Columna móvil a cargo del regimiento "Melilla" núm. 59, compuesta por cuatro compañías de fusiles y una de ametralladoras. Se replegó combatiendo sobre Dar Drius, sufriendo muchas bajas durante la retirada.

Su campamento estaba junto a la posición del mismo nombre, ocupada el 24 de junio de 1920 en el boquete de Midar, sobre la margen izquierda y a unos tres kilómetros del río Kert y a siete de Dar Dríus. No tenía agua, que la recibía de Dar Dríus, debiendo la columna conducir su ganado al río Kert para abrevar.

La columna estaba formada por unos 600 hombres encuadrados en cuatro compañías de fusiles y una de ametralladoras del regimiento de Infantería "Melilla" nº 59, al mando del teniente coronel don José Romero Orrego, jefe del 3er. Batallón:

  • Compañía de Ametralladoras, 1º Batallón, Rgto. "Melilla" núm 59: al mando del capitán Manuel Sanchez de las Matas Rubí, y los tenientes Fernando Méndez-Vigo Méndez-Vigo y Antonio Bernárdez de la Cruz, con un total de 62 hombres de tropa.

  • 1ª Compañía, 2º Batallón, Rgto. "Melilla" núm 59: al mando del capitán Enrique Alonso García , el teniente Luis Arjona García y el alférez Carlos Simarro Medina, con un total de 107 hombres de tropa.

  • 2ª Compañía, 2º Batallón, Rgto. "Melilla" núm 59: al mando de los tenientes Isidro López Cañete y Mariano Romero Dudi, y el alférez José Serena Giscafe, con un total de 123 hombres de tropa.

  • 3ª Compañía, 2º Batallón, Rgto. "Melilla" núm 59: al mando del Félix Almanda Díaz, el teniente Federico Sabau Rosado y el alférez José Bravo López-Pastor, con un total de 102 hombres de tropa.

  • 4ª Compañía, 2º Batallón, Rgto. "Melilla" núm 59: al mando de los alféreces Ismael Ríos García y Antonio de Acuña Guerra, con un total de 100 hombres de tropa.

Estas compañías habían estado destacadas previamente en Kandussi hasta el 11 de junio, fecha en que el mando decidió su traslado a Cheif, traslado que hicieron sin la impedimenta, que dejaron en Kandussi, lo que derivó en enfermedades debidas a la suciedad.

Tras recibir las instrucciones para el repliegue hacia Zoco el-Telatza después de haber acogido en la columna las posiciones de vanguardia, el teniente coronel Romero dispuso las tropas para la salida mientras esperaba la llegada de las posiciones circundantes. Tan solo una treintena de hombres procedentes de Hamuda consiguió llegar a Cheif, a eso de las 07:00 horas del 23 de julio:

  • Cheif: situada a apenas 100 metros del campamento, se replegó sin novedad.

  • Buhafora: No consiguió llegar a Cheif. Recibieron la orden de repliegue a las 04:15 horas de la madrugada. Los oficiales decidieron quedarse por estar rodeada la posición. A las 15:30 horas de produjo el asalto a la posición, quedando tan solo 20 supervivientes.

  • Hamuda: Tan solo llegaron unos 34 hombres y un oficial. Recibieron la orden de repliegue a las 05:00 horas, y fueron atacados y dispersados al salir de la posición por la mañana.

  • Azrú: No consiguió llegar a Cheif. Recibieron la orden de repliegue a las 06:00 horas y, tras salir de la posición, el ataque de los rifeños les obligó a dirigirse en dirección a Dríús. No obstante, un segundo ataque acabó por aniquilarles a prácticamente todos.

  • Azib de Midar: No consiguió llegar a Cheif. Recibieron la orden de repliegue por la mañana. Tras salir de la posición, fueron atacados y dispersados por los rifeños. Tan solo siete llegaron a Dríus, conducidos por un oficial.

  • Izen Lasen: No consiguió llegar a Cheif. Recibieron la orden de repliegue a las 09:30 horas, pero la posición fue asaltada, matando a casi todos los defensores.

  • Ain Kert: No llegó a Chief, sino a Dríus. Recibieron la orden de repliegue sobre esta última a las 08:00 horas. En su salida coincidieron con una compañía del regimiento de “Melilla” de la columna de Cheif, que se replegaba acosada por enemigo. Ambas unidades se replegaron combatiendo por escalones hasta llegar a Dríus.

