HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Campañas




CAMPAÑA DE RUSIA (1941 - 1943)

LA DIVISIÓN AZUL.

Orgánica y composición de la División Azul.

    NOTA: El texto está tomado íntegramente del libro "Morir en Rusia, la División Azul en la batalla de Krasny-Bor", de Carlos Caballero Jurado, publicado en un número extraordinario de la Revista Española de Historia Militar. Nosotros simplemente nos hemos limitado a hacer unas serie de correciones ortográficas y de estilo, y reordenar algunos párrafos de acuerdo a nuestro interés expositivo. Por lo demás, el mérito de la investigación y exposición pertenece al señor Caballero.



ORGÁNICA DE LA DIVISIÓN AZUL EN VÍSPERAS DE LA BATALLA DE KRASNY BOR

La División contaba con tres Regimientos de Infantería, bautizados como 262º, 263º y 269º.

En el caso de los tres Regimientos de Infantería, el nombre de su primer comandante acabó transformándose en denominación no oficial de la unidad. El 262º Regimiento era popularmente conocido como “Regimiento Pimentel”, el 263º como “Vierna” y el 269º como “Esparza”. Los veteranos de la campaña, al hablar o escribir sobre ella, utilizan mucho más esta denominación que la nomenclatura oficial.

Por orden del Alto Mando alemán todos los Regimientos de Fusileros acababan de ser rebautizados como Regimientos de Granaderos, pero esta orden no implicó ni modificaciones en su estructura ni cambio en su numeración. Cada uno de los regimientos disponía de tres batallones (Iº, IIº y IIIº) y éstos, a su vez, contaban con cuatro compañías, siendo las tres primeras de fusiles y la última de armas de apoyo (morteros y ametralladoras pesadas).

Se comete a menudo el error de citar a estos Batallones con números árabes. Según las normas habituales en todos los Ejércitos, los batallones integrados en regimientos se denominan usando números romanos para el batallón y árabes para el regimiento al que pertenecen orgánicamente. Por ejemplo, nunca deberíamos decir "segundo del 269º" o "2º/269", siendo correcta únicamente la designación IIº/269º. Solo los Batallones o Grupos que son autónomos pueden aparecer citados con números árabes. Por la misma razón ¬seguir los procedimientos militares regulares- las compañías, escuadrones y baterías deben aparecer siempre en números árabes.

Además de estos tres batallones, cada regimiento contaba con una compañía de cañones de Infantería, otra de antitanques ligeros y otra mixta que integraba pequeños núcleos de zapadores, transmisiones, etc., (normalmente denominada compañía de plana mayor, debido a que los alemanes en sus plantillas la denominaban Stabkompanie). Las compañías se numeraban de forma correlativa, correspondiendo las cuatro primeras cifras al Iº Batallón, las cuatro siguientes al IIº y así sucesivamente. La compañía de cañones recibía el número 13º, la de antitanques el 14º y la bautizada como de plana mayor, el 15º. Por esta razón es redundante decir: "9ª Compañía del IIIº Batallón del 262º Regimiento". Basta con decir 9ª/262 para comprender cómo estaba encuadrada.



Organigrama de la División Azul en el invierno de 1942-43.

A la altura de enero de 1943, el disponer de nueve Batallones de Infantería era ya todo un lujo para cualquier División alemana destinada en Rusia. Las terribles pérdidas que se habían producido casi desde el principio de la campaña ya no lo permitían. Por ello eran muchas las Divisiones alemanas, por no decir la mayoría, que los habían reducido a seis, bien quedándose con tres Regimientos de a dos Batallones, bien contando con dos Regimientos de a tres Batallones.

La realidad era, sin embargo, que la División Azul contaba con más de nueve Batallones. Esto se debía a que, por su peculiar casuística, no padecía las carencias de personal de sus homólogas germanas. Veamos cuáles eran esas unidades.

