HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Campañas




DIVISIÓN AZUL (1941-43)

LA BATALLA DE KRASNY BOR (10 de febrero de 1943)

El 10 de febrero de 1943 los soviéticos intentaron repetir la operación de cerco del VI Ejército alemán en el norte del país, en Leningrado, la actual San Petesburgo. Usando la misma táctica, los soviéticos intentaron envolver y aniquilar al 18º Ejército alemán de Lindemann; pero fracasaron y, en gran medida, la culpa de ello la tuvo la tenaz, obstinada y heroica resistencia que ofreció un pequeño cuerpo expedicionario de voluntarios españoles, la 250 Infanterie Division de la Wehrmacht, más popularmente conocida como “División Azul”.

    NOTA: El texto de esta batalla está tomado íntegramente del libro "Morir en Rusia, la División Azul en la batalla de Krasny-Bor", de Carlos Caballero Jurado, publicado en un número extraordinario de la Revista Española de Historia Militar. Nosotros simplemente nos hemos limitado a hacer unas serie de correciones ortográficas y de estilo, y reordenar algunos párrafos de acuerdo a nuestro interés expositivo. Por lo demás, el mérito de la investigación y exposición pertenece al señor Caballero.




Portada del libro "Morir en Rusia, la División Azul en la batalla de Krasny-Bor", de Carlos Caballero Jurado, publicado en un número extraordinario de la Revista Española de Historia Militar.

Antecedentes
Ataques al sector de Krasny Bor (julio - agosto de 1942)
Primera batalla del Lagoda (agosto - septiembre de 1942)
Segunda batalla del Lagoda (enero de 1943)
Operación "Estrella Polar"
















ANTECEDENTES

En los numerosos y excelentes relatos existentes en castellano sobre la batalla de Krasny Bor, la narración suele ceñirse a la actuación de los españoles y el escenario estratégico apenas es tratado. Esta forma de relatar la batalla es correcta si lo que pretendemos es "visualizar" a los soldados españoles en esta acción, de forma que se nos muestren sus virtudes castrenses, pero en cambio nos escamotea la trascendencia militar real de la misma. Se me permitirá, por tanto, que repase con la mayor brevedad posible la evolución del conflicto germano-soviético entre 1941 y 1943, en el arco que va desde el Golfo de Finlandia al lago Ilmen, pasando por la ribera meridional del lago Ladoga es decir, el marco geográfico de las varias batallas por Leningrado.

A principios de noviembre de 1941 los alemanes ya habían alcanzado los suburbios al SW de Leningrado, aunque algo más al W. quedara una importante cabeza de playa soviética en el sector de Oranienbaum. La Wehrmacht trató entonces de completar el cerco por el Sur y el Este alcanzando la ribera meridional del Ladoga. Ese mismo mes de noviembre, estirando al máximo sus recursos, los alemanes cruzaron el río Voljov (que fluye desde el Ilmen al Ladoga) tratando de alcanzar la ciudad de Tijvin y, más al norte, el río Svir, lo que les permitía enlazar con los finlandeses, haciendo totalmente hermético el cerco a Leningrado. Los españoles de la 250ª División tomaron parte en esta ofensiva, concretamente en el extremo meridional del frente de ataque. Se conquistó Tijvin, aunque no se alcanzó el Svir.



Mapa 2A: Situación del frente en noviembre de 1941.

Pero los alemanes estaban exhaustos, pues habían confiado en derrotar a Rusia en seis semanas y ya llevaban seis meses de campaña. Y este fue el momento elegido por el Ejército Rojo para contraatacar. Los germanos fueron rechazados hasta el Voljov y los soviéticos pasaron incluso a su orilla occidental, al norte de Kirischi. Pero no se hicieron con esa ciudad (en la ribera oriental) donde los alemanes mantendnan durante meses una cabeza de puente de la mayor importancia. En efecto, a través de Kirischi y en dirección a Mga pasaba la línea férrea por la que los soviéticos se proponían suministrar a Leningrado, tan pronto la liberaran del cerco. Además los alemanes se mantuvieron, en un estrecho segmento, en la costa meridional del Ladoga, que era suficiente para impedir el contacto terrestre entre los cercados de Leningrado y el resto del país.

Pero esta detención del Ejército Rojo ante el Voljov fue muy breve. A finales de enero de 1942 una nueva y potente fuerza ofensiva soviética cruzaba el Voljov -algo al norte de las posiciones ocupadas por los españoles- y se lanzaba en dirección NW, mientras que desde sus posiciones al W. de Kirischi otro ataque apuntaba hacia el SW. De haber tenido éxito, esta "pinza" habría permitido al Ejército Rojo ocupar Liuban, con lo que los soviéticos dominarían la vía férrea y la carretera que se dirigían hacia Leningrado desde el corazón de Rusia y el enlace con los cercados hubiera estado al alcance de la mano.



Mapa 2B: Situación del frente en el invierno y primavera de 1942.

Vale la pena señalar que con motivo de esta ofensiva desde el Voljov, también desde el interior de la cercada ciudad de Leningrado se intentó otro ataque simultáneo a lo largo de la carretera y el ferrocarril Leningrado-Moscú, que debería haber roto las líneas germanas por Krasny Bor. Este ataque fracasó completa y absolutamente.

