HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Batallas y combates



BATALLA DEL RÍO QUIRÓS (795)

Victoria de Abd al-Karim ibn Abd al-Walid ibn al-Mugaith sobre el rey Alfonso II.

El emir Hixam I quiso vengar la derrota de Lutos y la muerte de su general Abd al-Malik. Por ello envió a su hermano Abd al-Karim ibn Abd al-Walid con un fuerte ejército que contaba con unos 10.000 jinetes contra Asturias.

El emir también organizó otro ejército de diversión contra Galicia, para evitar la concentración en Asturias de las fuerzas gallegas enemigas. Esta columna entró en Galicia, devastó la región y cuando regresaba victoriosa tuvo que combatir contra los cristianos y fue vencida por ellos. En el combate los musulmanes sufrieron muchas bajas y apenas pudieron escapar, dejando numerosos prisioneros en poder de los cristianos.

No obstante, la expedición de Abd al-Karim obtendría un éxito sin precedentes. Abd al-Karim llegó a Astorga y envió por delante a la vanguardia, formada por 4.000 jinetes al mando de Farach ibn Qinana, jefe de la división de Sidonia y mas tarde juez en Córdoba y gobernador en Zaragoza. El joven rey Alfonso II se atrevió a presentar batalla en las Babias, asegurándose la ruta de escape por el puerto de la Mesa y la Ventana. Fue derrotado por los dos jefes musulmanes el viernes 18 de septiembre. Sin dar cuartel a los vencidos, los cordobeses se adentraron por el puerto de la Ventana.

En su persecución llegaron hasta el valle del Quirós. Alfonso envió 3.000 jinetes al mando de un tal Gadaxara con la delicada misión de detener a los musulmanes. En la confluencia del rio Quirós con el rio Pielgo, más allá de Casares, y a pesar de lo angosto del lugar, fueron de nuevo derrotados los cristianos con grandes pérdidas, siendo Gadaxara hecho prisionero.

El sacrificio de la caballería cristiana no fue en vano, pues permitió al rey Alfonso abandonar el Monte Albo y retirarse a tiempo, huyendo a Oviedo perseguido por sus enemigos. Aunque pensó presentar de nuevo resistencia en el Nalón, juzgó más seguro retirarse a Oviedo. Cuando las tropas musulmanas entraron en el castillo, encontraron víveres y vituallas, pero no al rey, que se escapó por los pelos.

Al dia siguiente Adb al-Karim envió en su persecución a Farach ibn Qinana, pero esta detención de algunas horas permitió a Alfonso salir de la ciudad antes que los musulmanes entrasen en la ciudad tras sus huellas. En sus precipitada huida dejó abundante botín para sus perseguidores.

Abd al-Karim, bien porque se daba cuenta de lo avanzado de la estación, porque se acordaba de la derrota de Lutos o bien porque ya daba por inutil la captura del rey Alfonso, decidió abandonar Asturias, con lo que no consiguió el objetivo final: la aniquilación del reino y captura del rey, no se cumplió.