Carta de Don Jorge Próspero de Verboom al Marqués de Bedmar de 4 de julio de 1712 sobre la importancia de que se determine la entera formación del Cuerpo de Ingenieros.

Excmo. Señor:

Satisfaciendo a lo que V.E. ha sido servido mandarme diga mi parecer sobre recurso que han hecho los Ingenieros que se hallan en los Reynos de Aragón y Valencia y frontera de Cataluña, pidiendo se les señale a cada uno la Provincia y Plaza donde deban asistir, y retirarse concluidas las Campañas, habiendo formado el Excelentísimo Señor Marqués de Canales un estado de la destinación de ellos, se me ofrece decir a V.E, que no hallando comprendidos en el, el Ingeniero mayor Don Francisco Mauleon, y el Ingeniero Engefe Don Juan Diaz Pimienta, y no conociendo yo tres sugetos que van nombrados en dicho estado, que se han admitido por Ingenieros en el tiempo de mi prisión en Cataluña, que son Don Bruno Cavallero, Don Carlos la Baume, é, Mr. de San Feliu, no puedo dar zón de la capacidad de estos últimos, como lo puedo hacer de los primeros; y conviniendo al servicio del Rey se repartan según la importancia de las Plazas, y de las obras que se ahn de hacer en ellas, y por consiguiente según la capacidad de cada uno, solo puedo dar mi parecer sobre los que conozco.

Lo que me da motivo de bolver a representar a V.E. lo que hice dos años ha, que siendo las plazas las que aseguran los dominios de los Príncipes, nada les importa mas que el resguardo de ellas, y que para esto importa al servicio de su Magestad tener en dichas Plazas quien entienda y diriga sus fortificaciones según las reglas del Arte, y con la economía que requieren tan grandes y costosas fábricas, dando cuenta de todo lo que se ha de egecutar en ellas, por Planos y Memorias, sin que esta incumbencia quede al arbitrio de los que no entienden la profesión, de que han nacido los dañosos inconvenientes de haber hecho obras contra las mesmas Plazas, y haberse desmolido muy útiles a sus defensas, y aún abandonado y desmoronado puestos enteros sin participación alguna de la Corte, ni aún de los Capitanes Generales, dejando a parte el grandísimo desperdicio que se ha hecho en dichas obras, como se está experimentando todos los días: Por egemplo, en las obras nuevas que se han hecho en Lérida, y aún las viejas se están cayendo por haber sido fabricadas por Oficiales nescios, que no han sabido buscar el terreno sólido para establecer sus cimientos, por lo que quedará la Plaza abierta sino se remedia cuanto antes lo que no se puede hacer sin mucho gasto, y ha sucedido en Fraga, que habiendo gastado más de veinte mil Doblones en dinero, sin comprender los peones del País, no solamente no se ha hecho ninguna obra de provecho, pero se ha disminuido y quitado la defensa que la naturaleza le había dado.

Estas y muchas más razones hacen patente cuánto importa al Real servicio, que se empleen hombres abiles en esta profesión, como los tienen hoy su Magestad en España, y que estos estén debajo de un Director General que tenga experiencia en esta facultad, para que pueda conocer de lo que egecutan los Ingenieros que se emplean en dichas obras, los cuales le han de dar cuenta dellas, y no hacer ni quitar ningunas sin haber primero embiado las Plantas y Proyectos, con los ajustes de ellas, a fin de ponerlos en la noticia de su Magestad, para que se sirva resolber sobre ello lo que mejor hallare convenir a su Real servicio, y arreglar los fondos para el gasto de dichas obras, que por ningún motivo se debieran emplear en otras cosas, lo que se conseguirá cuando no quedare al arbitrio de los Gobernadores, Comandantes de Plazas ó otras personas independientes de este ministerio, el disponer de ellos. Y habiendo su Magestad sido servido encargarme de esta incumbencia por título despachado en 13 de enero e 1710 de que va aquí la copia, en que dice su Magestad entre otros Artículos de dicho título:

    "Corran por vuestra dirección todas las fortificaciones que se hicieren en las Plazas de todos mis Reynos y Dominios, de las cuales me embiareis Plantas y Proyectos, para hacer nuevas Plazas, mudar o añadir fortificaciones a las antiguas, estinguir y desacer las inutiles para que yo pueda hacer juicio de ellas, y daros las órdenes que convinieren a mi servicio; y para que en su consecuencia hagais, y mandeis hacer los ajustes y precios de ellas para mejor bien y ventaja de mi servicio; y a este fin os encargo y mando hagais tambien examen de los Ingenieros que se presentaren para entrar en mi servicio, y egercer este empleo, dándoles los testimonios según sus méritos e inteligencia en este Arte, para que sepan egecutar las obras en la forma y realidad que requiere dicho Arte, y fábrica de ellas. Etc."

Pongo en la consideración de V.E, como Ministro a quien esto toca, y como tan inteligente en esta materia; si alguno que no es profeso en ella, y que no tenga la experiencia que se necesita para conocer de lo que conviene o no al servicio de su Magestad sobre esta dependencia, es capaz de egecutar estas sus Reales órdenes; por lo que suplico a V.E. se sirva representarlo a su Magestad, para que se digne de declarar, si es de su Real gusto que yo prosiga en este ministerio, habiendome hallado su Magestad capaz del, como consta por el sobre dicho despacho: Y entretando para cumplir en lo que V.E. me manda, añadiré aquí un Estado de la forma en que me parece se pudiera hacer las destinación de los Ingenieros que yo conozco, no pudiendolo hacer de los demás a menos que se de la orden que vengan al examen; esto se ha de entender de los que se han recivido por diferentes conductos durante esta Guerra, y no han pasado por él; por lo que convendría tener noticia de todos los Ingenieros que se hallan en el Reyno, tanto en Andalucía, como en Extremadura y otras Provincias, para poder egecutar la misma destinación en todas partes, y de esta manera se hallará el Rey bien servido.

