Por tercer día consecutivo la posición de Igueriben volvió a hacer de nuevo fuego de cañón sobre grupos de rifeños que aparecieron una vez más en la Loma de los Árboles.
Ese mismo día, el capitán de la 15° mía de la Policía Indígena con cabecera en Buimeyan, don Luis Salto Rodriguez, muerto posteriormente en cautividad, confirmó la concentración de una numerosa harka en Amesauro, y que había sido cañoneada (entendemos que con los cañones de la posición). El capitán insistió en sus noticias de que la harka se proponía atacar el convoy entre Annual e Igueriben.
La posición de Buimeyan fue tiroteada desde las lomas circundantes, y Annual tuvo que hacer fuego de ametralladoras para repeler la agresión a una descubierta hacia Buimeyan.
Además, desde Alhucemas se informó que la harka de Mesauro ha aumenta sus efectivos hasta los 3.000 hombres, con objeto de atacar las posiciones del Beni-Ulixeck, en combinación con los efectivos de la harka de esta tribu.
La 2ª Escuadrilla de Marruecos recibió la orden de seguir bombardeando la Loma de los Árboles. De nuevo despegaron de Zeluán dos aparatos:
Sobrevolaron la citada loma y arrojaron sobre ella catorce bombas, obteniendo datos y fotografías de la operación. Por la tarde, regresaron a la zona para obtener las fotografías que el mando deseada de Tizzi Asa.
A pesar de los indicios que permitían presuponer un inminente ataque, el general Silvestre no cambió su decisión de seguir avanzando el frente español y ocupar una posición a seis kilómetros al oeste de Yebel Uddia, con objeto de poder batir desde allí el paso de Tizzi Asa, también conocido como el Paso del Centinela, con fuego de Artillería, posición que también tenía pensado ocupar como revancha a lo de Abarrán que, como dijo al capitán jefe de la 13ª mía de Policía Indígena, don Julio Fortea García días antes con motivo de su presentación al Comandante General, "calificaba como lección muy dura que había recibido del enemigo." A tal efecto le había ordenado ese mismo día regresar a su mía cuanto antes para hacer un reconocimiento sobre el Tauarda junto con el coronel Morales, jefe de la Policía Indígena.
Aprovecharemos la ocasión para decir que, según las declaraciones del expediente Picasso, la fuerza presente en Annual en aquellos días previos al ataque de los rifeños eran unos tres mil hombres encuadrados de la siguiente manera:
Veremos cómo durante la siguiente semana estas fuerzas se aumentaron significativamente hasta llegar a totalizar unos cinco mil hombres.
FUENTES: