurrió.
Los primeros sistemas de Transmisiones Tácticas estructuraban sus enlaces de manera paralela a la organización del Mando. Eran los llamados Sistemas Jerárquicos, donde los Centros de Transmisiones de la Red coinciden con los Puestos de Mando de las Unidades. Tras la Segunda Guerra Mundial, el nacimiento de la Teoría de la Información, origen de las técnicas digitales, y las experiencias de la guerra de Corea, se crea el Proyecto MALLARD entre los Estados Unidos, Canadá, Australia e Inglaterra. Sus objeticos eran dobles: por un lado pretendía realizar estudios sobre la posible utilización de las nacientes tecnologías digitales en el campo de las comunicaciones tácticas; por otro lado, debía desarrollar el concepto de Sistema Mallado, de Área o de Zona, que permitiría al sistema de comunicaciones establecer la red de forma independiente a la estructura de mando.
Debido a la falta de entendimiento en asuntos de interoperabilidad con otros sistemas de los países de la OTAN, el Congreso norteamericano retiró su apoyo al Proyecto MALLARD y éste fue cancelado en 1970. Sin embargo el camino estaba iniciado. La guerra del Vietnam confirmo que los estudios teoricos realizados en el seno del proyecto eran válidos y que señalaban el proceso a seguir por las comunicaciones tácticas. Entre ellos ser verificó la necesidad de contar con:
Todo ello podía ofrecerlo la tecnología digital, cuya principal ventaja frente a la tecnología analógica estriba en que mientras en ésta es imposible predecir y tratar la fuente de la información, en aquella la información se reduce a trenes de pulsos perfectamente conocidos, predecibles y reproducibles, cuya ausencia o presencia puede ser tratada de forma matemática con objeto de manipularla.
Tras la disolución del Proyecto MALLARD varias naciones iniciaron el desarrollo de unos sistemas de comunicaciones tácticas que cumplieran requisitos digitales, de forma que puede considerarse a este proyecto como el antecedente de los sistemas TRI-TAC norteamericano, PTARMIGAN británico, RITA francés y de los sistemas EUROCOM en general, incluido RADITE.
Escudo del Sistema RADITE: Torre del Arma de Ingenieros sobre dos rayos cruzados, procedentes éstos de los utilizados por las primeras tropas de Telegrafía del Ejército de Tierra a finales del siglo XIX; todo ello sobre el despliegue de una Red de Área mallada, cuyos vértices representan Centros de Transmisiones de Puesto de Mando o Centros Nodales, en función de su dibujo como triándulo o círculo; todo orlado con los colores de la bandera de España y el lema "RADITE" a sus pies. (Foto: webmaster).
Durante los primeros años de la década de los setenta varios paises de la OTAN comenzaron a definir sistemas de comunicaciones tácticos digitales por su cuenta. Pronto se vió que la solidez de la OTAN podría verse afectada si tales sistemas nacionales no resultaban interoperables. Debido a que el proceso de normalización no progresaba dentro de la OTAN con la rapidez deseada, los ministros de Defensa de los países de la OTAN, excepto Francia, reunidos en el seno del EUROGRUPO, decidieron establecer un organismo específicamente dedicado a tratar los parámetros relacionados con la arquitectura y la interoperabilidad de las redes de Transmisiones digitales tácticas. Dicho organismo, en el que partipaban representantes del gobierno y de las empresas de los paises miembros, fue conocido como EUROCOM. Su objetivo era la normalización de los requisitos operativos que habían de cumplir los Sistemas de Comunicaciones Tácticos Digitales, así como los parámetros técnicos básicos que habían de incorporar y los interfaces entre ellos y entre sus equipos. La mayoría de los paises miembros comenzaron a diseñar sus sistemas de acuerdo a la normativa EUROCOM, con la salvedad de Francia y Reino Unido, que habían comenzado sus desarrollos antes de la toma de acuerdos por parte de EUROCOM; no obstante, la industria de estas dos naciones comenzó a ofrecer nuevas generaciones de equipos y sistemas diseñados siguiendo la normativa EUROCOM. Fue así que comenzaron desarrollos que ofrecían entre otros, las siguientes características EUROCOM:
Desde el punto de vista operativo, las características más importantes que ofrecían los sistemas EUROCOM en aquella época eran las siguientes:
Desde el punto de vista del usuario, la red telefónica ofrecía las siguientes características:
El lector que se acerque a estas líneas está perfectamente inmerso en el mundo tecnológico que nos rodea, y posiblemente no conciba el mundo sin Internet, sin Wifi, sin teléfono móvil y sin ordenador portatil. Por ello es conveniente que trate de enmarcar la época de la que estamos hablando para mejor entender las ventajas técnicas, operativas y de usuario que hemos referido:
En el año 1973, como culminación de una trabajos iniciados en 1969, se formó una Comisión Mixta en el seno del Ejército de Tierra integrada por personal militar y civil cuya misión fue estudiar la posibilidad de acometer en España el desarrollo de una Red Digital Táctica que recogiera los planteamientos del Proyecto MALLARD y que fuera similar a las que estaban siendo desarrolladas en Francia (RITA) y Reino Unido (PTARMIGAN) en aquellos años. El personal militar de la comisión estaba formado por representantes de la Jefatura de Transmisiones del Ejército (de feliz memoria, hoy desgraciadamente extinta), que ejerció la presidencia y dirección de la Comisión, de la Academia de Ingenieros del Ejército y de Infantería de Marina; el personal civil provino de la empresa Marconi Española S.A..