La primera a reseñar es el Batallón de Reserva Móvil 250º. Su existencia se explica porque, al empezar la campaña del Este, se decidió dotar a cada División alemana con una Unidad de Depósito avanzada (oficialmente bautizada como Feldersatz Bataillon, Batallón de Depósito en Campaña). Como las unidades de Depósito en la Patria, su misión era instruir reclutas, encuadrar convalecientes, etc. Pero situándolas en las proximidades de las zonas de despliegue se esperaba poder sacar de ellas los reemplazos necesarios para cubrir las bajas con mayor rapidez. En 1943 ya eran muy pocas las Divisiones que tenían a disposición su propio Batallón de Depósito en Campaña y las unidades existentes de este tipo atendían a más de una División.

La División Azul, por su parte, no padecía tales penurias de personal (toda España era su unidad de Depósito), por lo que el Batallón de Depósito 250º, más habitualmente llamado Batallón de Reserva Móvil 250º, o Batallón 250º a secas y, popularmente conocido como "La Tía Bernarda" entre los divisionarios, era, a todos los efectos, un Batallón de Infantería más de la División. Por eso su estructura original, de tres Compañías, había sido modificada para integrar en él una 4ª Compañía de Armas de Apoyo. Dentro de la División Azul, esta era la unidad que más encarnaba las tradiciones de la Legión y en más de un texto, al hablar de sus componentes se habla de "los legionarios del Batallón 250º"

Otra unidad de "a pie" podía reforzar los efectivos de Infantería. Me refiero ahora al Grupo de Exploración 250º. Nunca contó con caballos, ni tampoco con medios motorizados dignos de tal nombre, y su precaria movilidad se reducía a unas cuantas bicicletas, instrumento no muy adecuado para las tareas de exploración que en principio se le atribuían. La verdad es que la División operó siempre en frentes estáticos y nunca pudo desarrollar misiones de ese tipo. Era conocido con otros nombres (Grupo de Caballería 250º, Grupo Ciclista 250º), pero el recuerdo de su misión original sólo pervivía en el "espíritu jinete" de sus mandos y tropa y en la designación como Escuadrones de sus Compañías. Su movilidad sólo cabía explotarla asignándole misiones de reserva para contraataques.

Dado su empleo en funciones de infantería ligera, hubiera sido más correcto el nombre de Batallón de Fusileros para designarlo. Eso fue en realidad lo que hizo el Ejército alemán en 1943. Habiendo pasado a la defensiva, se asignó la denominación de Batallones de Fusileros para las anteriores unidades de exploración divisionarias, mientras que los Batallones de Infantería normales, integrados en Regimientos, recibieron la denominación de Batallones de Granaderos. En la plantilla original de la División, el Grupo de Exploración no tuvo más que dos Escuadrones, pero desde hacía tiempo contaba de hecho con tres unidades de este tipo.

La última unidad a reseñar es el Batallón de Zapadores 250º. En la División Azul, como en todos los Ejércitos y Campañas de la historia, los Zapadores son el Arma encargada del Trabajo (la fortificación, el minado y desminado, etc.) pero, a la vez, son una eficaz fuerza de "infantería pesada", apta tanto para misiones de asalto como para difíciles tareas defensivas, siempre con gran capacidad resolutoria. Una de las Compañías de Zapadores había sido instruida como unidad de esquiadores, pero no debe confundírsela con la Compañía de Esquiadores 250ª, que era una unidad autónoma. Esta Compañía de Zapadores Esquiadores se sumó a las tres Compañías con que contaba el Batallón que, así pues, tenía una plantilla atípica con respecto a lo que era normal en los organigramas alemanes.

En resumen, la División Española de Voluntarios podía alinear el equivalente a doce Batallones de Infantería. Cinco de ellos (Iº/262, IIº/262, Reserva 250º, Exploración 250º y Zapadores 250º) se verán implicados completamente en la vorágine de Krasny Bor, mientras que otros tres más (IIIº/262, Iº/263 y IIº/269) tomarán parte también en los combates en forma muy activa e importante.

