LOS HÉROES DEL DESASTRE DE ANNUAL
D. TENIENTE CORONEL D. FERNANDO PRIMO DE RIBERA Y ORBANEJA (1879 - 1938)
Teniente coronel de Caballería, muerto en Monte Arruit.
Cruz de San Fernando de 2° Clase, Laureada. Concedida por Real Orden de 12 de noviembre de 1923 (Diario Oficial núm. 252) por el valor demostrado al frente la carga que protegió la retirada de la columna de Chaif sobre Dar Dríus a Batel el 23 de julio de 1921.
D. Fernando Primo de Ribera y Orbaneja nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1879. Perteneció a la Promoción de 1898 de la Academia de Caballería, se formó en la Academia de Caballería francesa de Saumur y era campeón de esgrima, recibió su bautismo de fuego en 1912 en la acción del Zoco de Tarrain con el 2° Escuadrón de Cazadores de Taxdirt y por cuya actuación se le propuso para la cruz del Mérito Militar. Ese mismo año tomó a la carga el poblado de Ulad Garen, acción que el valió el ascenso a Comandante y ser recompensado con la cruz de María Cristina. En 1920 se incorporó en Melilla al Regimiento de Cazadores "Alcántara" núm. 10 con el empleo de teniente coronel, destino que ocupada en calidad de segundo jefe del regimiento cuando acaeció el desastre de Annual.
El día 22 de julio de 1921 el teniente coronel Primo de Ribera tenía desplegados los cinco escuadrones del regimiento, cuatro de sables y uno de ametralladoras, (461 hombres, 22 oficiales y 439 de tropa) detrás de Izumar. Su jefe, el coronel Manella, se hallaba el Annual al mando de la circunscripción desde hacía tres días. Sobre las once de la mañana comenzaron a escuchar el incesante fuego de fusilería procedente de Annual y del resto de las posiciones rodeadas. Ante la aparición de los primeros rifeños que trataban de rodearlos, el teniente coronel ordenó hacer fuego a las ametralladoras y una carga con todos los jinetes.
El día 23 de julio de 1921 el teniente coronel Primo de Ribera tomó parte en el combate librado para proteger la evacuación y retirada a Dar Dríus de la fuerza que guarnecía la posición de Chaif, que se veían imposibilitadas de proseguir su avance a pesar del durísimo combate que entablaron con el numeroso enemigo que trataba de rodearlas y que les ocasionó muchas bajas, entre ellas el jefe y varios oficiales. El teniente coronel Primo de Ribera, en cumplimiento de la órdenes recibidas y al frente de su 2° escuadrón, dos secciones del 4° y una del 1° del Regimiento de Alcántara, con un total 192 jinetes, salió al encuentro de aquellas fuerzas, y sin medir lo numeroso del enemigo, que al mismo tiempo trataba de envolver la columna en retirada, atacó también con gran brío la fuerza de auxilio, se lanzó sobre él, y combatió con la fuerza a sus órdenes al arma blanca y cuerpo a cuerpo diferentes veces, logrando atravesar la línea enemiga, dar la vuelta y atacar por la espalda a los rifeños. Con ello consiguió la continuación del avance, salvar la columna y su impedimenta y la entrada en orden de todas las fuerzas en Dar Dríus. Por esta acción al teniente coronel Primo de Rivera se le concedería la Laureada.
Ese mismo día el teniente coronel Primo de Rivera tendría ocasión de mostrar de nuevo su temple y su valor. El general Navarro había ordenada la evacuación de la columna de Dar Dríus a Batel. A las 13:30 horas partió la vanguardia, y se inició una marcha constantemente hostigada por los rifeños en la que los jinetes del Regimiento de Alcántara, al mando del teniente coronel Primo de Rivera, se cubrieron de gloria al proteger el avance con sus fuegos de protección y constantes cargas sobre el enemigo. Pero el camino a Batel cruzaba por el lecho del río Igan, donde los rifeños tenían apostado un fuerte contingente de hombres. El general Navarro ordenó a Primo de Rivera cargar por el flanco izquierdo de la columna. El teniente coronel se dirigió a sus jinetes de este modo:
"¡Soldados! Ha llegado la hora del sacrificio. Que cada cual cumpla con su deber. Si no lo hacéis, vuestras madres, vuestras novias, todas las mujeres españolas dirán que somos unos cobardes. Vamos a demostrar que no lo somos".
El regimiento se lanzó a la carga guiado por Primo de Rivera y combatió hasta que la columna cruzó el lecho del río Igan. Para conseguir tal éxito el Regimiento de Alcántara tuvo que cargar hasta en cuatro ocasiones, sufriendo numerosas bajas ocasionadas por los rifeños, apostados en la trinchera del rio Igan. En su última carga, los caballos no pueden más y parece ser que los jinetes la realizaron a pié, llevando las monturas sujetas de las bridas. Durante todo el combate, hombres y caballos cayeron en apretada formación, tal y como se les encontró cinco meses después, la mayoría de ellos al otro lado del río; pero lograron salvar a la columna en retirada. Primo de Rivera perdió su montura en la tercera carga.
El Regimiento de Alcántara dejó prácticamente de existir. Tan solo sobrevivieron el teniente coronel Primo de Rivera, los dos comandantes, algunos oficiales y unos setenta de tropa. Todos ellos se unieron a la columna que se retiraba hacia Batel.
El teniente coronel Primo de Ribera murió en Monte Arruit por las heridas ocasionadas por un casco de granada de la artillería enemiga que le llevó el brazo derecho estando observando el fuego de cañón desde el parapeto, y por la cual hubo de amputársele el brazo con los escasos medios sanitarios que había en la posición. Durante el asedio se comportó brillantemente, siempre en constante combate, dirigiendo y animando a todos con su heroico ejemplo.
El teniente coronel D. Fernando Primo de Ribera y Orbaneja figura desde entonces como número uno de los tenientes coroneles de la Caballería española.
|