  • Karra Midar: No llegó a Chief, sino a Dríus . Recibieron la orden de evacuación a las 11:00 horas. Al salir de la posición fueron atacados por los rifeños, lo que les obligó a replegarse por saltos para repeler los ataques. Al llegar al río encontraron un escuadrón del regimiento “Alcántara”, que protegió su retirada hasta Dar Dríus.

  • Tamasusin: No llegó a Drius. A las 08:00 horas abandonaron la posición. La guarnición fue aniquilada en diversos ataques.

El teniente coronel Romero resultó muerto en la retirada, por lo que no sabemos qué pesó en su ánimo a la hora de decidir no replegarse hacia Zoco el-Telatza sino hacerlo hacia Dar Dríus; parece ser que fueron la falta de noticias de las posiciones, de las que oía el fuego de los ataques y de las que tan solo llegaron unos pocos hombres procedentes de Hamuda; los incendios que veía en las posiciones de Ain Kert y Karra Midar, por donde debería replegarse la columna; la menor distancia hacia Dar Drius, y el desconocimiento del camino correcto a seguir para llegar a Zoco el-Telatza.

Sobre las 09:30 horas dejaron de oír el fuego de fusilería procedente de las posiciones de vanguardia, por lo que debieron de creer que éstas habían caído. Fue entonces cuando el teniente coronel envió primeramente una de las compañías en vanguardia de la retirada para proteger el flanco derecho; atacada tras haber recorrido unos 500 metros, la compañía sufrió muchas bajas; el enemigo comenzó a atacar también el campamento, obligando a la columna a permanecer en él, dejando la compañía de vanguardia abandonada a su suerte; esta compañía logró llegar a Ain Kert con tan solo un oficial y un escaso número de soldados; los supervivientes se replegaron con la fuerza de esta posición combatiendo y avanzando por escalones hasta llegar a Dar Dríus.

Sobre las 10:00 horas el grueso de la columna salió del campamento, siendo atacada desde el primer instante por los rifeños apostados en las casas y vallados que envolvían el campamento por todos lados. La retirada se hizo sin orden ni dirección de mando, de forma mecánica, pues el teniente coronel murió en los primeros momentos de la retirada y nadie se dio cuenta de ello hasta que llegaron a Dar Dríus. Continuaron la retirada constantemente hostigados por los rifeños, hasta un momento en que, ya cerca del campamento, unos escuadrones del "Alcántara" tuvieron que librarles de la presión del enemigo.

El teniente coronel don Fernando Primo de Ribera Orbaneja, jefe accidental del regimiento, en cumplimiento de la órdenes recibidas y al frente de su 2° escuadrón, dos secciones del 4° y una del 1° del Regimiento de "Alcántara", con un total 192 jinetes, salió al encuentro del enemigo que perseguía a la columna en retirada y trataba de envolverla; sin medir lo numeroso del mismo, cargó con gran brío sobre el enemigo, se lanzó sobre él, y combatió al arma blanca y cuerpo a cuerpo diferentes veces, logrando atravesar la línea enemiga, dar la vuelta y atacar por la espalda a los rifeños. Con ello consiguió salvar los restos e impedimenta de la columna de Cheif y facilitar su entrada en Dar Dríus. Por esta acción al teniente coronel Primo de Rivera se le concedería la Cruz Laureada de San Fernando, que no pudo disfrutar pues moriría días después en Monte Arruit.

De los 600 hombres encuadrados en las cinco compañías que integraban la columna, en total llegarían unos 250 hombres al campamento de Dar Dríus.

Este es el relato de lo ocurrido a esta posición que recoge el general Picasso en su resumen (capítulo IX):

    Posición de Cheif y columna adscrita.- La posición de Cheif, asentada en la avenida de la cábila de Beni-Tuzin, en el llamado boquete de Midar, sobre la margen izquierda y a unos tres kilómetros del río Kert, constituida esencialmente por unas casas moras puestas en somero estado de defensa, careciendo de alambrada y otros reparos, y cuya descripción se hace al folio 1491.

    Componía su guarnición particular una sección de la compañía del regimiento San Fernando que allí tenía su cabecera, el destacamento de artillería para el servicio de dos piezas Schneider que artillaba, y otro de Policía, al mando también de un oficial.