No podemos olvidar tampoco a la Compañía de Esquiadores, igualmente lanzada al combate de Krasny Bordesde el primer momento. Es decir, dos tercios de las "fuerzas de a pie" de la División tomaron parte en la batalla de Krasny Bor.

Esta masa de combatientes "de a pie" contaba con el apoyo por el fuego de dos unidades muy distintas. De un lado, el Regimiento de Artillería 250º, con cuatro Grupos, siendo los tres primeros (Iº, IIº y IIIº) Grupos Ligeros (piezas de 10'5) y el IVº un Grupo Pesado (piezas de 150). Cada Grupo contaba con tres Baterías, numeradas en una secuencia regimental, de la 1ª a la 12ª. Todas las Baterías del Iº Grupo, dos del IIIº y dos del IVº (siete en total), se vieron envueltas en la "melee" de Krasny Bor, aunque desde luego algunas de las restantes también aportaron su concurso desde mayores distancias con su fuego.

Desde su llegada al sector de Leningrado los españoles habían podido constatar que allí la artillería soviética era excepcionalmente poderosa. Aparte de las piezas orgánicas de las Grandes Unidades que defendían Leningrado, tres grandes agrupaciones artilIeras del Ejército Rojo protegían la urbe con un fuego potentísimo, calculado para frenar en seco cualquier asalto germano. Para tratar de contrarrestar tan tremenda potencia, las Divisiones que tomaban parte en el asedio habían visto reforzadas sus dotaciones artilIeras y así por ejemplo, la División Azul contaba, además de su dotación regular, con el refuerzo de algunas piezas más, procedentes de los botines de guerra: una batería de obuses de 155 y dos baterías de morteros pesados, todos ellos de origen francés. En el sector de Krasny Bor se encontraban algunos de estos venerables morteros de 220 mm. que los alemanes habían entregado a los españoles, los de la 14 batería.

No olvidemos, finalmente, a la Artillería propia de los Regimientos, la encuadrada en las 13ª Compañías de cada Regimiento, con 6 piezas de 75 mm. y dos de 150 mm. La 13ª/262 tomó parte destacada en la Batalla.

La otra unidad artillera era el Grupo de Antitanques Divisionario 250º. También esta unidad se vio envuelta, al completo en el infierno de la Krasny Bor, al igual que la 14ª/262, la Compañía de Antitanques del Regimiento. Sin embargo, tanto los antitanques divisionarios como los regimentales estaban dotados básicamente con una pieza ligera, el palf alemán de 37 mm., absolutamente ineficaz frente a los tanques soviéticos, tanto frente a los carros medios T-34 como a los pesados KV-1. A aquellas alturas de la guerra los germanos ya fabricaban piezas anticarro de mayor calidad y calibre, pero en cantidad insuficiente como para dotar a todas sus Divisiones, sobre todo porque las piezas más modernas y pesadas exigían para su movilidad el disponer de un transporte motorizado que no podía asignárseles, dada la paupérrima motorización del Heer.



En el momento de su constitución en el campamento de Grafenwohr, la División Azul recibió unos desfasados antitanques ligeros Pak 37 como los que aparecen en la imagen junto al sargento Juan Sancho Galmes (Medalla Militar Individual por su participación en la cabeza de puente del Voljov). Pero con estas armas era imposible enfrentarse a los T-34 y KV-1.

Los pak de 37 mm, que a esas alturas de la guerra resultaban patéticos, tenían una única ventaja: sus sirvientes podían desplazarlos de un lugar a otro empujándolos ellos mismos. Como solución de fortuna los germanos recurrieron al botín de guerra. Cañones franceses y rusos, a veces de modelos anticarro, otras veces piezas de campaña adaptadas a esa función, pero en todo caso de calibres más respetables, habían sido repartidos entre las unidades.

