HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Campañas




PRIMERA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1820 - 1823)
(Guerra de la Lealtad)

Guerra civil que se desarrolló tras la imposición de la Constitución de Cádiz al rey Fernando VII con motivo del levantamiento del teniente coronel Riego en 1820, y que finalizó con la entrada en España de los Cien Mil Hijos de San Luis al mando del Duque de Angulema.

Antecedentes
Incidentes del año 1820
Incidentes del año 1821
Junta Realista de Navarra
Primer alzamiento navarro
Incidentes del año 1822
División Real de Navarra




ANTECEDENTES

El alzamiento del teniente coronel Rafael Riego en Cabezas de San Juan a primeros de 1820 motivó la imposición de la Constitución de 1812 al rey Fernando VII. El hecho fué calificado por una parte de la población como un acto escandaloso, de la más alta traición contra la forma esencial de un Gobierno legítimamente establecido desde la antigüedad más remota, reconocido y jurado por todos los españoles, y fué el principio de una profunda desunión y anarquía que reinó en España durante el resto del año 1820, desembocando en guerra civil en Navarra y Cataluña los dos años siguientes.

El pronunciamiento de Riego surgió entre los oficiales de las tropas destinadas a luchar contra la sublevación americana, debido a la existencia de un gran malestar en el ejército a finales de 1819, por la exclusión de los liberales del gobierno, unido a ello estaría la filiación de Riego a la masonería, que contribuyó a su posterior éxito. La conspiración resultó comprometida debido a que el general O'Donnell detuvo a los más caracterizados jefes, sin lograr por ello desarticularla. Este cuerpo de ejército estaba acampado en diversas localidades de Andalucía, con centro en Cádiz, sublevándose el 1 de enero de 1820 el teniente coronel Rafael del Riego, que mandaba el batallón de Asturias, para proclamar en Cabezas de San Juan (Sevilla) la Constitución de Cádiz, procediendo al restablecimiento de las autoridades constitucionales.

Riego alcanzaría una gran fama, siendo considerado la cabeza de la revolución, aún cuando lo cierto era que por su grado militar el coronel Quiroga era superior, pero Quiroga inició el movimiento con un día de retraso y fracasó en el asalto a Cádiz, mientras que Riego fue el primero en actuar, teniendo éxito en el reducido ámbito de Cabezas de San Juan.

Se dio una situación inverosímil: los revolucionarios y las tropas gubernamentales eluden todo encuentro, en medio de la indiferencia de la población civil, que no toma partido por ninguno de los dos bandos. Riego, comprendiendo que la falta de acción conducirá al ahogo del movimiento revolucionario, inicia un recorrido por Andalucía, proclamando la Constitución por todas las poblaciones que encuentra. Al final, cuando ya consideraba todo perdido y el levantamiento estaba disgregándose, se dio un movimiento revolucionario en la Coruña y de allí al resto de Galicia, que se extendió a la totalidad del país. Ante estos acontecimientos, el monarca envió en el mes de marzo al conde de la Bisbal para intentar detener a Riego, pero aquel se sublevó el 4 de marzo. El 7 de marzo se conoció la noticia en Madrid, provocando manifestaciones civiles ante el Palacio Real. El monarca envió al general Ballesteros para reprimirlas, pero éste se negó y el 8 de marzo el monarca se vio obligado a jurar la Constitución. El 9 de marzo se nombró una Junta Provisional Gubernativa que se autoproclamó soberana en toda España, asumiendo el poder hasta la siguiente convocatoria de Cortes y formación de gobierno. La primera restauración absolutista de Fernando VII acabó el 10 de marzo, con la publicación del famoso manifiesto fernandino, del que a continuación extraemos su final: Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional.

La radicalización del conflicto, producida en 1814, entre absolutistas y liberales, determinó que el triunfo de un partido implicara la destrucción del otro o su salida del sistema político a la clandestinidad.