    A unos 100 metros a la inmediación de la posición asentaba el campamento del mismo nombre, en la situación y condiciones de defensa que descríbese en la declaración del folio 1091, y en donde radicaba la columna móvil del regimiento de Melilla, formada por las cuatro primeras compañías del segundo batallón y la de ametralladoras del primero, con parte del tren regimental, al mando del teniente coronel D. José Romero Orrego, sin comandante; dicha agrupación, siguiendo las acostumbradas prácticas del territorio, característica común de los puestos militares del mismo, posición y campamento carecían de agua, conduciéndola la Intendencia de Dríus, distante siete kilómetros, y el ganado iba a abrevar al Kert, salobre, a unos tres kilómetros, como se ha dicho, y aún agrega el teniente de Artillería Vidal Cuadras, jefe accidental de la posición, que para beber y confeccionar las comidas se iba a buscar el agua a Buhafora con los medios propios de las unidades –folio 1491-, siendo por lo demás dignas de atención las manifestaciones del capitán Almasa, de estas fuerzas de Melilla –folio 1093-, en cuanto a las mermas que en los efectivos producían el paludismo y, sobre todo, las enfermedades de la piel, debidas a la suciedad; pues salir a Cheif desde Kandusi, y esto fue el 11 de junio –diario de operaciones, folio 695-, donde anteriormente se hallaban destacadas, hubieron de dejar la impedimenta, y con ella el jabón, del que después carecían por completo, infiriéndose de esto que ni hubo oportunidad, medio, celo, interés ni gobierno para enviarlo, como uno de los múltiples aspectos del abandono reinante en el territorio.

    En ejecución de las referidas órdenes, hízose en la posición cuanto se mandaba, manifestando el precitado teniente Vidal Cuadras que ya se trasladó al contiguo campamento, arrostrando algún tiroteo –folio 1493-.

    Decide la columna evacuar el campamento.-Aguardó la columna la incorporación de los destacamentos; y como tan solo lo hubiera hecho a las siete de la mañana la fuerza de Mamuda, se advirtiese el vivo tiroteo que sostenía Buhafora y sucesivamente viéranse arder otras posiciones del radio, y el enemigo hubiese ya abierto el fuego contra el campamento desde la mañana, hacia las diez, en vista de no llegar ninguna fuerza más, decidióse la columna a evacuar la posición.

    Modificación del itinerario señalado.-Falta el principal jefe de la fuerza, y no es fácil discernir lo ocurrido en las diversas fases de su retirada; mas se advierte la persuasión de que se efectuó ya la salida con designio determinado de tomar la dirección más corta de Dríus, como se trata de explicar de diversos modos por los testigos en sus declaraciones, algunos pretextos aducidos poco persuasibles.

    El teniente Vidal Cuadras cree –folio 1943 vuelto- que salió una compañía primeramente para proteger el flanco derecho del camino de Dríus, que en parte había que recorrer para tomar el de Telatza, y en espera de recibir otras órdenes que pudieran modificar la primera. El capitán de Infantería Almansa, que posterior y accidentalmente asumió el mando de las fuerzas, nada dice a este respecto. El teniente Méndez Vigo –folio 1513 vuelto- acredita que el teniente coronel les manifestó la orden recibida de replegarse al Zoco el Telatza; pero como no conociera ninguno el camino del mismo, entiende el testigo que adoptaron la dirección de Dríus en la idea de encontrar quien les diera referencias de él u obtenerlas en dicha posición. Más explícito el teniente Bernáldez, al folio 1458 vuelto consigna, en primer lugar, que no efectuaron el movimiento en la dirección prevenida por haber pasado la hora señalada para su ejecución, agregando luego al 1459 que el teniente coronel trató de ponerse en comunicación con Dríus, sin conseguirlo, por lo que decidió retirarse hacia ese punto, atendido a la distancia que se encontraba el Telatza, haberse desprendido ya de una compañía y verse arder las posiciones de Ain Kert y Karra Midar, por la cuales habían de pasar; partido que confirma el alférez Reig, del regimiento de San Fernando, replegado de Hamuda –folio 1810 vuelto-, manifestando que al incorporarse al campamento se enteró de que ya se había tomado la determinación de marchar lentamente a Dríus, sin que conozca la razón de ello.

    Y es de advertir que este examen de la intención nada prejuzga en cuanto a la posibilidad de la ejecución del movimiento en sí, a tenor de lo dicho en los momentos en que era decidido.