Esta comisión recomendó la necesidad de disponer en el Ejército de Tierra de un sistema de comunicaciones automático, digital e integrado. En su informe, elaborado en 1974, proponía su posible implantación e cuatro fases:
Escudo de la Unidad de Pruebas RADITE: Casco de conquistador español sobre la Cruz de Borgoña, con fondo azul cielo y ondas de radio que se propagan desde abajo. A izquierda, arriba y derecha, el lema de la unidad: en latín "RES NON VERBA", que significa "HECHOS, NO PALABRAS"; debajo, el acrónimo RADITE. Dibujo confeccionado por el entonces Teniente coronel don Jose Ignacio Mexia, destinado en la Jefatura de Transmisiones del Ejército, colaborador de la Oficina de Programa RADITE y de este sitio web. (Foto: webmaster).
Sin embargo, la Jefatura de Transmisiones se vio obligada a posponer la consecución de la primera fase (la fase convencional), interrumpiéndose de este modo el proceso de adquisición del sistema. Ello fue debido, fundamentalmente, a las siguientes razones y circunstancias:
En 1979 se dio un importante paso para la consecución de la primera fase (Convencional) del sistema: la aprobación de las "Normas para la organización y funcionamiento de los Puestos de Mando de División, Brigada y Batallón", embrión de las futuras Orientaciones O-0-0-20. En ellas se comenzó a plasmar en documentos oficiales la concepción de un sistema homogeneo y que permitía concebir y diseñar su adquisición. A partir de este documento nacieron unas necesidades de enlace que exigían una reorganización de las unidades de Transmisiones y la reestructuración de sus plantillas de personal y material, de forma que se pudiera pasar de un sistema jerárquico a otro mallado. Para ello se tuvo en cuenta el material existente en aquellos años en las unidades, y un material que el gobierno español solicitó en 1977 al gobierno de los Estados Unidos de América en función de los acuerdos firmados entre ambas naciones.
Ante la posibilidad de que la entrega del material norteamericano sufriese retrasos, como en efecto así sucedió, la Jefatura de Transmisiones impulsó la creación de una Plan Provisional que denominó Programa OLIMPO, concebido para dotar a las Grandes Unidades de los medios necesarios para constituir sus redes mínimas con la mayor eficacia que posibilitaban los medios existentes en ese momento. De aquí arranca la tradición de las Transmisiones del Ejército de Tierra de poner nombre a sus estaciones[01].
En 1980 se inició la entrega de los equipos de programa OLIMPO a las unidades, con idea de provisionalidad y correspondiendo a la primera fase (Convencional) del informe de 1974 de la Jefatura de Transmisiones. Durante los años 1982-84 se recepcionó el material de procedencia norteamericana. El excelente resultado ofrecido por el Sistema OLIMPO obligó a reconsiderar la asignación del nuevo material, y en 1984 la Jefatura de Transmisiones difundió la Instrucción Técnica 1/84 referida a la composición de los Centros de Transmisiones de las Grandes Unidades con una mezcla de material OLIMPO y material norteamericano, dando con ello origen a un nuevo sistema denominado Sistema OLIMPO-USA.