Los alemanes reaccionaron con agilidad ante la ofensiva principal, y cortaron la penetración por el cuello de botella que se había formado en el lugar de cruce, en el Voljov. Después, en el transcurso de varios meses, fueron acorralando y destruyendo las fuerzas que habían quedado cercadas (operaciones en las que tomaron parte efectivos españoles, como se indicó, aunque el grueso de la División Azul se mantuviera en sus posiciones en el Voljov, al norte de Novgorod). Frustrados, los soviéticos redoblaron sus ataques contra la cabeza de puente de Kirischi, ahora situada en el extremo de un peligroso vértice. El objetivo, siempre el mismo, era abrir vías de comunicación con Leningrado. Los alemanes, sin embargo, resistieron la pertinaz acometida.

Ataques al sector de Krasny Bor desde Leningrado (julio y agosto de 1942).

En torno a Leningrado se libró una guerra de trincheras más parecida a las batallas de la Primera Guerra Mundial que a los combates de gran movilidad de la Segunda. En esta guerra de trincheras a menudo ocurría que se sacrificaba un gran número de hombres para lograr avances de pocos centenares de metros.

Desde el mismo momento en que los alemanes estaban poniendo cerco a Leningrado, el mando soviético había decidido mantener, a cualquier precio, su control sobre el gran suburbio de Kolpino, importante población situada a unos 20 kms. al sureste de Leningrado y gran centro industrial. La ciudad estaba defendida por una impresionante artillería y selec-ta infantería, pues si pasaba a manos alemanas el camino hacia Leningrado estaba abierto.

En septiembre de 1941 los alemanes habían llegado hasta sus límites, pero sólo para comprobar que las fuerzas atacantes, la 96ª División de Infantería y la 12ª División" Panzer" eran rechazadas por un enérgico contraataque ruso hasta lam Ishora y Staraia Mysa. Fue necesario un poderoso ataque alemán poco después, para hacerse con el control del puente sobre el Ishora de la carretera Leningrado-Moscú, y si bien este objetivo se logró, los germanos no consiguieron ir mucho más allá, pues los soviéticos querían evitar a toda costa que Kolpino quedara dentro del alcance de la artillería germana.

El sector al sur de Kolpino quedó finalmente estabilizado en diciembre de 1941, aunque desde entonces hubo constantes enfrentamientos entre ambos bandos, casi siempre en torno al trazado de la carretera y el ferrocarril Leningrado-Moscú.

En junio de 1942 la 4ª División SS recibió el largo sector del frente que iba desde la confluencia del Tosna con el Neva hasta la carretera Leningrado-Moscú, extremadamente amplio para una unidad que contaba a la sazón con unos 9.200 hombres. A su izquierda estaba en línea la 121ª División de Infantería.

Con el fin de prevenir cualquier asalto enemigo sobre Leningrado, a finales de julio el Ejército Rojo empezó a lanzar ataques locales en el sector. El día 23 de julio, con fuerte apoyo artillero y de carros, los rusos expulsaron a los alemanes de la 121ª División de Putrolovo, haciendo retroceder a sus fuerzas hasta la gran curva del Ishora y el contraataque alemán del día siguiente, aunque hizo retroceder a los rusos un kilómetro y medio, no logró reconquistar Putrolovo. Esto suponía que los soviéticos dominaban ahora un nuevo segmento de la carretera Leningrado-Moscú y, para evitar que esta se utilizara para organizar nuevos ataques, los alemanes volaron el puente de la carretera entre Putrolovo e lam Ishora.

Un nuevo intento de la 121ª División para volver a sus líneas originales, el 1 de agosto se saldó también con un fracaso y al día siguiente fue otra vez el Ejército Rojo el que pasó a la ofensiva. Cruzando el Ishora desde Putrolovo y por otros puntos al nordeste de esta población, la fuerza atacante se hizo con el control de lam Ishora y presionó hacia el sur avanzando por la carretera. La 4ª División SS, dada la dispersión de sus fuerzas sobre un frente demasiado amplio, apenas pudo contener el ataque, que llevó a los atacantes hasta la bifurcación de la carretera en dirección a Krasny Bor. Solo a duras penas se logró hacer regresar al Ejército Rojo hasta el borde meridional de lam Ishora.

Para el 12 de agosto la 4ª División SS fue alertada de que, aunque el enemigo iba a atacar otra vez sus líneas en el sector de Krasny Bor, el mayor empuje lo iba a recibir en su extremo oriental, en la desembocadura del Tosna, lugar donde los soviéticos iban a intentar crear una cabeza de puente. En efecto, el día 16 de agosto el sector de Krasny Bor fue atacado por el Ejército Rojo, tanto a lo largo de la carretera Leningrado-Moscú como del ferrocarril, sin éxito. Pero los ataques se repitieron los días siguientes. Sin embargo, como los soviéticos no usaron en estas acciones más que fuerzas limitadas y sin apoyo de carros, para el mando alemán resultó evidente que no estaban tratando de lograr una ruptura sino de fijar fuerzas. Era un ataque de distracción, en suma. Finalmente, el día 19 la 4ª División SS recibía una poderosa ofensiva soviética contra el extremo oriental de su despliegue, en la confluencia del Tosna con el Neva, abriéndose un ciclo de duros y largos combates que no narraré aquí porque están lejos del área que nos interesa.