    Orden de salida.- Dice el capitán Almansa –folio 1092 vuelto- que el teniente coronel no se había decidido a abandonar la posición; que oyéndose fuego en las de vanguardia, entendía que no debía hacerlo hasta que evacuaran éstas; y a las nueve y media, habiendo llegado un oficial y un sargento de una de las posiciones de primera línea, y habiendo cesado el fuego en todas ellas, lo que denotaba su evacuación, decidió el jefe hacer lo propio.

    Salió anticipadamente del campamento, según se ha apuntado, una compañía, acerca de cuya misión tampoco están acordes los testigos. Cree el teniente de Artillería Vidal Cuadras que fue enviada, como se ha indicado, en exploración del camino de Dríus, y entiéndese por el capitán Almansa y teniente Méndez Vigo –folios 1092 vuelto y 1513- que esta compañía fue enviada en auxilio de la posición de Aín Kert, porque el teniente de Policía Miralles, que se ofreció a llevar la orden de evacuación –folio 1458 vuelto-, manifestó era atacada por el enemigo y no se podría retirar; la cual aserción se desvirtúa por la propia declaración de este teniente –folio 280-, de que, con efecto, fue transmitida a la posición la orden de retirada, comunicándola al capitán de San Fernando, jefe de ella, Sánchez de la Orden, quienb, conjuntamente con el del mismo Cuerpo, Hernando –de la inmediata de Karra Midar-, la cumplimentaron, retirándose ordenadamente por escalones alternados, recogiendo sus heridos, pues que iban siendo batidos por los naturales, que se levantaban a su paso; que todo ellos lo pudo observar el testigo en la última parte de dicha retirada.

    Asevera también el soldado de San Fernando Juan Asensio Ramírez, de la precitada posición –folio 1511-, que a las ocho de la mañana del 23 se presentó un teniente de la Policía con cuatro askaris, que les dio la orden de que se evacuara la posición, sin que hasta el momento huibiera sido hostilizada, aun cuando se veían lejos grupos de moros; que cuando estaban formados para salir, cumpliendo las órdenes recibidas, vieron venir, perseguidos por los moros, los restos de una compañía de Melilla, procedente de Cheif, que había sufrido mucho fuego durante la marcha, entrando en la posición unos treinta hombres al mando de un oficial, algunos, heridos, y que al dejar la posición, después de haberla dado al fuego, salieron desplegados “oyendo un tiro”, sin que en la marcha hasta Dríus fueran hostilizados; marcha que verificaron dando un rodeo por la margen izquierda del Kert.

    Por su parte, dide el soldado Lórz en atestado núm. 101, que dicha compañía “salió de Cheif en vanguardia”, sin haber sido hostilizado el campamento; pero que cuando llevaban recorrido como medio kilómetros, empezaron a ser agredidos por numeroso enemigo oculto en las inmediaciones del camino, pasándose a él catorce o diez y seis policías montados, que formaban en la punta de vanguardia, y el resto de la columna quedó en el campamento, que empezó a ser atacado; que sufrieron muchas bajas, y al pasar por la posición de Ain Kert se les unió la guarnición de esta posición, y juntos continuaron hasta Dríus, sin ser hostilizados desde poco antes de llegar a este punto, llegando el resto de la columna unas dos y media o tres horas después, con muchas bajas y muy desorganizada.

    Puede presumiblemente inferirse de todo ello que la compañía saliera formando vanguardia y con propósito de explorar la marcha, y que al verla tan combatida se retrajera el grueso de la columna de hacerlo hasta mejor oportunidad, dejándola sola, como todo da la impresión.

    El hecho es que la compañía, tan luego como salió y transpuso de la vista del campamento tras una loma, debió ser muy combatida, a juzgar por el fuego que desde éste se oía; era perseguida, y que, según noticias adquiridas después de Dríus, sólo pudieron acogerse, con escala, a Ain Kert, un oficial con escaso número de hombres, malogrando la función que le hubiera sido verdaderamente encomendada –folio 1458 vuelto-.