Habida cuenta que la primera fase (Convencional) del informe de 1974 estaba en marcha, que las empresas del sector de comunicaciones presionaban y que existía la posibilidad de conseguir fondos del Ministerio de Defensa, en 1982 la Jefatura de Transmisiones inició los trabajos para desarrollar la segunda fase: la digitalización de la red. A tal fin, la Jefatura dio comienzo a los estudios de pre-viabilidad para la adquisición de un sistema digital, al que posteriormente denominó RADITE, acrónimo que significa Red Automática Digital Integrada Táctica de Ejército.
A tal efecto, durante los años 1982 y 1984 la Jefatura de Transmisiones lideró un estudio de ingeniería de lo que podría ser la red en los escalones de Cuerpo de Ejército, División y Brigada, llegando a una primera aproximación de las especificaciones de sus subsistemas y equipos. El equipo de estudio estuvo formado por un reducido grupo de oficiales de la propia Jefatura de Transmisiones y de la Academia de Ingenieros del Ejército, y un plantel de ingenieros civiles procedentes de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid, y del consorcio DIGICOM, formado por las empresas EISA, Marconi Española, EESA, Estándard Eléctrica y Eria. Para la realización del estudio se tomaron en cuenta tanto los sistemas ya existentes en otros paises como la normativa redactada por EUROCOM.
En el año 1983 el proyecto pasó a depender de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, orientándose como un programa de Investigación y Desarrollo.
En el mes de mayo de 1985, el teniente general JEME, Sáenz de Tejada, propuso al Secretario de Estado de la Defensa (SEDEF), a la sazón don Eduardo Serra, impulsar el Programa RADITE, calificándolo de "tema que considera de gran importancia para el Ejército", y definiendo la digitalización de las comunicaciones tácticas del Ejército como "un objetivo insostalable que deberá alcanzarse necesariamente en la década de los 90" y expresando, finalmente, "la urgencia del proyecto". Como consecuencia de esta propuesta, la empresa ISEL (Ingeniería de Sistemas Electrónicos e Informáticos) [02], dependiente del Ministerio de Defensa, comenzó a definir junto con la Jefatura de Transmisiones, un prototipo de red cuya contratación y desarrollo sirviera para estudiar la viabilidad del proyecto, verificación de requisitos y comprobación de la respuesta del Sistema desde los puntos de vista operativo y técnico. Asimismo, se estructuró el programa en tres fases:
Primera Fase: debido a que el estudio de ingeniería del sistema ya había sido realizado por el consorcio DIGICOM durante los años previos, esta fase se dedicó a la definición del Prototipo de Red, a la planificación de las fases y etapas del Programa, a la definición de las especificaciones técnicas de los equipos fundamentales y a la redacción del Documento de Petición de Oferta del siguiente paso: Segunda Fase, Etapa A.
Segunda Fase, para el diseño y desarrollo del Prototipo de Red. Se definió como una fase de Investigación y Desarrollo, con transferencia de tecnología extranjera; se financió con fondos del Ministerio de Defensa asignados a la Subdirección General de Tecnología e Investigación de la DGAM. Su duración se estimó en siete años y se dividió en tres etapas, dedicadas fundamentalmente a lo siguiente:
Etapa A: para desarrollar los prototipos de una Red Automática de Conmutación de Circuitos.
Etapa B: para desarrollar los prototipos del sistema de acceso radio y de la secrafonía de la red.
Etapa C: para desarrollar una Red de Conmutación de Paquetes.
Tercera Fase, para la producción en serie de los equipos necesarios para equipar a las unidades del ET. Se realizaría con cargo a los fondos del ET mediante programas de adquisición una vez finalizadas las distintas etapas de la segunda fase.
El SEDEF aprobó la totalidad del proyecto en enero de 1986; en junio de ese año el SEDEF nombró el jefe del Programa RADITE, a propuesta del JEME, con facultad para crear una Oficina de Programa. Finalmente, tras un concurso restringido, el 15 de octubre de 1986 se adjudicó el contrato de la Segunda Fase-Etapa A a la Unión Temporal de Empresa (UTE) denominada DIGICOM, formada por las empresas INISEL, Standard Eléctrica y Marconi Española.
DISEÑO DE LAS OFICINAS DEL PROGRAMA Y DEL CONTRATISTA.