La apertura de las Cortes tuvo lugar el 9 de julio de 1820. Con las Cortes de 1820 se inicia el régimen monárquico parlamentario previsto en la Constitución. Los liberales intentarán poner en marcha una serie de reformas políticas, encontrándose con varios obstáculos: con el propio rey; con su propia división interna en moderados y exaltados; y con los absolutistas, que desde marzo de 1820 llevarán a cabo una serie de conjuraciones reaccionarias. La primera legislatura de Cortes iba a durar desde el 9 de julio hasta el 9 de noviembre de 1820. El triunfo de los doceañistas hizo que las primeras Cortes del Trienio siguieran con las reformas inacabadas en la anterior etapa liberal: liquidar el dominio que ejercían socialmente los estamentos privilegiados; y, finalmente, completar la nueva organización administrativa con la promulgación del código penal y de una nueva división territorial del país.

La primera crisis política se produce en diciembre de 1820. Al pretender forzar la dimisión del marqués de las Amarillas, el rey se enfrentó al ejecutivo y a las Cortes, provocando una crisis de gobierno, cuyo punto álgido fue el enfrentamiento entre el rey y las cortes en marzo de 1821. Se suceden los gabinetes "moderados" de Bardají, del marqués de Santa Cruz, y de Martínez de la Rosa, que intentarán llevar a cabo una acción de gobierno en varios frentes: restablecer la legalidad constitucional; controlar la radicalización de los "exaltados", de las Sociedades Patrióticas y del movimiento popular; y controlar a las partidas realistas reaccionarias.

La necesidad de encauzar una revolución ordenada produjo un ensayo político llevado a cabo desde diciembre de 1821 a julio de 1822. En este intento se pretendía gobernar conforme a la relación de fuerzas del país, con un moderantismo que conjugue lo liberal con el sustrato socioeconómico de la nación. Este intento caerá victima de las tensiones externas, condenando al fracaso al liberalismo por romper las posibilidades de armonizar una expansión política práctica; y abriendo las puertas a la intervención internacional propiciada por el Congreso de Verona.

Una fecha clave en el Trienio Liberal es la contrarrevolución del 7 de julio de 1822, en la que la guardia real se rebela desde el Pardo realizando un asalto contra la corte, siendo rechazada por la milicia nacional. Esta fecha separa los gobiernos moderados de los exaltados, ya que provocó la caída de los primeros, dando paso el 6 de agosto de 1822 al gabinete de Evaristo San Miguel. Los exaltados se encargaron de atacar a las partidas realistas, no vacilando en utilizar todos los medios para liquidar la resistencia armada; para los absolutistas, el fracaso del 7 de julio les obligó a recurrir a la invasión extranjera. El 15 de agosto de 1822, el absolutismo forma la llamada Regencia de Urgel, con el marqués de Mataflorida y el barón de Eroles.

La política tributaria, agravada con los problemas agrarios del Trienio, empujaron a amplios sectores campesinos hacia la actividad contrarrevolucionaria. Sin embargo, los gobiernos exaltados fueron desarticulando el entramado realista, logrando que la Regencia de Seo de Urgel tuviera que refugiarse en Francia, debido a la campaña de Mina, que arrasó Castellfullit, logrando en 1823 tomar Urgel. Quedaba de manifiesto que era necesaria la intervención extranjera para poder restablecer a Fernando VII en sus aspiraciones de monarca absolutista.

El pronunciamiento de Riego y la restauración liberal habían influido en Portugal, Nápoles y Piamonte, sorprendiendo a las potencias absolutistas. Por ello, viéndose "agredido", el zar de Rusia solicitó a las restantes potencias que estudiaran los medios de combatir la revolución española. Por ello, en octubre de 1820, en Troppau, las potencias absolutistas habían afirmado su derecho a intervenir en aquellos Estados en los que se hubiera alterado el considerado régimen legítimo. En octubre de 1822 se reúne el Congreso de Verona, en el que los soberanos de la Santa Alianza deciden la intervención francesa en España; un ejército francés de ciento treinta y dos mil hombres (los cien mil hijos de San Luis), mandados por el duque de Angulema, atravesó la frontera, el 7 de abril de 1823, siendo precedido por partidas absolutistas (el ejército de la Fe). Estas tropas contaron con el apoyo del clero y de los realistas, su marcha supuso un paseo militar desde los Pirineos hasta Andalucía, ya que fue un fracaso el intento del gobierno liberal de provocar un nuevo levantamiento nacional contra los franceses.