En este contexto, la 4ª División SS recibió con alivio la noticia de que su nueva vecina occidental iba a ser la División Azul española (que relevó a la 121ª División de Infantería), pues le aseguraba un flanco estable. Cuando la 4ª División SS alemana fue enviada hacia el sector de Sinyavino, transfirió a la División española el difícil área de Krasny Bor.

La herencia de aquellos combates quedó, como huella, en las líneas que recibieron los españoles. Por ejemplo, la 121ª División había establecido unas líneas defensivas tan bien estructuradas en el borde meridional de Putrolovo que, durante los combates del 10 de febrero en Krasny Bor, los soviéticos no atacaron apenas en ese sector, ahora guarnecido por el Batallón español IIIº/262º. Por su parte, la 4ª División SS estableció en torno a la bifurcación de Krasny Bor de la carretera Leningrado-Moscú otro poderoso "punto fuerte", que los españoles bautizaron como "El Bastión" al recibirlo, y que permitiría a nuestros soldados ejercer una tenaz y eficaz defensa, como veremos.

Primera batalla del Lagoda (agosto-septiembre de 1942)

Para evitar tan repetidas ofensivas enemigas, el Alto Mando germano decidió que debía tratar de conquistar de una vez por todas Leningrado, lo que permitiría también acortar líneas y disponer por tanto de reservas. Los estrategas alemanes confiaban en que la Operación "Nordlicht" pudiera lanzarse a principios de septiembre de 1942, pero fue posponiéndose. Ya expliqué que nunca se dispuso de fuerzas suficientes para acometerla.

Es más, los soviéticos, que la esperaban, decidieron frustrarla mediante el lanzamiento de una ofensiva previa, en la que intervendrían fuerzas de la guarnición de la cercada Leningrado, junto a fuerzas de la Gran Unidad que habían bautizado como "Frente del Voljov" que ayudaría desde el exterior.

El plan era simple: atacar a lo largo de la ribera meridional del Ladoga, el "Frente de Leningrado" del general Leonid A. Govorov desde el E. y el "Frente del Voljov" del general Kiríl A. Meretskov desde el W., hasta confluir en Mga, abriendo así un pasillo terrestre hacia Leningrado. Esta operación rusa ya había sido intentada en anteriores ocasiones, con fuerzas más modestas, pero en este nuevo ensayo, que empezó a fines de agosto de 1942, se pusieron en juego fuerzas de muy gran envergadura.



Mapa 2C: Situación del frente en el verano y otoño de 1942.

El Ejército Rojo logró perforar las líneas alemanas en un primer momento. Pero el frente se cerró tras las vanguardias y los soviéticos volvieron a quedar cercados. La que los alemanes bautizaron como "Primera Batalla defensiva del Ladoga" se alargó hasta fines de septiembre y desde su punto de vista fue una victoria, pues anularon el intento de romper el cerco; pero este éxito consumió una parte importante de sus reservas en aquel sector. Y el resto de ellas, de hecho las más importantes, fueron enviadas con urgencia hacia los Ejércitos alemanes que operaban en el extremo meridional del gigantesco frente del Este. El mismo Manstein recibió orden de olvidar el asalto que proyectaba a Leningrado y marchar hacia el sur. La única División Blindada de que disponía el Grupo de Ejércitos "Norte", la 12ª Panzer, le fue retirada a finales de año. A cambio, el Grupo de Ejércitos "Norte" alemán, que guarnecía el Voljov y asediaba Leningrado, no recibió más refuerzos que tres de las débiles Divisiones de Campaña de la Fuerza Aérea.

El 18º Ejército alemán, mandando por el general Georg Lindemann, que ya llevaba muchos meses avistando Leningrado sin conquistarlo, debería permanecer en sus tareas de asedio, sin lanzarse al asalto. En el sector que ahora nos interesa, el del cerco a Leningrado, el frente se extendía desde Urizk, en el Golfo de Finlandia, hasta el estrecho saliente alemán que daba a la orilla del Ladoga, formando una gran curva.

En el sector occidental las líneas se dibujaban por entre los diferentes suburbios de Leningrado; el sector oriental se apoyaba en el Neva, el emisario que evacua las aguas del Ladoga hacia el Golfo de Finlandia; entre ambos, el sector central estaba cruzado por dos afluentes del Neva, el Ishora y el Tosna. El 18º Ejército aseguraba el cerco con tres Cuerpos de Ejército, el Lº, el LlVº y el XXVIº, que encuadraban seis Divisiones de Infantería alemanas, una División de Cazadores de Montaña (5ª de Gebirgsjaeger), la 4ª División de Infantería SS y la División Azul.

Segunda batalla del Lagoda (enero de 1943)

Para los soviéticos romper el asedio a la ciudad que habían bautizado con el nombre de Lenin fue siempre un objetivo prioritario. Una vez cerrado el cerco por los germanos, desde el exterior sólo se podía abastecer a la ciudad por vía naval, con las flotillas que navegaban por el Ladoga en verano. Al llegar el invierno y helarse el lago, era posible trazar precarias carreteras de fortuna sobre aquella superficie. Nada de esto bastaba para suministrar a la ciudad, cuya población civil padecía una atroz existencia, sufriendo lo indecible y aguantando estoicamente.