Nombrado el general de Brigada de Ingenieros don Antonio Martín Larrauri como Jefe del Programa, éste organizó una Oficina de Programa para la dirección y gestión del mismo, así como para el seguimiento de los diferentes contratos que se firmaras. Estaba constituida por:
Para optar al contrato de la Segunda Fase-Etapa A, las empresas del consorcio DIGICOM INISEL, Standard Eléctrica y Marconi Española formaron la UTE DIGICOM, quedando la empresa ERIA como subcontratista para soporte de diseño de software. Posteriormente, debido a las circunstancias que concurrieron en Marconi Española, que acabó siendo comprada por AMPER S.A., Marconi abandonó la UTE y sus compromisos de desarrollo fueron asumidos por Standard Eléctrica, que a su vez fue comprada por la multinacional Alcatel NV, y cambió su denominación a la de Alcatel Standard Eléctrica SA (Alcatel SESA). El contrato de instalación de los equipos en vehículos militares fue adjudicado a la empresa PAGE Ibérica. Para acometer sus tareas, la UTE DIGICOM se organizó de la siguiente manera:
En 1985 se estimó la duración del contrato en tres años. Con el paso del tiempo se comprobó que esta estimación era demasiado optimista, ya que en realidad el contrato duró cinco años. Los retrasos fueron debidos a los normales procesos en el diseño de hardware y software y de fabricación de prototipos, y a las vicisitudes de las pruebas de campo.
ALCANCE DEL CONTRATO.
El objeto del contrato de la Segunda Fase-Etapa A era el diseño y fabricación de un Prototipo de Red de cuatro nodos o Centros de Transmisiones, al que se denominó Red Mínima, que sirviera para probar la viabilidad y funcionamiento del sistema. Para ello se eligió el desarrollo de los elementos mínimos indispensables para establecer una Red Comunicación de Circuitos:
El Módulo de Central Digital de Conmutación (MCDC) era una central de conmutación de circuitos no bloqueante, con ocho puertos de 512 kbits/seg. cada uno de ellos, pudiendo conmutar hasta 240 canales. Es una central modular debido a que se podían apilar varios módulos para obtener mayor capacidad de conexión y conmutación de canales, en función de la arquitectura de red necesaria en cada situación operativa.
En cada uno de sus puertos puede conectarse otro módulo MCDC (EUROCOM Trunk Group) o un equipo multiplexor (EUROCOM Trunk Loop) sin necesidad de pre-programar la central. El operador recibía información sobre el estado de cada puerto a través del display del frontal. Podía leerse información del estado general de la central y del estado particular de cada puerto, dependiendo de la posición del mando.
La central tenía incorporada una central de paquetes de pequeña capacidad para manejar los protocolos de enrutamiento y tráfico de las llamadas y soportar las comunicaciones de los equipos MCDC, MUX y ECC. Sobre esta central se diseñaria la Red de Conmutación de Paquetes de la Etapa B. Todos los datos de usuario y de red necesarios para su correcta configuración y funcionamiento estaban almacenados en el ECC, desde donde se controlaban los elementos de conmutación.
El Multiplexor (MUX) era el equipo de acceso de los usuarios a la central, con una capacidad de hasta 30 canales, cada uno de ellos de 16 kbits/seg (en modulación Delta EUROCOM), conformando una trama EUROCOM de 512 kbits/seg.
El MUX podía soportar tarjetas de usuario digital, para su empleo por teléfonos digitales EUROCOM, teletipos, facsímiles y ordenadores tipo PC; y tarjetas de usuario analógico, para conectar teléfonos analógicos de batería local o central; esta capacidad permitía adsorber el gran parque de telefonos analógicos que el ET tenía en aquellos años.
El MUX podía ser configurado en modo AISLADO, MUX CONECTADO A MUX o MUX CONECTADO A MCDC. Estos modos permitían al equipo trabajar como centralita local, realizar conexiones punto a punto, o permitir el acceso de sus usuarios a la red a través de la central.
El Radioenlace multicanal (RAD-II) trabajaba en la banda II de EUROCOM (610 a 960 MHz. Su modo normal de funcionamiento era con tramas de 512 kbits/seg y un ancho de banda de 1 MHz, pudiendo trabajar a velocidades de 256 y 1024 kbits(seg.
El equipo RAD-II incorporaba un circuito LPI (Low Probability Intercepcion) que permitía realizar enlaces con la mínima potencia posible, que mejoraba sensiblemente las capacidades de los equipos del sistema OLIMPO-USA de dotación. El teclado y el display permitían al operador programar los datos de trabajo (frecuencias, velocidades, potencias, canal de servicio...), comprobar el funcionamiento interno del equipo y su circuitería, así como de la cadena de transmisión y conmutación a la que estaba conectado mediante la realización de bucles externos, de tal manera que esta facilidad se incorporó a los procedimientos de trabajo para la identificación de fallos de enlace en la cadena MCDC-MUX-UTL-RAD.