El Grupo Antitanque 250º no había podido mejorar su dotación más que con la incorporación de piezas de 45 y de 76'2 mm. procedentes del botín de guerra tomado a los soviéticos. Pero en el momento de esta batalla, de las más eficaces, las del 76'2 mm., solo se disponía de dos ejemplares. En el caso de la 14ª/262, junto a nueve pak de 37 mm., podía contar con dos piezas de 75 mm de origen francés y otra de 76'2 de origen ruso.

En conjunto la dotación artillera a disposición de la División era insuficiente. Su artillería de campaña no podía equilibrar la potencia de fuego a disposición de los atacantes y su artillería antitanque era de escaso calibre y poca eficacia. Aún así tuvo un papel decisivo en la batalla y, en resumen, si la Infantería de la División Azul (en realidad había Infantería, Caballería y Zapadores) lanzó a la batalla a ocho de sus doce Batallones, la Artillería (de Campaña y Antitanque) no le quedó a la zaga, empleando el equivalente a tres de sus cinco Grupos.

Los efectivos de la División Azul estaban, en febrero de 1943, razonablemente al completo. Cierto es que algún Batallón, como veremos, estaba muy mermado, pero no era el caso general. Desde 1942 la División venía recibiendo regularmente los llamados "Batallones de Marcha", con centenares de nuevos voluntarios (bautizados como" mortadelas" por los "gurípas", palabras que en el argot de la División Azul identificaban respectivamente a los novatos y a los veteranos), con los que se cubrían regularmente las bajas. Es cierto que también' marchaban en sentido contrario los llamados "Batallones de Repatriación", con mandos y soldados que regresaban a España tras cubrir su periodo de servicio en Rusia. Sobre el movimiento de hombres desde España a Rusia y a la inversa, remito al lector al Anexo nº 7.



Efectivos humanos teóricos de la División Azul, según la plantilla autorizada por el Ejército alemán. A estas unidades había que añadir el Batallón de Depósito Móvil o Reserva Móvil, que en realidad era empleado como un Batallón de Infantería más, por lo que los efectivos teóricos de la División alcanzaban casi los 18.000 hombres.

En cualquier caso, aunque no al cien por cien, los efectivos reales de la División española se acercaban más a los efectivos teóricos que en cualquiera de las vecinas Divisiones alemanas. Este sistema de relevos tenía el inconveniente de que eran muchos los veteranos expertos y endurecidos que eran repatriados, mientras que se recibía a cambio a reclutas bisoños. Pero, en definitiva, el sistema funcionaba, pues siempre quedaba el número suficiente de mandos y soldados ya fogueados como para asegurar la osamenta de la División y su eficacia combativa. Cuando, en febrero de 1943, se conoció la inminencia y envergadura del ataque soviético, fueron bastantes los oficiales que expresaron sus temores sobre cómo responderían los "mortadelas". Y, después de la batalla, más de un veterano ha sugerido que el resultado hubiese sido distinto de estar compuesta la División solo por vete¬ranos. En cualquier caso se trata de especulaciones difíciles de confirmar.

El lector ya habrá observado que no se ha hablado para nada de tanques, cañones de asalto o antiaéreos. No, la División Azul no los tenía, como tampoco los tenía ninguna unidad alemana de su mismo tipo. En el afamado libro de los norteamericanos G. Kleinfeld y L. Tambs "La División Española de Hitler. La División Azul en Rusia", el empleo sistemático de dos términos del lenguaje militar alemán, concretamente" Flak" (Cañón Antiaéreo) y "Pak" (Cañón Antitanque) utilizados por los autores en el texto inglés original, ha causado un error en la traducción al castellano. Inadvertidamente se tradujo "pak" por cañón antiaéreo, en vez de por antitanque, y así se puede leer en algunos lugares de la edición en castellano de ese libro que los divisionarios disponían de cañones antiaéreos, lo cual es totalmente inexacto.

