Ese día el capitán don Julio Fortea García, jefe de la 13ª mía de la Policía Indígena con cabecera en Dar Mizian, se reunió con el coronel don Gabriel Morales Mendigutia, jefe de la Policía Indígena, con el fin de reconocer la loma de Tauarda, donde el general Silvestre había decidido colocar una nueva posición desde la cual dominar por el fuego el paso de Tizi Aza. Finalizado el reconocimiento, ambos oficiales calificaron la operación de impracticable. Al respecto el capitán Fortea dijo lo siguiente en su declaración en el expediente Picasso:
"Se presentó dicho jefe con el moro Ben Chel Lal, y juntos estuvieron reconociendo desde Uddia todo el campo fronterizo y los puestos que en él tenía el enemigo, y que en orden al asunto que le llevaba, "el coronel le indicó que el objeto de la operación proyectada era ocupar una posición a unos seis kilómetros a vanguardia de Uddia para batir con fuego de Artillería la entrada de Tizi-Aza. Pero como había, para ir a ella, que recorrer dicha distancia, constantemente batida por el enemigo, concentrado a una media hora de allí, en Amesauro, y que podía subir por una loma a espaldas de Igueriben, consideraba la operación en extremo comprometida; y a mayor abundamiento, preguntó al coronel la fuerza con que pensaba realizarla; y al manifestarle que únicamente con las mías 12° y 13°, la reputó irrealizable por completo, por lo que hizo presente al coronel la conveniencia de comunicarlo al general,ante el temor de que sobreviniese un segundo Abarrán ..."; representando además el agotamiento de las fuerzas indígenas por las bajas sufridas en constantes operaciones, empleo continuo que había determinado "su cansancio y los tenía algo reacios".
"El coronel le manifestó que iba a reconocer la otra vertiente del terreno desde Buhafora, subiendo a Tzayudait, a fin de verlo de revés; "pero su opinión respecto a todo ello era idéntica a la del testigo, considerándose en apreciar ambos la situación como poco favorable, pues tenían confidencias de que en cuanto se levantasen las cosechas harían los moros una incursión en el territorio ocupado, que consideraba un serio contratiempo para nuestros intereses".
El comandante militar de Alhucemas, guarnecida por la 2ª Compañía, 3er. Batallón del Regimiento de Infantería "Ceriñola" nº 42, al mando del capitán don Augusto Comas Delicado, informó en telegrama de las 21:20 horas que ese día los rifeños habían encendido muchas hogueras llamando gente a la harka concentrada de Amesauro, donde se habían reunido los contingentes de Beni-Urriaguel, Bocoya y parte de Tensaman; añadió que, si bien unas fuentes le aseguraban que la reunión era para tomar decisiones pacíficas, otras le aseguraban la resolución de los rifeños de dirigir resueltos ataques contra las posiciones españolas, y que corría el rumor de haberse decidió varios avances para el siguiente día, 17 de julio, a lo que pudiera obedecer el llamamiento hecho mediante las hogueras.
Por su parte, el capitán don Luis Salto Rodríguez, jefe de la 15ª mía de la Policía Indígena, con cabecera en Buymeyán, siguió informando de las confidencias que recibe que dicen que la harka piensa atacar esa noche los campamentos de Annual y Buymeyán, y al día siguiente impedir el convoy Annual-Buymeyán.
La 2ª Escuadrilla de Marruecos hizo despegar el aparato H.A.G. en misión de reconocimiento fotográfico, que no pudo cumplir por fallo en el motor del avión.
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