El Elemento de Control de Centro (ECC) era el equipo que dialogaba con los equipos MCDC de su nodo y con los MUX conectados a ellos.
Montado sobre un ordenador tipo PC rugerizado, realizaba tareas de supervición del funcionamiento de los módulos MCDC y MUX del nodo y control técnico del mismo, pudiendo tomar el control de técnico de otros nodos de forma remota en el caso de fallo de los ECC de aquellos nodos. También realizaba tareas de control táctico del nodo, y gestión de datos de usuario y de red. Como elemento de impresión se utilizó un teletipo, si bien se tenía previsto su sustitución por una impresora de chorro de tinta en la fase de adquisición en serie.
PRUEBAS DE CAMPO (1990).
La ejecución y seguimiento de los desarrollos de la Segunda Fase-Etapa A se dividieron en cuatro pasos:
La última fue una fase fundamental en el Programa y tuvo por objetivo comprobar que los equipos desarrollados pudieran conformar una Red Digital Táctica cumpliendo las exigencias de una gran unidad. Para ello se planificaron y realizaron dos tipos de pruebas:
Las pruebas de campo se concibieron para ser realizadas por personal militar, bajo la dirección del Contratista y supervisión de la Oficina de Programa. Esta concepción obligó a la realización de unos cursos de operación y mantenimiento para el personal militar de la Unidad de Pruebas. Tras dos meses de preparación, esta unidad se enfrentó a las tareas de manejar un sistema automáyico, desplegar con él para formar una serie de configuraciones de red y realizar las acciones recogidas en el Protocolo de Pruebas.
Las pruebas sirvieron para realizar la verdadera integracion de todos los elementos de RADITE, es decir, los equipos objeto del contrato principal, los vehículos donde se integraron, los cables y conectores que transportaban la señal vehículo a vehículo y los terminales reglamentarios que tenía el Ejército en aquel entonces. La ejecución de la pruebas originó situaciones no esperadas por no haber sido detectadas en laboratorio; al no estar planificadas de antemano, no constaban en los protocolos de prueba. Esto exigió del contratista acciones correctoras y a enriquecer el protocolo de pruebas. Las pruebas de campo permitieron al personal civil y militar obtener una visión común de lo que era un sistema digital táctico y lo que se esperaba de él. Por último, permitieron perfilar los requisitos de lo que sería el contrato de la Segunda Fase, Etapa B.
Las pruebas se realizaron a lo largo de 1990 en dos escenarios: El primer escenario fue Hoyo de Manzanares y alrededores de la sierra de Madrid, con centro en la Academia de Ingenieros; en él se realizó la integración del sistema y se comprobaron los comportamientos técnicos del sistema. El segundo escenario fue el sur de Toledo, con centro en la Academia de Infantería, donde se comprobó el comportamiento operativo y dinámico del sistema. Los defectos encontrados fueron corregidos por el contratista y objeto de comprobación en unas nuevas pruebas de campo realizadas en los alrededores de El Pardo. Durante la fase de pruebas en Toledo se hizo una presentación del sistema a los países miembros de EUROCOM y del grupo Post 2000 de la OTAN, que recibieron con satisfacción los desarrollo españoles. Las pruebas también sirvieron para contratar el juego de manuales técnicos redactados por el contratista y los manuales de operación elaborados por la Oficina de Programa.
Simultaneando con las pruebas, se crearon varios grupos de trabajo entre el Estado Mayor del Ejército y la Oficina de Programa para coordinar la adquisición de material de Transmisiones susceptible de ser reutilizado en RADITE, estudiar la posible adquisición y homologación de cabinas shelter y camiones de transporte para los equipos de la Segunda Fase, abordar la adquisición y fabricación en serie de los equipos RADITE y, por último, concretar las plantillas de personal y material de las unidades de Transmisiones dotadas con material del sistema RADITE.
ESPECIFICACIONES PARA EL CONTRATO DE LA SEGUNDA FASE, ETAPA B
A mediados de 1988 comenzaron los estudios y trabajos para definir las especificaciones del Documento de Petición de Oferta del contrato de la Segunda Fase, Etapa B, con objeto de presentarlo al Ministerio de Defensa a la finalización del contrato vigente. La Oficina de Programa definió los Requisitos Operativos Militares Básicos de los equipos y sistemas que se incluirían en el siguiente contrato. Tras su remisión al Estado Mayor del Ejército para su aprobación, se convocó a las empresas españolas del sector de comunicaciones de Defensa y se les solicitó un estudio de viabilidad de los equipos y sistemas objeto del nuevo contrato. Toda la documentación generada en esos meses se remitió al Ministerio de Defensa a mediados de 1990 para iniciar la contratación.
