Ingeniero militar italiano al servicio del rey Felipe II.

    (NOTA: La presente biografía está copiada de la escrita por Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño en la web de la Real Academia de la Historia).

Agustín Asmodeo (o Amadeo, o Amodeo) nació se cree que en Italia a principios del siglo XVI. De allí llegó con García de Toledo para la conquista del peñón de Vélez de la Gomera en compañía de otro ingeniero, Juan Pedro Libadote (o Livadote). Había embarcado en Nápoles con las tropas encargadas de la citada conquista. Posteriormente, se quedó en el peñón encargado de su fortificación, respecto a lo cual remitía en 1565 varias cartas sobre el estado y progreso de los trabajos. En ese año, figuraban en el peñón 230 soldados, 120 azadoneros, un cantero, un carpintero, un ingeniero (el propio Agustín Asmodeo), con 18 hombres y 12 artilleros. Igualmente existían un vicario, un veedor, un contador, un tenedor de bastimentos y un mayordomo de artillería. La composición administrativa del peñón era la misma que la de Melilla.

En 1565 se encontraba en el peñón de Gibraltar, desde donde remitía varios informes sobre el estado y progreso de sus fortificaciones.

En noviembre de 1567, de nuevo en Melilla, señalaba que “por falta de materiales, los trabajos de las fortificaciones están suspendidos” desde hacía dos meses y que los obreros no habían cobrado más que la tercera parte de sus salarios. Para él mismo solicitaba su licenciamiento, ya que no se entendía con el capitán.

En 1568 seguía dirigiendo las obras de fortificación del peñón de Vélez de la Gomera. En ese mismo año se encontraba en la Corte, donde había traído un modelo de la citada fuerza (las fortificaciones del Peñón), al tiempo que reclamaba que se le abonaran unos atrasos (en esa época ganaba 14 ducados al mes).

A finales de 1568 fue enviado a las islas Canarias para estudiar las fortificaciones contra los piratas. A este ingeniero se le debe el sistema defensivo para el puerto de Las Palmas, que, aunque modificado, serviría de base para otros proyectos posteriores. Asmodeo remitió un plano de Las Palmas de Gran Canaria a la Corte, en el que proponía un sistema defensivo consistente en la construcción de tres fortalezas: una en la montaña de San Francisco y las otras dos en “la marina”, en cada uno de los extremos de la ciudad, además de seis baluartes con los consiguientes tramos de muralla de cantería que envolviese a la ciudad. El costo de la obra la cifraba en 80.000 ducados. En junio de 1571, el corsario francés Jean de Capdeville atacó y saqueó La Gomera. El 20 de junio de ese mismo año, por una Real Cédula, se ordenaba a “Agustín Asmodeo, Ingeniero, pasase de Canaria a Tenerife a reconocer sus fortalezas”.

El problema fundamental de la fortificación del archipiélago canario en el siglo XVI era el de asegurar la ciudad de Las Palmas, por ser la más expuesta a ataques de los piratas, ya que La Laguna, capital de la isla de Tenerife (que rivalizaba en su comercio y riqueza con Las Palmas) por ser una ciudad interior, estaba relativamente asegurada frente a las incursiones de piratería. En éstas, predominaban las operaciones costeras sin adentrarse en el país, para tener bien segura la retirada y obtener el botín con el menor coste.

Asmodeo murió en Las Palmas de Gran Canarias en noviembre de 1571; en el momento de su muerte se le debían 300 ducados por el tiempo que había trabajado en las islas Canarias.