Primer encuentro del cabecilla Máximo Gómez con tropas españolas.
Máximo Gómez era uno de los generales del ejército rebelde que combatió en la última guerra contra los españoles. Desembarcado en la isla de Cuba y al frente de una partida, el 27 de febrero supo que José Martí se hallaba muy cerca suyo con su propia partida, por lo que decidió salir de su campamento con sesenta hombres de su gente para incorporarse a ella. Ya entrada la tarde, en el camino se encontró con un destacamento de tropas españolas de veintiun soldados. Nada más divisarlos, Máximo Gómez decidió emboscarlos, por lo que repartió sus hombres en la manigua, ocultos por la vegetación.
En un momento dado, los rebeldes comenzaron a disparar sobre el destacamento español, cuyos soldados se aprestaron a la lucha sin poder ver al enemigo, recibiendo estoicamente el fuego sobre sus filas y escuchando sus gritos. De vez en cuando veían a un hombre a caballo que cabalgaba de un sitio a otro animando a su gente. El jefe del destacamento español ordenó un ataque a la bayoneta sobre la floresta desde donde recibían el fuego. Los españoles se lanzaron hacia la vegetación y se inició una lucha de hombre contra hombre al arma blanca. Uno de los insurrectos fue acorrolado por un grupo de soldados; impedido para usar su carabina, el rebelde se arrojó sobre los españoles machete en mano con tal ímpetu que los soldados vacilaron; pero un cabo se enfrentó a él con su bayoneta calada y comenzó un furioso duelo entre ambos. El rebelde logró quebrar la mano izquierda del cabo, quien se defendía de los embestidas del rebelde empuñando el fusil con la derecha. Tras diez minutos de pelea, aparecieron oportunamente dos soldados que dispararon sobre el rebelde, que resultó muerto.
El combate duró una hora, tras la cual los rebeldes abandonaron la lucha dejando nueve muertos sobre el terreno. El destacamento español sufrió cinco muertos y dos heridos. Al conocer el hecho, el capitán general, Calleja, ordenó que se le presentaran los hombres, a quienes elogió, puso de ejemplo ante sus compañeros y prometió premiar. Desgraciadamente desconocemos los nombres y la unidad de este destacamento, pues nunca se consignaron estos datos en los partes oficiales.
NOTA: A pesar de la fecha que cita Reverter en su obra, repetida por Guerrero en la suya (ver Fuentes, más abajo), Monfort cita en la suya que Máximo Gómez y José Martí desembarcaron en Cuba el 14 de abril, al sur de Baracoa, por lo que este encuentro no pudo ocurrir el 27 de febrero. Rodríguez Solís cita este encuentro en su obra, pero sin mencionar el nombre del cabecilla. Por lo tanto, nos inclinamos a pensar que el encuentro ocurrió en esta fecha, pero no contra la partida de Máximo Gómez.