Dado el merecido prestigio logrado por esa obra, ya se ha producido el que varios autores tomen al pie de la letra esta información y hablen de los antiaéreos de los divisionarios españoles, basándose en lo supuestamente afirmado por Kleinfeld y Tambs que no es, en realidad, mas que un caso de desafortunada traducción.

De la misma manera que la División Azul no contaba con estos modernos medios de combate, apenas si tenía vehículos motorizados. El Ejército alemán entró en la URSS en 1941 y salió de ella en 1944 como una fuerza fundamentalmente hipomóvil. Eran los caballos y no los motores los que arrastraban la artillería, llevaban los suministros y acarreaban las municiones. En cuanto a los soldados, se desplazaban tan a pie como lo habían hecho en su día los soldados napoleónicos.

Todos estos son datos a tener muy presentes, pues muchas de las incidencias de la Batalla de Krasny Bor se deben a que los españoles no tenían ni carros de combate con los que enfrentarse a los tanques soviéticos, ni piezas antiaéreas con las que protegerse de los aviones enemigos, y ni siquiera contaban con los suficientes camiones como para movilizar con rapidez sus reservas, llevar las municiones que con tanta urgencia se necesitaban o evacuar con premura a los heridos.


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ANEXO

COMANDANTES DE LAS UNIDADES DE LA DIVISIÓN AZUL

Al frente de los Regimientos, Batallones y Grupos de la División Azul se sucedieron distintos mandos. A continuación se reflejan los nombres de los jefes que, de manera sucesiva, fueron los comandantes de las principales unidades divisionarias. La información aquí ofrecida nos ha sido facilitada por el historiador leridano, especializado en la División Azul, Daniel Burguete, a quien deseamos expresar el agradecimiento de la REHM.

262º Regimiento de Infantería:

  • Coronel Pedro Pimentel Zayas.
  • Coronel Manuel Sagrado Marchena.
  • Teniente Coronel Ramón Robles Pazos.
  • Coronel José Muñoz Valcárcel.

263º Regimiento de Infantería:

  • Coronel José Vierna Trápaga.
  • Coronel Ricardo Villalba Rubio.
  • Teniente Coronel Crescencio Pérez de Bulumburu.
  • Coronel Santiago Amado Lóriga.
  • Teniente Coronel Francisco Nieto Arnáiz.

269º Regimiento de Infantería:

  • Coronel José Martínez Esparza.
  • Coronel Miguel Rodrigo Martínez.
  • Teniente Coronel Joaquín de Miguel Cabrero.
  • Coronel Carlos Rubio López-Guijarro.
  • Teniente Coronel Alberto Morató de Tapia y Elices.

250º Grupo de Exploración:

  • Comandante Ángel Sánchez del Águila Menco.
  • Comandante Nemesio Fernández-Cuesta Merelo.
  • Capitán Luis García Ciudad y Reig.
  • Capitán (después Comandante) Prudencio Ortega Gil.
  • Comandante Valentín Bulnes Alonso-Villalobos.
  • Comandante Fernando López del Hierro Marín.

250º Batallón de Zapadores:

  • Comandante José Manuel Enríquez Larrondo.
  • Comandante Alfredo Bellod Gómez.
  • Capitán José Luis Aramburu Topete.
  • Comandante Ezequiel Román Gutiérrez.
  • Comandante Marciano Sánchez Barranachea.

250º Grupo de Antitanques:

  • Comandante César Rodríguez Galán.
  • Comandante Joaquín de la Cruz Lacaci.
  • Comandante Prudencio Ortega Gil.

250º Batallón de Reserva:

  • Comandante Fernando Oses Armesto.
  • Comandante José Palacios Rodríguez.
  • Capitán Alfredo Miranda Labrador.
  • Teniente Coronel Mariano Moreno de la Vega Artola

250º Batallón de Transmisiones:

  • Comandante Antonio Barrera Martínez.
  • Comandante Luis Díez-Alegría Gutiérrez.





FUENTES: