POSICIÓN DE DAR BUIMEYAN

Posición guarnecida por una compañía de fusiles y otra de ametralladoras del regimiento de Ceriñola, un destacamento de 60 policías indígenas y otro de Artillería. Tras recibir la orden, fue evacuada sobre Annual, con resultado de muerte, desaparición o captura de su mayor parte al llegar a las inmediaciones Annual, que ya estaba en poder de los cabileños.

Esta posición, ocupada el 21 de febrero de 1921, estaba situada al oeste y a vanguardia de Annual, entre esta posición y el río Amekrán.



Posición de Dar Buimeyan, al oeste y vanguardia de Annual.

Su guarnición la formaban las siguientes unidades:

  • 3ª Compañía, I Batallón, Rgto. Ceriñola 42: al mando del capitán don José del Rey Riverón y los tenientes Lorenzo Chueca Udaondo y Rafael Grau Domenech (el teniente Luis Espinosa Montero estaba de permiso en la península), con un total de 85 de tropa.

  • Compañía de Ametralladoras del III Batallón, Rgto. Ceriñola 42: al mando del capitán don Ricardo Sánchez Canaluche y los tenientes Alberto Escrich Lobo y Luis Prieto Rodríguez, con un total de 56 de tropa.

  • 15ª mía de la Policía Indígena: al mando del capitán don Luis Salto Rodríguez y los tenientes Juan Cordero Arronte, Martín Elviro Verdeguer, Victoriano Iglesias Martín y Abdesalam Asgut, con unos 60 policías. Con ellos estaba el teniente médico de la 15ª mía, Francisco Pérez Gómez, el teniente José Villegas Silva, de la 12ª mía, y el teniente médico de ésta, Antonio Vázquez Bernabeu.

  • Destacamento de la 2ª Batería de la Comandancia de Artillería: con cuatro piezas Saint-Chaumont de 7'5 al mando del teniente Fernando Puig de Iriarte.

Tras la caida de Igueriben, durante la noche del 21 al 22 de julio se estableció un servicio mixto en el parapeto de la posición con soldados peninsulares y policías indígenas, por la desconfianza que éstos ofrecían, que eran invitados a gritos por los rifeños a desertar.

A las 07:00 horas del día siguiente, 22 de julio, y vista la aparente tranquilidad circundante, enviaron a Annual el convoy diario de aprovisionamiento. Avanzada la mañana observaron fuerzas propias que avanzaban desde Annual hacia retaguardia. Ante la tardanza del regreso del convoy de aprovisionamiento enviaron un sargento de Policía a Annual a pedir instrucciones, que tampoco regresaría; poco después escucharon disparar hacia retaguardia los cañones de Annual, algo verdaderamente extraño.

A las 11:30 horas recibieron desde Talilit la orden de evacuar las fuerzas sobre Annual sin destruir la posición para no delatar el movimiento al enemigo. En vanguardia y flanqueo iban los policías indígenas, quienes nada más salir de la posición desertaron por los barrancos circundantes. El resto de la fuerza fue interceptada por el enemigo, que ya había tomado el campamento de Annual; con ellos marchaban los artilleros del destacamento, que habían inutilizado las piezas y echado petróleo sobre ellas. La fuerza fue dispersada y, aun así, trató de abrirse paso hasta Annual, pero fue rodeada cerca de este campamento y destruida.

Resultaron muertos los siguientes ofciales:

  • Tenientes don Lorenzo Chueca Udaondo y don Rafael Grau Domenech, de la 3ª Compañía, I Batallón, Rgto. Ceriñola 42.
  • Tenientes don Alberto Escrich Lobo y Luis Prieto Rodríguez, de la compañía de Ametralladoras del III Batallón, Rgto. Ceriñola 42.
  • Teniente de Artillería don Fernando Puig de Iriarte.
  • Tenientes de la 15ª mía de la Policía Indígena don Juan Cordero Arronte, don Victoriano Iglesias Martín y Abdesalam Asgut.

Los tres capitanes presentes en la posición fueron hechos prisioneros, si bien el capitán Salto moriría posteriormente en cautividad.

De los aproximadamente 150 de tropa presentes en la posición muy pocos lograron sobrevivir, junto con los tenientes Vázquez Bernabeu (médico), Pérez Gómez (médico) y Villegas (12ª mía); una treintena fue hecha prisionera y el resto fue dado por muerto o desaparecido.

Este es el relato de lo ocurrido a esta posición que recoge el general Picasso en su resumen (capítulo VIII):

    Hostilizada esta posición insistentemente desde mediados de junio, queda con anterioridad relatado el proceso de sus vicisitudes, retrayéndose como consecuencia de dichos ataques el servicio de seguridad que con anterioridad se extendiera hasta la Loma de los Árboles, dejando con ello al descubierto su aguada y, últimamente interceptada, así como estableciéndose el enemigo en los poblados en contorno de la posición, dificultó también el paso de los convoyes de Annual, llegando a hacer difícil su situación.