    Forma de la marcha sobre Dríus del grueso.- La columna salió luego del campamento, a eso de las diez, muy combatida desde los primeros momentos por el fuego que de cerca se le hacía desde los caseríos y valados que envolvían el campamento de todos lados y flanqueaban el camino, determinando con ello confusión y desorden; que al poco recorrido debió morir o caer herido el teniente coronel, sin que nadie se diera cuenta de su desaparición hasta llegar a Dríus y notar su falta, lo cual da idea de que la retirada se hizo maquinalmente, instintivamente y sin dirección de mando, en el anhelo sólo de ganar Dríus, existiendo absoluta disparidad de apreciación en cuanto a que se tomara o dejara de tomar medidas de seguridad para esta marcha.

    En el primer sentido informa el capitán Almanza y los oficiales Bernáldez y Méndez Vigo, en sus respectivas declaraciones, en tanto que el teniente de Artillería Vidal Cuadras dice, al folio 1493 vuelto, que no recibió orden particular para la evacuación, previendo, por su parte, a su gente que siguiese a la sección de San Fernando, de la guarnición de la posición, con la que marchó a retaguardia. No reparó en el orden de colocación en que fuera la demás fuerza, ni sabe dónde pudiera ir el teniente coronel, con quien habló momentos antes de la salida; que apenas comenzaba ésta, el enemigo abrió un violento fuego contra las tropas desde las casas y cercados contiguos a la posición, persiguiendo con él y durante el fuego hasta las proximidades de Dar Dríus, “sin que contra él viese adoptar medida miliar de ninguna clase, marchando la gente apresuradamente y en montón, lo que aumentó el número de bajas, pues la columna iba flanqueada por guerrillas de moros, que luego cerraron por retaguardia, encerrándola con sus fuegos, y el testigo, con su fuerza, tuvo que apresurar bastante el paso para no quedar distanciado de las que le precedían… Ya, más adelantado el camino, reaccionó algo la gente, contestando al fuego sin interrumpir la marcha.”

    El teniente Reig, de la sección de Hamuda, replegado al campamento, también da noticia, al folio 1808, de la retirada.

    Aflojada, al cabo, la persecución, la columna se pudo rehacer algo y llegar, con cierto orden, a Dríus, bajo la protección, en la última parte del trayecto, de las fuerzas de Caballería que salieron de este punto, que bastó hicieran acto de presencia –folio 1093 vuelto-, y aún llegó a establecerse la batería eventual a proximidad de casa Dríus –folio 833 vuelto y 1674-, sin que tampoco conste entrara en fuego; habiendo sufrido la columna 125 bajas, abandonadas, en esta marcha de siete kilómetros, con pérdida considerable de ganado y material; y allí, hecho cargo de la desaparición del teniente coronel, asumió el mando, cual queda indicado, el capitán D. Félix Almansa Díaz. Prevenciones del mando atinentes a la columna.

    Dice el precitado capitán –folio 1094- que al llegar a Dríus y tomar el mando como más antiguo, fue a dar el consiguiente parte al general Navarro, el cual le mandó que, pues su fuerza era la que más había sufrido aquel día, continuara la marcha hacia Batel, poniendo a su disposición dos camiones para conducir las bajas que ocurrieran y despeados; pues los heridos de la retirada habían pasado a la enfermería local para ser evacuados. En este ánimo, al ir a formar su tropa, oyó –dice- tocar “llamada” a todas las unidades del campamento, enterándose de que era con objeto de evacuarlo. Por su parte, sin atender a más, emprendió la marcha con su gente en virtud de la orden particular que dice se le había dado; pero poco antes de llegar al Kert fue detenido por el capitán de Estado Mayor que allí regulaba la salida, a fin de que aguardase a la organización de la columna, y cuando le correspondió entrar en ella la puso en marcha.

    Incorporada, por tanto, la fuerza a la retirada general, sigue sus vicisitudes hasta Batel, como será a su tiempo analizado en conjunto, indicando sólo de pasada en este lugar que el repliegue de la columna de Cheif tiene una segunda parte en su actuación aún más lastimosa que la primera, que será objeto de particular examen más adelante, siguiendo el orden natural de los sucesos.

    Por de pronto, el general Navarro se encontró con una fuerza más, tan inútil para el concurso de su ulterior acción como lo hubiera sido desviada en el movimiento de flanqueo al Zoco, que pensara; pues su espíritu y empeño corría parejo con las demás reunidas a su inmediación.

FUENTES:

  • AHN. TS-R. Expediente 50.10. Folios 2275 y ss. Resumen del general Picasso. Capítulo IX. Drius.