En pocos lugares se ha visto de forma tan elocuente el terrible padecimiento que pueden ocasionar los enfrentamientos militares para las poblaciones civiles como en este prolongadísimo asedio. En realidad, en pleno siglo XX, el asedio a una ciudad tan grande y durante un periodo tan largo es una auténtica rareza. Independientemente de cualquier otra consideración, humanitaria, económica, estratégica o de cualquier tipo, para los dirigentes soviéticos era imposible aceptar que la ciudad que había sido la cuna de su revolución siguiera bajo asedio.

De hecho desde diciembre de 1941, como acabamos de ver, no habían dejado de intentar abrirse camino hacia ella. El lector habrá observado al consultar los mapas que siempre se peleaba por los ejes de comunicaciones. Estos tenían aquí más importancia que en otros sectores. En primer lugar porque se trataba de auxiliar a la población cercada, y ello sólo era posible asegurándose esas rutas. Y en segundo lugar, por la topografía del terreno.

Aunque al hablar de Rusia y los combates en ese país los autores utilizan como un auténtico latiguillo la palabra "estepa" ("peleaban en la estepa", "cayeron en la estepa", etc.), desde luego este rincón de Rusia del que estamos hablando no tenía nada de estepario. No, no era una superficie llana, seca, de escasa vegetación y, por tanto, fácil de recorrer en cualquier dirección. Al contrario era una zona extraordinariamente boscosa, donde los raros espacios que no estaban cubiertos por espesas masas arbóreas, impenetrables, estaban ocupados por zonas pantanosas, no menos intransitables. Las batallas se libraban, por tanto, por el control de las carreteras o vías férreas que cruzaban la región, construidas a costa de un durísimo esfuerzo y que no se podían improvisar. Había que operar a lo largo de los ejes de comunicaciones ya existentes, sin alternativa.

Mientras la atención mundial estaba pendiente del ciclo de combates que se había inaugurado con el cerco del 6º Ejército en Stalingrado, concretamente el 12 de enero, el Ejército Rojo lanzaba otra potente ofensiva, la Operación" Iskra", con un objetivo aparentemente más modesto: romper de una vez el cerco de Leningrado, de nuevo mediante un taque al sur del Ladoga. El nombre tenía un gran valor simbólico: era el del periódico de Lenin en los tiempos de la Revolución de Octubre.

Con redobladas fuerzas, partiendo desde el interior del cerco y desde el Voljov septentrional, los soviéticos se lanzaron al asalto en una operación que era, en realidad, copia casi al pie de letra otros ensayos anteriores, que habían terminado en fracaso. Significativamente, la catalogación oficial que da la historia militar soviética a la Operación" Iskra" es la de "Tercera Ofensiva de Sinyavino". Pero la masa de tropas que se iban a emplear en la ocasión, unido a la creciente debilidad de las fuerzas germanas auguraron su éxito.



Mapa 2D: Segunda batalla del Lagoda (enero de 1943).

EI 18º Ejército, afrontó la batalla (que en la historiografía militar alemana se denomina "Segunda Batalla del Ladoga") apenas sin reservas, y el agravante de que no podía pedirlas a otros sectores del frente, más amenazados que él. Su comandante, el general Lindemann, ordenó a cada una de sus Divisiones que aportaran un Batallón o una Batería para lanzarlas, formando Grupos de Combate, a la refriega.

La División Azul envió su Batallón más reputado, el IIº/269, insertado por los alemanes en su dispositivo en torno al centro neurálgico de los combates, en el poblado bautizado como Posselok nº 5. Nada es más elocuente sobre lo crudo de aquella batalla que el hecho de que, de los algo más de 500 hombres del IIº/269, tras una semana de combates, sólo quedaran indemnes un oficial, seis suboficiales y 20 soldados, habiendo causado baja en cambio 124 muertos, 211 heridos, 92 desaparecidos, 66 congelados y 12 enfermos.

El empleo de estas fuerzas de diverso origen no resolvió la situación y finalmente Lindemann tuvo que sacar del frente a varias Divisiones enteras y lanzarlas a la batalla. Una de ellas era la vecina oriental de la División Azul, la 4ª División SS, cuyo sector se repartió entre los españoles y la 5ª División de Cazadores de Montaña alemana, que de esta manera alargaban peligrosamente sus posiciones.

Aun así esta vez no les fue posible a los alemanes expulsar a los soviéticos de la orilla Sur del Ladoga. Pero para los soviéticos, fue un éxito limitado puesto que el estrecho pasillo abierto quedaba bajo el fuego de los alemanes, que se habían mantenido firmes en el control de las alturas de Sinyavino, unas colinas que dominaban la zona pantanosa al sur del Ladoga. El objetivo real de la ofensiva soviética, hacerse con el control del nudo ferro¬viario de Mga, seguía inalcanzado.

La batalla había creado, sin embargo, una nueva situación táctica, que el mando soviético iba a intentar explotar inmediatamente. Las mejores tropas del 18º Ejército estaban ahora amasadas entre Sinyavino y Mga, bajo el mando del general Carl Hilpert, nuevo jefe del LlVº Cuerpo de Ejército. Nada más tentador que embolsar a esas fuerzas, mediante una maniobra en tenaza que permitiría, además, ensanchar ampliamente el estrecho pasillo abierto al sur del Ladoga.