Las Cortes, llevando consigo al rey, se retiraron primero a Sevilla y, posteriormente a Cádiz, con la esperanza de resistir frente al invasor. La huida comenzó el 20 de marzo; el 23 de abril reanudaban las Cortes sus sesiones en Sevilla, pero el país se perdía, traicionado por los militares y los políticos. El 11 de junio las Cortes quieren seguir huyendo a Cádiz. Ante la resistencia del monarca a acompañarles, le declaran en situación de delirio momentáneo y proceden al nombramiento de una Regencia, reanudando sus sesiones en Cádiz el 15 de junio, con muchos diputados ausentes. En la noche del 30 al 31 de agosto las tropas francesas asaltaron y tomaron el fuerte del Trocadero. Las Cortes tuvieron que negociar con su prisionero, devolviendo la soberanía a Fernando VII, quien dio un decreto generoso de perdón y olvido, "un olvido general, completo y absoluto de todo lo pasado, sin excepción alguna"; sin embargo, al día siguiente, 1 de octubre de 1823, ya en libertad, dio otro decreto de signo contrario, con el que se inicia una vuelta a la represión política y a la restauración del absolutismo, significando de facto un retorno a la situación existente en marzo de 1820.

Riego, representante máximo del revolucionarismo, será ahorcado el 7 de noviembre de 1823 en la Plaza de la Cebada de Madrid.



INCIDENTES DEL AÑO 1820

A continuación se ofrece una breve cronología del ambiente que reinaba en España en el año 1820 tras la proclamación de la Constitución de 1812:

  • 11 de marzo: la guarnición militar de Pamplona se sublevó y obligó a las autoridades a proclamar y jurar la Constitución. Respetaron la autoridad del virrey, conde de Ezpeleta, hasta la llegada del nuevo virrey, el prestigioso Mina, una de cuyas primeras medidas fue la creación y organización de una Milicia Nacional.

  • 14 de abril: se promueve en Pamplona un movimiento realista dirigido contra Mina y su Milicia Nacional, basado en el rumor de que iba a obligar al pueblo a tomar las armas.

  • 22 de abril: se descubre en Madrid una conspiración realista de militares y eclesiásticos. Entre ellos se contaron Fray Juan de Tejada, comendador del Convento de la Merced; Fray Gil Fernández, jerónimo de El Escorial; y don Joaquín Béjar, militar retirado.

  • Primeros de julio: se descubre en Madrid la conspiración realista de Bazo y Erroz, secretario y capellán del rey respectivamente. Erroz, canónigo de Burgos, huyó al ser descubierta la conspiración, pero fue apresado en una finca próxima a Pamplona por los agentes del Jefe Político, Pedro Clemente Ligués.

  • 24 de agosto: soldados del Batallón de Barcelona recorren las calles de Pamplona con música provocando a los realistas y profiriendo insultos contra el conde de Ezpeleta ante la puerta de su casa, lo que provocó la indignación general.

  • 6 de septiembre: gritos de "¡Viva el Rey!", dados por partidarios suyos al apearse Fernando VII en el Palacio Real, provocan sangrientos disturbios que se extienden por todo Madrid.

  • Primeros de noviembre: el comandante don Juan Bautista Guergué, jefe del Resguardo de Cantabria, se sublevó en Álava a favor del rey. A los pocos días se le unió la partida recién creada por el cura de Foronda. Pero sus fuerzas fueron batidas y disueltas. El comandante Guergué sería posteriormente Segundo Jefe del Ejército Realista de Navarra.

