El origen del escudo del Arma de Ingenieros se remonta a la fecha de creación del Regimiento Real de Zapadores Minadores en 1802.
El castillo, que en Heráldica se otorga "a los que lo hacen fabricar y defienden con esfuerzo y valor, y a aquellos que los ganan por fuerza o por asalto", y cuyas torres, en Heráldica, significan "grandeza, elevación, asilo y salvaguardia", es distintivo de los oficiales del Arma desde por Real Orden de 15 de julio de 1802, que decía lo siguiente:
"El Rey se ha servido mandar que los Oficiales del Real Cuerpo de Ingenieros usen en lo sucesivo el uniforme siguiente: solapa de terciopelo negro, con siete ojales de plata en ella, y dos castillos de la misma, uno a cada lado del cuello; chaleco encarnado; pantalón azul, botón y vivo de la casaca blanco; media bota; sombrero con galón de plata y pluma encarnada; y en vez de la espada usarán sable de plata; será permitido el chaleco y plantalón blanco. El Botón contendrá una corona, y debajo el lema Real Cuerpo de Ingenieros".
El castillo elegido como escudo se define en Heráldica del siguiente modo:
"Torre donjuanada, almenada de seis almenas visibles con dos saeteras en cada uno de los cuerpos de la torre, con puerta, mazonada de sable."
La explicación de este argot especializado es la siguiente:
Desde mediados del siglo XIX se adornó este castillo con armas. Así lo ordenaba el Reglamento de Uniformidad para Ingenieros, publicado po R.O de 7 de agosto de 1860, en el que se introdujo como novedad la utilización del chacó-ros como prenda de cabeza, el cual debía ser "de fieltro blanco, con chapa de metal blanco, con trofeo de castillo, corona, laurel y roble, todo en una pieza, y el número de cada Regimiento entre el castillo y las palmas". Las ramas eran "de roble a la diestra y de laurel a la siniestra, nervadas y frutadas, unidas por sus troncos y liadas en punta, todo en oro".
En Heráldica, el roble significa "ánimo fuerte y constante, y de fecundidad en empresas valerosas", mientras que el laurel se asocia fundamentalmente a la gloria y a la fama conseguida con acciones heroicas o sobresaliendo en una actitud noble". Ambas figuras se asocian a las virtudes del Arma de Ingenieros de Fortaleza, Lealtad y Valor recogidas en el himno del Arma.
Con ocasión del bicentenario de la creación de Cuerpo de Ingenieros, S.M. el Rey don Alfonso XIII concedió al Cuerpo la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII, mediante Real Decreto de 21 de abril de 1911; ello obligó al Ministerio de la Guerra a publicar la Real Orden de 25 de octubre de 1911, publicada en el D.O. número 239, por el que se adicionada la insignia de la orden de Alfonso XII al escudo del Cuerpo de Ingenieros. Por último, una disposición de 1911 de la Junta Facultativa aclaraba lo siguiente: "El castillo deberá ser de plata, la corona real la ya conocida, las ramas de laurel y roble de los colores correspondiente, la cinta de la banda de color violeta, y la cruz de los colores de los varios esmaltes que lleva".
Por Orden de 16 de abril de 1931, el nuevo gobierno de la República dispuso que "desaparezcan de los uniformes, emblemas, material y atributos militares, todas las insignias reales y representacion de la Monarquía". De esta manera, el escudo del Arma de Ingenieros cambió la corona real por la corona almenada, pero siguió manteniendo la cruz de Alfonso XII en virtud de los méritos que representaba la condecoración.