    Dice el teniente médico Vázquez Bernabeu –folio 1071 vuelto- que la noche del 21 de julio, en vista de la caída de Igueriben, se montó un servicio mixto de tropa peninsular y Policía, por la desconfianza que ésta inspiraba, pasando la noche en el parapeto, oyendo a los moros enemigos invitar a los policías a la defección; que a las siete de la mañana del 22, en atención a la aparente tranquilidad circunstante, se montaron los servicios de seguridad, enviándose a Annual el convoy cotidiano, cuya tardanza en regresar los puso en alarma. Avanzada la mañana observaron, también con extrañeza, fuerzas marchando sobre el camino viejo de Annual en dirección a Izumar, y encontrándose faltos de agua y de víveres mandaron a un sargento de Policía en petición de instrucciones a Annual, el cual no regresó tampoco; advirtiendo que dicho campamento hacía fuego de Artillería hacia retaguardia, dirección en la que nunca lo había hecho.

    A las once y media recibióse desde Talilit la orden de evacuar la posición sin dar señales de destrucción, para no atraerse la atención del enemigo, y de replegarse sobre Annual, saliendo en ejecución de ella, en vanguardia y flanqueo, la fuerza de Policía, a fin de proteger la salida de la guarnición de la posición; la cual fuerza indígena, desde el primer momento, hizo defección, echándose a los barrancos, sin que a la guarnición fuese dado llegar a Annual, porque el enemigo, en crecido número, acudió a cortarla el camino, ya en posesión del campamento, a cuyo saco habían entrado los cabileños.

    El capitán González Longoria, de la 11ª mía de Policía, apostado en las casas traseras de Annual, en dirección de Buimeyan, con objeto de asegurar el campamento por dicho frente, según se hizo constar en su lugar, manifiesta, al folio 494, que recibió la orden del 497, previniéndole que se iba a evacuar; que se daba orden a Buimeyan para el abandono de la posición; y que le enviaba el sargento indígena de la 6ª mía, Yamani, para que se le indicase el sitio desde el cual podría apoyar la retirada de su guarnición; mas al darse cuenta el testigo que Annual no hacía fuego, que el enemigo llegaba en grandes núcleos, sin encontrar resistencia, y que Buimeyan era abandonado por la Policía, que marchaba en dirección de Sidi-Dris, y que ya habían evacuado todas las fuerzas de Annual, resolvió retirarse a su vez, con la escasa gente que le quedaba, con dirección a las casas, que ya estaban ocupadas por el enemigo, así como Buimeyan, y entraba también en Annual, sin cumplir, por tanto, el encargo de prestar apoyo a la retirada de aquella guarnición.

    El teniente médico D’Harcourt, de la misma mía, dice, al folio 1104, que hallándose en el referido puesto avanzado llegó un sargento de ametralladoras de Ceriñola con varios mulos e impedimenta –refiriéndose al convoy enviado [por Buimeyan]-, que siguió hacia Annual, viendo también gente que se dirigía a Talilit, procediendo de la dirección de Buimeyan, reconociendo ser policías; y como se informasen de que las tropas abandonaban Annual y la fuerza indígena de protección de su aguada también se retiraba hacia Izumar, y al propio tiempo el enemigo arreciaba en su ataque y la fuerza propia debilitase la defensa, decidieron retirarse hacia Anual.

    El teniente Martínez Baños, de la referida 11ª mía, confirma, al folio 1234 vuelto, las órdenes recibidas con respecto a la protección que debían prestar a las fuerzas de Buimeyan; pero llegando, dice, unos cuantos soldados peninsulares, procedentes de dicha posición, manifestando que al efectuar la salida la guarnición habían sido casi todos copados, dispersándose el resto, por análogas consideraciones a las apuntadas, manifiesta que decidieron retirarse.

    El capitán de Regulares Cebollino refiere, al folio 459, que, en retirada por Izumar, vio la fuerza de Buimeyan que marchaba hacia Annual, y que, al verse cortado el camino, retrocedió hasta su posición, sin que alcanzara a reconocer su ulterior suerte.

    El capitán de Policía Jiménez Ortoneda, al folio 1462, dice que vio arder la posición desde Yebel Uddia.

    Y el capitán de Ceriñola Catalán dice, por último, al folio 1016 vuelto, que el de ametralladoras del tercer batallón, destacado en Buimeyan, escribió una carta, en la que decía que habían recibido la orden de replegarse a Annual a la hora en que este campamento estaba ya ocupado por el enemigo.

    En atestado 172, del cabo de Ceriñola Calixto Barambones Cerezo y otro soldado, deponen que, al salir la guarnición de Buimeyan y desertar la Policía, que iba en vanguardia, las fuerzas peninsulares fueron muy tiroteadas desde el primer momento, marchando combatiendo hasta llegar a las proximidades de Annual, que estaba en poder del enemigo, en donde fueron cercados y duramente atacados, muriendo la mayor parte de la fuerza y cayendo prisioneros el capitán de su compañía y unos veinticuatro hombres, de los noventa que, aproximadamente, la integraban, si bien haya noticia de algunos oficiales más, prisioneros, de este núcleo de fuerzas.

    El soldado Antonio Escame, en atestado 152, confirma todos los anteriores particulares, pero agrega que se inutilizaron las piezas de artillería y se rociaron las municiones con petróleo, aunque no sabe si llegaron o no a hacer explosión, porque se dio orden de marchar.