De nuevo se trataría de una acción conjunta a ejecutar por el "Frente de Leningrado" de Govorov y el "Frente del Voljov" de Meretskov. La idea de explotar el relativo éxito de la Operación" Iskra" con nuevos ataques contra los flancos del saliente alemán en Mga fue de ambos jefes, pero su relativamente modesto planteamiento pronto iba a quedar superado por un proyecto mucho más ambicioso, inspirado por un oficial de un rango mucho más elevado, el mismísimo mariscal Zhúkov.

Este mítico oficial, que ocupaba a la sazón la cúspide de la estructura militar soviética, se sentía muy vinculado con Leningrado, no sólo por las razones comunes a los demás rusos, sino también porque entre septiembre y octubre de 1941 había ocupado el puesto de Comandante en Jefe del "Frente de Leningrado" y no había logrado, muy a su pesar, evitar el cerco de la ciudad. Aquella era una espina que Zhúkov tenía clavada y que deseaba sacarse cuanto antes. Por esa razón, a principios de enero de 1943 Zhúkov se había presentado en Leningrado con el nombramiento de "Representante del Stavka para los Frentes de Leningrado y el Voljov".

Cada vez que se iba a poner en marcha una ofensiva a gran escala, alguno de los miembros del Mando Supremo soviético, el "Stavka", era enviado como "Representante" a los Frentes implicados, asumiendo de hecho el mando supremo sobre ellos. En febrero, el mandato de Zhúkov se amplió al "Frente del Noroeste", por las razones que ahora se verán. En la siempre fértil cabeza del mariscal soviético se había forjado un audaz plan para triturar al Grupo de Ejércitos "Norte": continuar y expandir la Operación" Iskra" mediante una operación mucho más ambiciosa, bautizada "Estrella Polar".

OPERACIÓN "ESTRELLA POLAR"

La idea de transformar el éxito de la Operación "Iskra" en el germen de una operación a mayor escala no era una genial improvisación. En realidad, los soviéticos, después de la Primera Batalla del Ladoga, en el verano, habían tomado buena nota de cómo actuaron los germanos, lanzando sus reservas sobre Sinyavino. Govorov y Meretskov supusieron, muy correctamente, que al repetir su ofensiva propia en enero, los germanos reaccionarían de la misma manera, y no se equivocaron.



Mapa 4: El mapa nos muestra la Operación “Polar Norte” tal como fue concebida por Zhúkov. La fuente no es la cartografía soviética, sino la obra de Glantz sobre la batalla de Leningrado. Esta ambiciosa operación empezó a fallar el mismo día 10 de febrero de 1943, cuando la División Azul detuvo al 55º Ejército.

Así que desde el primer momento se planeó completar la ruptura del frente de asedio, con una segunda fase, en la que se debería embolsar a las tropas alemanas lanzadas al contraataque, tropas que, en realidad, según el plan soviético, iban a caer en la ratonera. Además, el plan de medio alcance ideado por los citados Govorov y Meretskov, pronto quedó a su vez inscrito en uno de gran alcance, propuesto y dirigido por Zhúkov.

Debo hacer especial hincapié en este punto. ¿Por qué? Pues porque la historiografía militar soviética intentó ocultar el hecho de que tanto las operaciones que podemos considerar la segunda parte de su Operación" Iskra" (los ataques contra Krasny Bor y Smierdinia), como el conjunto de operaciones ofensivas a gran escala bautizado como "Operación Estrella Polar" se saldaron con un fracaso espectacular.

Sólo tras la caída del régimen comunista han empezado algunos autores rusos a revisar la versión oficial sobre estos combates. Según ésta, la Operación "Iskra" había acabado en victoria, aunque la presencia de los alemanes en Sinyavino siguiera siendo un contratiempo. Los ataques lanzados por el "Frente de Leningrado" y el "Frente del Voljov" el 10 de febrero, por su parte, eran descritos como una operación distinta, denominada "Operación Krasny Bar - Smierdinia" y caracterizada como un ataque de tipo puramente local, destinada a alcanzar esas dos localidades (Krasny Bor desde Leningrado, Smierdinia desde el Voljov) y nada más. Se trata de una denominación deliberadamente "localista" que pretende ocultar el hecho de que las órdenes de operaciones emitidas en diciembre de 1942 por el "Stavka" (el Gran Cuartel General soviético) para los "Frentes" de Leningrado y el Voljov eran mucho más ambiciosas.

En ellas se especificaba que había que liquidar a las tropas enemigas que, sin duda, se amasarían en el área Sinyavino - Mga, para permitir de una vez por todas el restablecimiento de las comunicaciones con Leningrado. Dicho en pocas palabras: los ataques al sur del Ladoga, en enero de 1943, y los combates en Krasny Bor y en el Voljov en febrero formaban en su diseño una misma y única operación.

Los estrategas soviéticos no dejaban pasar ninguna ocasión así que, puesto que se consideraba que la ejecución victoriosa y completa de "Iskra" llevaría al caos al Grupo de Ejércitos "Norte", prepararon las ulteriores operaciones a realizar en el sector, que incluían la liberación de ciudades como Dno, Luga y Pskov, como ya hemos visto.