Y siendo la intención de su Magestad, que haya buena regla en esta profesion militar, como en todo lo demás; fue su Magestad servido dos años ha, mandar se formase un Cuerpo de todos los Ingenieros, como se practica en todos los Estados y Dominios de los demás Reyes, Príncipes y Repúblicas, para que hubiese la subordinación y regla, que importa más tener en él que en cualquier otro Egército militar, por donde su Magestad podrá también saber lo que importará al año el gasto de este Cuerpo, y la utilidad que se sacará del para su Real servicio: Hice dos años ha por manos de V.E. un Proyecto dello, y como por las contingencias y sucesos del tiempo, y quizás por hallarme yo prisionero de los enemigos, no se ha tomado resolución en forma sobre ello: Si es del gusto de su Magestad bolveré ha hacer otro; entretanto buelvo a representar a V.E. que no teniendo este género de Oficiales plaza en los Cuerpos, y ningún otro recurso que el de sus sueldos; siendo asi que son los que trabajan más, y que están más expuestos que ningunos a los peligros de la guerra, y a los gastos de continuos viages, además de hallarse en las Plazas, las más espuestas de la frontera, en donde los generos suelen siempre valer más caros que en otras partes, es necesario que estén bien asistidos con sus pagas regulares, situadas sobre las rentas fijas que el Rey tiene en dichas Plazas o Provincias, para que puedan cumplir con su obligación, y con esto vendría a ganar mucho el Rey por la buena economía, que en esta forma quedaría establecida en el gasto de sus fortificaciones, y otras obras Reales.

Y como nada es más capaz de dar emulación a los Oficiales, que las diferentes dignidades en los Cuerpos, para que cada uno movido por el celo y aplicación al servicio pueda adquirir el grado supremo de cada estado; será muy digno de la benignidad de su Magestad darles este consuelo, que no sirve de mayor gasto a sus Reales Rentas, pues no son mas que títulos con que se hallan honrados, que sirven de premio a los que por su aplicación y servicios se han distinguido sobre los demás, y para que en este Cuerpo, como en los otros, puedan tener los ascensos según sus méritos.

Y conviniendo (como he dicho) al servicio del Rey que haya subordinación en este Cuerpo como en los demás del Egército, será necesario que haya un Gefe u Director en cada Reyno, u Provincia, a quien immediatamente puedan acudir los demás Ingenieros, y dar cuenta de sus obras a dicho Director, quien ha de estar con la obligación de hacer de cuando en cuando la visita de las Plazas que tiene a su cargo, particularmente cuando se travaja en ellas, y dar cuenta de todo al Ingeniero General, para que éste la de al Rey; y teniendo su Magestad al Coronel Don Francisco Mauleon con título de Ingeniero mayor del Reyno de Aragón, que es el que corresponde a el de Director, este podrá residir en Zaragoza y tener a su cargo todas las Plazas de Aragón y los Ingenieros que se hallaren en él; Y como por la muerte del Ingeniero Don Agustín Stevens, que murió de sus heridas en el sitio de Cardona, se halla vacante el título de Coronel, sería de la benignidad de su Magestad concederle a Don Alejandro de Rez, con el de Director de las Plazas de Cataluña; es el más antiguo de los Ingenieros de Flandes, hombre de mucha capacidad y experiencia en las obras de Mar y Tierra, y pudiera tener por ahora su residencia en Tortosa, mientras todo el Principado no esté debajo de la obediencia de su Magestad, por que entonces pudiera residir en Barcelona, y tener entretanto la Dirección de las Plazas que su Magestad posee en Cataluña, y las del Reyno de Valencia. Espero de la grande justificación de V.E. que se servirá hacer el favor a este sugeto benemérito, de proponerlo así a su Magestad, advirtiendo que este título de Coronel estaba ya en el Cuerpo, y no puede hacer egemplar para los Oficiales de las Tropas.

Falta de representar a V.E. que por haberse hallado el Ingeniero Don Juan Diaz Pimienta prisionero de guerra en Cataluña, cuando el año pasado se hizo un reglamento provisional para los Ingenieros de Flandes, no fue comprendido en él; y le corresponde por sus méritos y servicios el título de Ingeniero Engefe con el grado de Teniente Coronel, por lo que suplico a V.E. proponer a su Magestad sea servido mandar, que se le den los despachos necesarios para que pueda egercer su empleo.

Y como por la facultad que su Magestad se ha servido concederme por su Real despacho citado arriba, que todos los Ingenieros que están en su Real servicio estén debajo mi mando y dirección; parece, que convendría prevenirlos de ello en sus títulos y comisiones, para que lo tengan entendido, y para el mejor acierto de este servicio se pudieran también comprender las demás circunstancias que faltan en dichos despachos; para lo cual (si es del gusto de su Magestad) pudiera hacer un formulario para ponerlo en su Real noticia, y expresar en ellos lo que su Magestad hallara convenir; todo lo cual suplico a V.E. ponerlo en la alta consideración de su Magestad, para que se sirva resolver sobre ello lo que mejor le pareciere para el bien de su servicio.

Dios guarde la Excma. persona de V.E. los muchos años que deseo.

Madrid y Julio 4 de 1712.

Sin firma.

Excmo. Señor marqués de Bedmar.

Simancas y Mayo 22 de 1854

Jose Aparici.





  • Archivo de Simancas: Negociado de Guerra Moderna. Legajo 2.998. Año 1712. Copia existente en los documentos coleccionados por Aparici.