POSICIÓN DE BEN TIEB

Principal posición defensiva a retaguardia de Annual. Fue evacuada el 22 de julio sobre Dar Drius por su jefe, el capitán son Antonio Lobo Ristori.

Esta posición fue establecida el 5 de diciembre de 1920 en territorio de la cábila de Beni Ulixech para garantizar su adhesión, y era la principal posición defensiva a retaguardia de Annual.

Estaba situada a 18 kilómetros a retaguardia de Annual y a 12 kilómetros a vanguardia del campamento de Dar Drius. Tenía un Depósito Secundario de Intendencia al mando del teniente Ángel Guerras Garrido, del Servicio de Posiciones. Los camiones de transporte llegaban hasta Ben Tieb procedentes de Dar Drius, que era la cabecera administrativa de la zona; desde allí hacia Annual el transporte se hacía con camiones de 2,5 toneladas a media carga por un camino carretero sin afirmar, o a lomo, debido a las malas condiciones del terreno, especialmente en el tramo de Izumar a Annual.



Ben Tieb, principal posición defensiva a retaguardia de Annual.

El jefe de la posición era el capitán don Antonio Lobo Ristori, jefe de la compañía de Ametralladoras del I Batallón del regimiento San Fernando 11, y estaba guarnecida por las siguientes unidades:

  • Dos secciones de la 1ª Compañía, II Batallón, Rgto. San Fernando 11: al mando del capitán don José Querejeta Pavón y los tenientes Jaime Camps Gordón, con un total de 57 hombres de tropa (la sección del teniente Joaquín Nieves Herrero estaba desplegada en el Morabo de Sidi Mohamed). Los tres oficiales encontrarían la muerte en los siguientes días.

  • Destacamento de la 7ª Batería de la Comandancia de Artillería: al mando del teniente don Antonio Enrile y López Morla, con cuatro piezas Saint-Chaumont de 7'5.

  • 5º Escuadrón, Regimiento Alcántara 14: al mando del capitán don Ricardo Chicote Arcos y los tenientes Román del Campo Cantalapiedra, Fernando Vea-Murguía Palacio-Azaña y Victoriano Pua Elvira, con un total de 86 jinetes.

  • 3ª Compañía, Comandancia de Ingenieros: al mando del capitán don Agustín García Andújar, el teniente Antonio Noreña Ferrer y el alférez Casimiro Gil Vicent. Esta compañía se había replegado sobre Ben Tieb ese mismo día procedente de la posición Intermedia B, tras haber fracasado el intento de establecer una nueva posición en el paso de Beni Asa. El repliegue lo hizo hostigado por el enemigo, por lo que tenía muchas bajas y heridos en sus filas.

  • 2ª y 6ª Compañías Montadas, Subintendencia Militar.

Sobre las 13:00 horas comenzaron a llegar a Ben Tieb los primeros soldados de la retirada desordenada de las tropas españolas procedentes de Annual, finalizando el desfile de la riada sobre las 15:00 horas.

El capitán Lobo, jefe de la posición, trató de retener algunas unidades en la posición para reforzar su guarnición y contribuir a la defensa de la misma, recabando para ello la colaboración de los jefes y oficiales que pasaban por Ben Tieb, pero todo fue en vano, pues nadie quería quedarse allí; los pocos soldados que lograron hacer entrar en el recinto salieron por la puerta trasera. Merece la pena mencionar la discusión que el capitán Lobo tuvo con el teniente coronel don Pedro Marina Viñaras, jefe del I Batallón del regimiento "Ceriñola" núm. 42, quien, interpelado por el capitán, se negó a quedarse en la posición y prosiguió la huida hasta el campamento de Dar Dríus. Veamos cómo describe el hecho el expediente Picasso (Capítulo VII):

    Continúa la retirada a Dríus desamparando a Ben-Tieb.- No se detiene aún en Ben-Tieb la desordenada columna sino pasajeramente, para reponerse algún tanto.

    El jefe de esta posición trata en vano de retener algunas de estas tropas para reforzar su corta guarnición, recabando para ello el concurso de los jefes que pasan, los cuales desatienden la instancia a tenor de lo que declara el teniente médico Peña, de aquel hospital de evacuación - folio 678 vuelto -, que describe el desastre de la retirada bajo la obsesión del pánico, y más determinadamente se contrae el teniente coronel de Ceriñola Marina.