Antes de que nadie me acuse de hacer lo mismo que los historiadores soviéticos, pero al revés (exagerar la importancia de Krasny Bor para dar más brillo a la victoria española) les recordaré lo que estaba ocurriendo al sur del Ilmen, en el profundo saliente germano en las líneas rusas conocido como "saliente de Demyansk", donde los alemanes se habían empeñado, absurdamente, en mantener una gran agrupación de fuerzas.

El plan soviético calculaba que en el sector del saliente de Mga se obtendría una victoria resonante sobre la "Wehrmacht", y en seguida se lanzaría un ataque masivo en el saliente de Demyansk. Si en Demyansk el éxito hubiera acompañado a los soviéticos, esto debería haber ocasionado una profunda crisis en el 16º Ejército, análoga a la que un final victorioso de la segunda fase de "Iskra" debía haber generado en su vecino, el 18º Ejército. Convencidos de que iba a ser así, como decía más arriba, los oficiales de Estado Mayor rusos ya planeaban las operaciones que deberían conducir a sus tropas hasta Pskov y Narva en la frontera con los Países Bálticos.

No he pretendido, por tanto, atribuir a la División Azul unos méritos excesivos, como si ella sola hubiera anulado todo un ambicioso plan soviético. No, los voluntarios españoles se limitaron a hacer exactamente lo que se esperaba de ellos, en un sector terriblemente peligroso, desde luego. Cumplieron su misión. Pero su victoria defensiva hubiera sido inútil si en el Voljov o en Demyansk los alemanes se hubieran colapsado.

Los voluntarios de la División Azul fueron, por tanto, sólo una parte del engranaje militar que detuvo en el sector septentrional los ambiciosos planes soviéticos (tan audaces como los que habían tenido éxito en otros sectores). Una parte, eso sí, que no dudó en asumir los sacrificios más duros para frustrar los planes soviéticos. No pretendo, repito, dar la imagen absurda de que los españoles, ellos solos, detuvieron a Zhúkov. Pero creo que hay que insistir, hasta que quede absolutamente claro, que Krasny Bor no fue un ataque de alcance local, enérgico y masivo, si, pero limitado al sector español, sino que estuvo inscrito en el marco de una ambiciosa ofensiva soviética.

Después de estas consideraciones "estratégicas", sobre lo que pudo haber sido y no fue en los proyectos soviéticos, volvamos a un nivel más concreto, a las operaciones que se iban a lanzar el día 10 de febrero. Con retraso, por cierto, porque los planificadores del "Stavka" moscovita habían previsto un ritmo de operaciones más rápido para todo el conjunto de la "Operación Estrella Polar" y los ataques que se iban a lanzar en el Voljov y en Leningrado, como continuación de la Operación" Iskra," debían haber empezado el día 8 de febrero. Ya se indicó que en este caso concreto se trataba de una clásica operación de tenaza.

Uno de los brazos de esta tenaza estaba personificado por el 55º Ejército, del general V. P. Sviridov que, partiendo desde el principal suburbio meridional de Leningrado, Kolpino, debía romper las líneas españolas en Krasny Bor, tratando de penetrar tan profundamente como fuera posible en el dispositivo alemán.

Desde el exterior, concretamente desde el entrante ruso en la zona de Pogoste, el otro brazo de la tenaza, las tropas del "Frente del Voljov" (su 54º Ejército, mandado por el general Sujomlin), tras romper las líneas alemanas, avanzaría hacia el W. En el mejor de los casos, ambas fuerzas acabarían por encontrarse en algún punto entre Mga y Liuban, habiendo cercado a las tropas de Hilpert. Las consecuencias que de ello se derivarían ya se han expuesto.

Dos o tres días después de esta primera oleada de ataques, el "Frente de Leningrado" lanzaría también al ataque el 67º Ejército (general Dujanov), mientras que el "Frente del Voljov" haría lo propio con su 2º Ejército de Choque (general Romanovsky), contra la zona Sinyavino-Mga. Como se imaginaba que los ataques del 55º y el 54º Ejército habrían apartado de este punto a las reservas alemanas, se esperaba ocupar por fin Mga.

La historia militar bautizó estas operaciones, cuya ejecución real se inició el 12 de febrero como "Cuarta Operación Ofensiva de Sinyavino", segregándolas de esta manera de las operaciones contra Krasny Bor y Smierdinia. Por mi parte, no haré en adelante referencia a estas operaciones del 67º Ejército y el 2º de Choque más que en la medida que sea necesario para comprender el combate de Krasny Bor.

Pero los oficiales del Estado Mayor soviético ya se habían llevado las suficientes decepciones como para saber que son muy pocos los planes que acaban cumpliéndose al 100 por cien. Ya conocemos los objetivos máximos. Había que fijar, por si acaso, los objetivos mínimos.

En el peor de los casos, si la resistencia enemiga impedía el avance en profundidad, para enlazar con el 54º Ejército, a las tropas del 55º Ejército del "Frente de Leningrado" les debía ser posible romper las líneas en Krasny Bor (puesto que el ataque simultáneo lanzado por el "Frente del Voljov" obligaría a dividir las escasas reservas germanas).