  • 16 de noviembre: se aborta una conjura del propio rey Fernando VII contra los que él mismo llamaba "sus carceleros": el general don José Carvajal se presentó ante el general don Gaspar Vigodet, Capitán General de Castilla la Nueva, portando una carta del propio rey en la que le ordenaba que resignase el mando en el general Carvajal. El general Vigodet se negó e informó al Ministro de la Guerra; cuando los hechos se conocieron se originaron nuevos tumultos en Madrid en los que el populacho llegó a apedrear el Palacio Real.





INCIDENTES DEL AÑO 1821

En el año 1821 la contestación contra el Gobierno Cosntitucional y a favor del rey Fernando VII comenzó a generalizarse:

  • 4 de enero: tumultos populares en Tudela contra las retretas militares y contra la predicación de la Constitución desde los púlpitos de las iglesias.

  • Mediados de enero: sublevación del teniente coronel don Manuel Hernández "El Abuelo" en Castilla la Nueva (Milicia Nacional de Seseña). Pronto fue apresado y recluído en la cárcel de la Corte en Madrid.

  • 21 de enero: disturbios entre militares constitucionalistas y estudiantes realistas, iniciados en el café de "La Suscripción".

  • 29 de enero: se descubre en Madrid la conspiración del capellán de honor del rey, don Matías Vinuesa, llamado "el cura de Tamajón".

  • 6 de febrero: la Guardia de Corps cargó contra el populacho que vitoreaba reticientemente a las puertas del Palacio Real al "Rey constitucional"; este hecho motivó la disolución del cuerpo, muchos de cuyos miembros decibieron engrosar las incipientes guerrillas.

  • 20 de febrero: tumultos populares en Tafalla contra las retretas militares y contra la predicación de la Constitución desde los púlpitos de las iglesias.

  • 6 de marzo: tumultos populares en Corella contra las retretas militares y contra la predicación de la Constitución desde los púlpitos de las iglesias.

  • 2 de abril: primeros partes de las acciones de tres guerrilas: cura Merino en los montes de Burgos; el "Julianillo", antiguo sargento de Mina, en Lapoblación (Navarra); y el cura Salazar, "el tuerto de Armiñán", en la Rioja.

  • Noches del 24 y 29 de abril: Mina "El Empecinado" y el general López Baños, nuevo Capitán General de Pamplona, derrotan conjuntamente a las partidas anteriores en las inmediaciones de Salvatierra de Álava. El mismos día 29 llegaba a Salvatierra don Francisco Benito Eraso, miembro de la Junta Realista de Navarra, con la intención de coordinar la acción de los guerrilleros con el levantamiento general que la Junta estaba preparando en Navarra. Pero la derrota de la guerrilleros frustró las intenciones de Eraso.

  • 26 de abril: revueltas sangrientas en Málaga, Granada y Sevilla.

  • 4 de mayo: el populacho de Madrid asaltó la carcel de la Corona de Madrid sin encontrar ningún tipo de resistencia, y mató a martillazos al cura de Tamajón, allí detenido. Ese mismo día trataron de asaltar la cárcel de la Corte para matar a "El Abuelo", pero una leve resistencia de la guardia lo impidió.

  • 10, 13 y 18 de mayo: revueltas sangrientas en Valencia y Galicia.

  • Primavera: seis guerrillas operan por toda España: Aizquibil en Álava; Gorostidi en Guipúzcoa; el cura Merino reapareció en Burgos; "El Abuelo", escapado de la cárcel, en Toledo; Morales en Ávila; y "Jaime el Barbudo" en Murcia.

  • 10 de junio: el conde de Guendulain, alcalde de Pamplona, protestó al Jefe Político de la ciudad por la actitud del Batallón de Granaderos Provinciales de la Milicia Nacional, recién llegado a la ciudad y del que se decía que "venía a sujetar a la ciudad". La protesta del alcalde fué acompañada por disturbios en los que el pueblo pamplonés apedreó a los soldados del Batallón de Granaderos y a los del Regimiento de Toledo allí estacionado, ambos exaltadamente constitucionalistas.