    También dice a este respecto el teniente de Intendencia Guerra -folio 1.527-, del depósito de aquella posición, que hicieron intentos de sujetar algunas de las fracciones para entrarlas en la posición a fin de organizar la resistencia; que con este propósito salieron a la carretera, por la que pasaba la columna con la gente de diversos Cuerpos y Armas mezclada, los camiones abarrotados de soldados y todo en el mayor desorden, procurando detener a la gente y apear de los vehículos a los que no estaban heridos. Ratifica que requería el jefe de la posición la asistencia de los referidos jefes y oficiales que pasaban con dicho objeto, pero sin alcanzarla; pues tanto éstos como los soldados, con el calor, el polvo, el cansancia y la depresión del espíritu, llegaban completamente agotados.

    El alférez de Ceriñola Guedea dice, en declaración del folio 1.249, refiriéndose a estas discusiones, que el teniente coronel Marina, de su regimiento, dijo que seguiría con sus fuerzas a Dríus, en tanto que el capitán Lobo, jefe de la posición, quería que se detuvieran con ellos para contribuir a la defensa por contar sólo para este fin con dos secciones. En resolución: todos seguían a Dríus, ya sin hostilidad en este trayecto, al cual campamento se recogen los restos desbaratados de estas tropas, tan faltas de gobierno como de moral.

    Dice el capitán Cayuela, de Policía -folio 985-, que en Ben Tieb se observaba una gran confusión de fuerzas de todas clases, sin mando ni dirección; que dirigiéndose a los oficiales de la posición preguntó por algún jefe de quien pudiera recibir instrucciones, contestándole aquellos que allí sólo existía la perplejidad que observara, "sin órdenes de ninguna clase", y que, en suma, la columna siguió el camino de Dríus.

El capitán Lobo se dió cuenta que Ben Tieb quedaría en primera línea del frente y sin fuerzas suficientes para establecer una defensa efectiva, por lo que llamó por teléfono a Dar Drius pidiendo instrucciones. Sabemos que conferenció con el teniente coronel Álvarez del Corral, jefe del II Batallón el regimiento San Fernando 11 y jefe del campamento de Dar Drius. No sabemos lo que trataron, pero el capitán Lobo ordenó al poco tiempo la evacuación de la posición sobre Dar Dríus.



Vista aérea de Ben Tieb (Extraída de "Las imágenes del desastre", de Antonio Carrasco García).

Antes de la salida de la tropa salió una columna con las compañías de Intendencia, que se replegaron en orden con todo el ganado innecesario.

La salida de la posición se hizo en algún momento entre las 15:00 y 16:00 horas. El escuadrón de Caballería desplegó a la izquierda del camino para proteger a la escasa compañía de Infantería, que desplegó en el camino; detrás iban unos 60 ó 70 los heridos en caballerizas o en carros, cerrando la marcha la 3ª compañía de Ingenieros. La marcha se hizo de forma ordenada y sin ser hostilizada por el enemigo, de forma que la columna llegó al campamento de Dar Drius sobre las 18:00 horas, presentándose allí al general Navarro, que llevaba una hora escasa presente en el campamento procedente de Melilla.

Este es el relato de lo ocurrido a esta posición que recoge el general Picasso en su resumen (capítulo VIII):

    Asentada esta posición en lugar despejado, sobre una eminencia a la margen del llano de Sepsa y contigüidad del camino de Annual, conteniendo un depósito de acumulación de Intendencia y repuesto de municiones para abastecimiento del sector.

    Su construcción se describe al folio 1322, declaración del capitán de Estado Mayor Dolz del Castellar.



    Capitán de Infantería don Antonio Lobo Ristori, jefe de la compañía de Ametralladoras del I Batallón del regimiento de Infantería "San Fernando" núm. 11. Encontró la muerte en Monte Arruit (Extraída de "Las imágenes del desastre", de Antonio Carrasco García).

    Constituían su guarnición dos secciones de la primera compañía del segundo batallón del regimiento de San Fernando, una compañía de Ingenieros y el quinto escuadrón de voluntarios de Alcántara, encargado de escoltar los convoyes hasta Annual; un destacamento de Artillería para el servicio de las piezas de dotación. Estacionaban además en la posición dos compañías de Montaña de la Intendencia y el personal de este Cuerpo afecto al Depósito.