Los soviéticos habían atacado en el sector de Krasny Bor casi desde el mismo momento en que se estableció el cerco germano, así que tenían muy claro que es lo que pretendían hacer. Una vez roto el dispositivo en Krasny Bor, se trataba de superar el adyacente bosque de Sablino, para alcanzar el ramal ferroviario que desde Ulianovka partía hacia Mga, bien avanzando directamente hacia el Sur hasta la localidad recién citada o, lo que era mucho más factible, girando hacia el Este una vez tomado Krasny Bor.

En este último caso, se trataba de aprovechar unos claros en el bosque, que conducían hasta Nikolskoye (junto al Tosna), desde donde se podía acceder igualmente a ese ramal ferroviario. El giro hacia el Tosna tenía la ventaja adicional de que debería obligar a la 4ª División SS a despegarse de ese río y por tanto del Neva. Con todo el Neva en manos soviéticas se contaría con una nueva vía, fluvial en este caso, para suministrar a Leningrado.

La 4ª División SS, a la que debemos prestar en este relato una atención preferente, puesto que fue víctima del mismo ataque que los españoles, tenía sus posiciones establecidas al W. del Tosna, hasta su confluencia con el Neva. Para los soviéticos, despegar a los alemanes del Neva era fundamental y con gran esfuerzo habían expulsado a los germanos del poblado de Ivanovo, en la confluencia de Tosna y el Neva. Por Ivanovo pasaba también el "Ferrocarril de Kirov", el ramal ferroviario que unía Leningrado con Mga, otra vía de comunicaciones que interesaba despejar de alemanes cuanto antes.

Así pues el objetivo mínimo, irrenunciable, era alcanzar el ramal ferroviario Ulianovka-Mga. Si los alemanes no podían utilizarlo, sencillamente dejarían de poder suministrar a sus fuerzas desplegadas en el sector de Sinyavino-Mga, que por tanto deberían retirarse y se podría ampliar el pasillo junto al Ladoga. El cerco de Leningrado quedaría así roto, esta vez de manera efectiva. No menos importante era despegar a la 4ª División SS del Tosna y el Neva. Un buen ejemplo del empeño que los soviéticos tenían en estos dos objetivos lo encontramos en los combates librados en torno a Krasny Bor, entre julio y septiembre de 1942, ya reseñados más arriba.

De un modo u otro, Krasny Bor era el centro neurálgico de la batalla, donde debería aplicar la mayor parte de su poderío la unidad que iba a atacar desde Kolpino, el 55º Ejército Soviético que, bajo la autoridad del general N. P. Sviridov, encuadraba varias Divisiones de Infantería, y que para la operación sería reforzado por Brigadas inde¬pendientes de esquiadores y dotado con una punta de lanza formada por unidades acorazadas y motorizadas. El 55º Ejército había sido constituido como Gran Unidad dependiente del "Frente de Leningrado" en agosto de 1941, para defender precisamente el sector de Kolpino. Sviridov estuvo a su frente desde noviembre de 1941 hasta diciembre de 1943. Los oficiales de inteligencia alemanes no tardaron en señalar que el 55º Ejército esta¬ba siendo especialmente reforzado con nuevas unidades, así como que en las líneas enemigas se registraban todos los preparativos típicos de un ataque inminente.

Al mando del Grupo de Ejércitos "Norte" alemán no se le escapó el nuevo peligro que se cernía para su 18º Ejército de manera que tomó una serie de medidas y, entre ellas, ordenó regresar a su primitivo sector en la zona del Tosna a la 4ª División SS.

El poco interés que han prestado los autores españoles a las demás unidades participantes en la batalla de Krasny Bor queda bien patente cuando hablan de la unidad vecina de los españoles. Para empezar es normal que se refieran a ella como 5ª División de "panzefgrenadiers" SS "Polizei". Ni tan siquiera el nombre y la numeración son correctos. La 4ª División SS se había reclutado entre hombres de la Policía alemana y de ahí que su designación fuera División SS-Policía, y no tuviera nombre propio ("Polizei" no lo era, sino la designación que señalaba su origen) a diferencia de las unidades de élite de las SS que, esas sí, tenían derecho a ser bautizadas con un nombre propio ("Adolf Hitler", "Das Reich", "Wiking", etc.) Tampoco era la 5ª, sino la 4ª División SS, como queda dicho. ¿A qué se debe ese error? Supongo a que en algunos documentos españoles se señalaba que la División vecina era la 5ª de Cazadores de Montaña y en otros la 4ª División SS.

La solución "transaccional" de algunos autores ha sido convertirla en la 5ª División SS, aunque una consulta a la bibliografía disponible en castellano hubiera bastado para saber que la 5ª División SS “Wiking” se encontraba en ese momento en Ucrania y empeñada en duros combates.

No menos erróneo es decir que se trataba de una División" panzergrenadíer", calificación ésta que sugiere que contaba con carros de combate y otros medios de combate acorazados. Es cierto que el día 1 de febrero de 1943 un burócrata de Berlín había dado las instrucciones para que la División y sus Regimientos adoptaran esa denominación, porque se esperaba retirar del frente a la División y reorganizarla. Pero la realidad era que en aquel momento la 4ª División SS-Policía no era más que una División de Infantería normal y corriente.