En el año 1991 el Ministerio de Defensa sacó a concurso restringido el contrato de la Segunda Fase, Etapa B. Se presentaron tres ofertas de otras tantas empresas o grupos industriales. Se contrató a la empresa ISDEFE la valoración de las ofertas. Pero el Ministerio de Defensa, a pesar de haber recibito tal valoración, declaró desierto el concurso.
Finalizadas sus responsabilidades respecto al contrato de la Segunda Fase, Etapa A, y declarado desierto el concurso del siguiente contrato, la Oficina de Programa pasó por una fase de desconcierto. El General Jefe del programa presentó su dimisión en diciembre, y la oficina se disolvió, pasando sus oficiales o otros destinos.
En noviembre de 1991 el secretario de Estado de Defensa, señor José Miguel Hernández Vázquez, declaró que "RADITE estaba muerto y lo vamos a enterrar." Para sustituirlo, el señor Hérnández anunció la compra de un sistema de comunicaciones de Tierra, "no tan ambicioso pero sí operativo", y el inicio de un programa de investigación en este campo con empresas extranjeras.
Con ello se fueron al traste nueve años de trabajo y otros veinte de ilusiones.
En julio de 1991 el Ministerio de Defensa recepcionó los equipos de la denominada "Red Mínima" de RADITE, objeto del primer contrato. Fueron entregados al RETAC.21, donde quedaron en depósito sin contrato de mantenimiento ni futuro previsto para el sistema. Tras la decisión del Ministerio, las conclusiones del Informe de 1974 continuaron vigentes, es decir, la obtención de un sistema digital de comunicaciones tácticas seguía siendo un objetivo del Ejército. Si en 1985 el teniente general JEME definió tal objetivo como "urgente", la situación creada por la decisión ministerial agravó la urgencia. Mientras tanto, el resto de países aliados prosiguieron sus programas, dejando a España anclada en su fracaso: Francia mejoró su sistema RITA y exportó su tecnología y conceptos al sistema MSE de los Estados Unidos. Alemania finalizó con éxito su sistema AUTOKO-90 digital. El Reino Unido dotó a un Cuerpo de Ejército con su sistema Ptarmigan. Los Paises Bajos acabaron su sistema ZODIAC. Noruega e Italia hicieron lo propio con sus sistemas TADKOM y SOTRIN respectivamente. Todos estos países, además, continuaron su participación activa en los grupos Post-2000 y LAN/WAN de la OTAN, adoptando sus estudios y conclusiones en su industria y ejércitos nacionales. Todo ello agravó la brecha tecnológica y operativa entre España y los ejércitos aliados.
Sin comentarios.
[01] Las estaciones vehiculares del sistema OLIMPO se denominaron con nombres de dioses cuyo ortografía tenía relación con la capacidad que ofrecían los equipos de la estaciones; de esta manera, la estación PLUTON tenía instalada en su interior radioenlaces multicanales PL-65/70; la estación MINERVA era la dedicada a funciones de Centro de Mensajes; la estación CERES era la dedicada a la integración con los equipos de la Red Radio de Combate; la estación CENTAURO para la Central Telefónica; estación MERCURIO para las radios HF y VHF; estación TRITÓN para los terminales de teletipo, etc. Esta tradición fue recogida por el Sistema RBA, que bautizó a sus estaciones de manera similar, pero con nombre de provincias españolas: estación RIOJA para los equipos radioenlaces; estación ASTURIAS para los equipos satélite; estación PAMPLONA, donde se instalan los multiplexores Promina; estación GALICIA, donde están instalados los radioenlaces y centrales necesarios para servir a un Grupo de Abonados; etc. Esta tradición se mantiene con las nuevas estaciones SORIA, ELCHE, CÓRDOBA, SANTANDER, etc.
[02] Esta empresa se denomina actualmente ISDEFE, Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España. Es una sociedad estatal con carácter de sociedad anónima mercantil y capital del Ministerio de Defensa, dedicada a la definición de los sistemas derivados de las necesiades del PEC, desarrollo de especificaciones, seguimiento de programas y proporcionando asistencia técnica a diversos órganos del Ministerio.