    Refiere el testigo teniente de Intendencia Guerras –folio 1526- que después del paso de los fugitivos de Annual e ineficacia de las instancias que se dirigieron para allegar fuerzas de las que pasaban para contribuir a la defensa, en la idea de hacer salir de la posición todo el ganado innecesario, dispuso el jefe de ésta que las dos compañías de Intendencia que allí acampaban de ordinario, a su regreso asimismo de Annual en retirada, continuaran a Dríus; de forma que quedó reducida la guarnición a las dos secciones referidas de San Fernando, con unos 60 hombres; la compañía de Ingenieros que había regresado diezmada de “B”, adonde se había replegado –folio 1121 vuelto- después del defraudado intento de establecer la posición del paso de Beni-Asa, y el escuadrón de Alcántara, también mermado por las bajas sufridas, con la gente de Artillería y Depósito de Intendencia.

    Con la evacuación de Annual y todo su frente hasta “A”, única que se mantenía, la posición de Ben-Tieb quedaba al descubierto, expuesta y amenazada a la directa agresión del enemigo. “A su pesar –dice el testigo teniente Guerras-, trataron de defenderse y concertaron los mejores medios para ello; pero las consideraciones inherentes a su insuficiencia y a lo precario de la defensa, en todo caso, decidieron al jefe de la posición a consultar por teléfono con Dríus, dando después orden de abandonar ésta y destruir lo más que se pudiera de los depósitos.

    El capitán de Caballería Chicote dice en su declaración –folio 1874 vuelto- que el jefe de la posición “comunicó al general Navarro por teléfono, manifestándole que la situación era insostenible por más tiempo, ordenando dicho general que se evacuase la posición con todo orden, después de haber incendiado el depósito de municiones…”, el cual aserto carece en absoluto de fundamento, por las razones siguientes: en primer término, el Comandante General fijó como límite del repliegue, según ha podido conocerse por sus órdenes postreras, Ben-Tieb, Beni-Said; en segundo lugar, según el teniente Guerras –folio 1528 vuelto-, la salida la efectuaron de tres a cuatro, llegando a Dríus al caer la tarde, y siendo así que el general Navarro llegó a Drius a las diez y siete treinta, conforme a su telegrama –folio 60- dando cuenta de su llegada, de encontrar los restos de las tropas de Annual y posiciones intermedias, y de que le comunican haber evacuado e incendiado Ben-Tieb, como muestra de extrañeza; luego no es admisible que de él partiera la orden.

    Aclarando el extremo, el teniente médico Peña dice, al folio 679 vuelto de su declaración, que el capitán Lobo, jefe de la posición, no logrando que de Dríus le diesen órdenes concretas, aunque estaba con este punto en comunicación telefónica, decidió evacuar Ben-Tieb. No sabe el testigo de un modo cierto si la evacuación fue decidida por el mismo capitán u ordenada por el Mando, pues le dijeron que el capitán pidió repetidamente órdenes concretas a Dríus, y en vista de que no se las daban dijo que, en caso de no recibir órdenes en cinco minutos, como su situación era tan comprometida, tomaría el silencio por orden de evacuar; de lo que resulta que el partido de la evacuación se lo tomó el jefe de la posición por su propia cuenta, independientemente de las razones que en su ánimo pudieran asistirla para ello.

    De su parte afirma el capitán de Estado Mayor Dolz –folio 1324- que el 22 [de julio] por la tarde, durante la retirada, el capitán Lobo pidió instrucciones por teléfono respecto de lo que debía hacer, limitándose a ponerle en comunicación con el jefe de la circunscripción, que era un teniente coronel de San Fernando, Álvarez del Corral.

    La evacuación, según el expresado testigo Peña –folio 6680-, se hizo ordenadamente; la Caballería desplegó a la izquierda para atraer la atención del enemigo, mientras la Infantería desplegaba al salir de la posición; que marcharon después los heridos, en número de 60 a 70, en carros y caballerías por no haber otros elementos, y en esta forma, sin ser hostilizados por el enemigo, llegaron a Drius, alcanzando en el camino a la cola de la columna de Annual, que ya marchaba más recobrada de ánimos, al decir del testigo, llegando a las seis de la tarde a Dríus.