Hasta hacía apenas unos meses había estado tan "segregada" dentro de las" Waffen SS" que sus hombres ni siquiera usaban sus uniformes (sino los de la Policía) y no disponían de ningún tipo de armamento selecto, como sí que ocurría con las otras Divisiones de este Cuerpo. Su conversión en una unidad genuinamente SS acababa de empezar y para ello tres de sus Batallones habían sido enviados a Polonia, para ser reconstruidos y reorganizados. Dos de ellos se tuvieron que mandar hacia el amenazado sector del Don en enero de 1943 y sólo el tercero volvería a la División, ya en marzo. Los seis Batallones restantes tenían tan mermadas sus fuerzas que se había decidido que en vez de organizarse en cuatro Compañías lo hicieran en tres. En total, los tres Regimientos de la 4ª División SS alineaban, así pues, 18 unidades tipo Compañía de Infantería, mientras que la División Azul encuadraba en sus tres regimientos 36 unidades tipo Compañía: el doble. Y esto hablando a un nivel puramente teórico, sobre el papel, pues la realidad era mucho peor, como vamos a ver.

A principios de septiembre de 1942, los SS de la 4ª División habían recibido con alegría la noticia de que los españoles relevaban a sus anteriores a la izquierda, la 121ª División, dado el prestigio de la División Azul. En realidad, soldados de la 4ª División SS y de la División Azul ya habían tenido ocasión de combatir, codo con codo, en las batallas para liquidar la Bolsa del Voljov. En enero, como vimos, la 4ª División SS había sido enviada con urgencia hacia Sinyavino, entregando sus líneas a los españoles y a la 5ª de Cazadores de Montaña.

Y el día 8 de febrero, exactamente, los primeros escalones divisionarios de esta unidad SS empezaron a volver a sus líneas anteriores aunque, significativamente, no a las líneas que habían entregado a la División Azul, sino sólo a las que habían pasado a la 5ª de Cazadores. Sencillamente, la 4ª División SS carecía de las fuerzas suficientes para hacerse cargo de todo su antiguo sector, pues había sufrido un tremendo castigo en los combates en el sector de Sinyavino. Además, el día 10, al desencadenarse el ataque la División SS se encontraba en un momento delicado: entrando en línea en su nuevo despliegue.

El sector de la 4ª División SS fue dividido en tres subsectores. El Oriental, junto a la desembocadura del Tosna, mandado por el Mayor Dórner, encuadraba los pocos efectivos disponibles del 22 Regimiento SS-Policía, reforzado por dos débiles Compañías agregadas a él (una del 100º Regimiento de Cazadores de Montaña y otra del 374º Regimiento de Granaderos). El total de efectivos disponibles en primera línea era de 500 hombres. En el centro del despliegue, el Mayor Schümers tenía en línea a lo que quedaba del 1º Regimiento SS-Policía y del Grupo de Exploración divisionario, con otros 500 hombres. El sector Occidental, el que lindaba con los españoles, estaba bajo el mando del Teniente Coronel Reifflin, con los efectivos que quedaban del 3º Regimiento SS-Policía, que totalizaban exactamente 335 hombres. Tan debilísima infantería tenía, comparativamente, un potente fuego de apoyo, ya que en la retaguardia de sus líneas se encontraba el Grupo Cazacarros divisionario (con 14 piezas de 37 mm., 3 de 75,mm., y una de 76 mm.), el Grupo Antiaéreo divisionario (con dos piezas "fIak" de 37 mm, 11 piezas "fIak" de 20 mm., y dos de los temibles "flak" de 88 mm.; las unidades SS, a diferencia de las del Ejército, sí que solían contar con un Grupo Antiaéreo propio) y la artillería de campaña divisionaria: 5 piezas de 150 y 16 piezas de 105.

La otra vecina de la División Azul, ahora en su flanco izquierdo, era otra unidad de las Waffen SS, concreta mente la 2ª Brigada SS de Infantería. Cuando había sido creada, en 1941, no se pensó en utilizarla como fuerza de combate, sino para tareas antipartisanas en la URSS ocupada. La contraofensiva soviética de 1941 la catapultó al frente, perdiendo uno de sus dos Regimientos, que debió pasar a un sector más amenazado. Para completarla, los alemanes recurrieron a integrar en ella varias de las Legiones de Voluntarios que habían reclutado en Europa: la Legión SS holandesa (equivalente a un Regimiento) y la Legión SS flamenca (equivalente a un Batallón).

Había combatido con estos efectivos en la Batalla de la Bolsa del Voljov, por lo que los holandeses y flamencos de la 2ª Brigada SS ya eran viejos conocidos de los españoles. Trasladada después al frente de Leningrado, recibiría nuevas unidades extranjeras, la Legión SS Noruega (con efectivos de Batallón) y varios Batallones de Policía de voluntarios letones. El mismo Himmler había acudido a inspeccionar la Brigada en enero de 1943 y quedó tan encantado con los letones que dio orden de convertir a la 2ª Brigada SS en una unidad específicamente letona. Los holandeses quedaron encargados de instruirlos oportunamente. En pocas palabras, se trataba de una unidad en pleno proceso de "reconversión".

Creo que estas referencias a las unidades vecinas de la División Azul no son gratuitas. La 4ª División SS-Policía se vio tan envuelta en la batalla de Krasny Bor como nuestra División Azul. Y en la misma batalla tomarían parte elementos de la 2ª Brigada SS, y más concretamente de la Legión Noruega y de la Legión Flamenca, aunque no participarían sus elementos letones, contrariamente a lo que se suele decir.






























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