  • 11 de septiembre: el alcalde de Pamplona reitera sus protestas por las provocaciones constitucionalistas de los soldados, que constantemente cantaban El Himno de Riego y el Trágala.

  • 18 de septiembre: los elementos liberales de Madrid organizan una procesión cívica con el retrato del "heroe de las Cabezas", debido a que la separación de Riego de la Capitanía General de Aragón y su traslado a Lerida motivada por una conjuración republicana. La manifestación de Madrid acabó en disturbios violentos.

  • 19 de septiembre: hechos análogos a los de Madrid suceden en Zaragoza.

  • 24 de octubre, día de San Rafael, onomástica de Riego: disturbios en Madrid, Granada, Cádiz y Sevilla en apoyo a Riego.

  • 29 de noviembre: detención de un emisario de la Junta Realista de Navarra y descubrimiento de los planes de la inminente sublevación realista de Navarra.

  • 7 de diciembre: el pueblo de Sangüesa se revela por la noche, se reunió en la plaza del pueblo e hizo pedazos la lápida conmemorativa de la Constitución.

  • 8 de diciembre: se producen asonadas en todo Aragón, principalmente en Calatayud, Caspe, Alagón y Huesca.




JUNTA REALISTA DE NAVARRA

¿Cómo era posible que la heroica Navarra amase una Constitución democrática que hacía pedazos las tablas de sus justas y sabias leyes, que mudaba sus buenos usos y costumbres, que aniquilaba sus fueros? ¿Cómo había de consentir que un Gobierno revolucionario, compuesto de una porción de rebeldes, sin más derecho que la fuerza, la privase de la preciosa herencia de sus padres?.

En efecto, unos pocos navarros, bien seguros de los sentimientos de religión y lealtad que animaban a la mayoría de los habitantes de este reino y de toda la nación en favor de la causa del Rey y contra el sistema ruinoso plantado por los rebeldes, concibieron la alta idea y empresa extraordinaria de restaurar la España del impío y tiránico poder constitucional, armando para el efecto a todos los leales que se alistasen para defender esta causa.

Los primeros que idearon y conformaron este plan fueron, por orden:

Formada la Junta, su primera preocupación fue la de procurarse armas con las que luchar. Encomendaron la tarea a don Andrés Martín, cura párroco de Uztárroz, cuyas gestiones ante Francia fracasaron por haber cerrado éste país sus fronteras con la excusa de una epidemia. No obstante, Eraso se hizo con 500 fusiles que el Gobierno Constitucional había destinado para armar las Milicias Nacionales en previsión a enfrentarse a un levantamiento en la zona.

El 10 de junio de 1822 la Junta lanzó dos manifiestos. En el primero hace votos de fidelidad al Rey, al amor a España y a la motivación religiosa; en el segundo, dirigido a los soldados del Gobierno, pone de relieve la continuidad entre esta guerra y la de la Independencia.

No solo había conjuraciones en Navarra. En Cataluña entró un tal Romagosa desde Francia, cuya presencia sería decisiva para la guerra en el Principado. En una alocución dada a sus subordinados mostró el espíritu de defensa del Rey y la Religión que animaba la lucha que se disponía a emprender.




PRIMER ALZAMIENTO NAVARRO

El descubrimiento de sus planes el 29 de noviembre tras la captura de uno de sus emisarios y la rebelión popular de los habitantes de Sangüesa precipitaron los acontecimientos.

El 10 de diciembre de 1821 la Junta Realista de Navarra se reunió en Barasoain y acordó armar a 300 jóvenes. Al día siguiente, 11 de diciembre, desplegaron la Bandera Real y declararon la guerra al sistema revolucionario. El día 12 ya había 500 jóvenes alistados. Las fuerzas sublevadas carecían de vestuario y calzado apropiado para la época del año, ni cananas para proteger sus municiones. A pesar de ello, la Junta dividió sus escasas fuerzas en dos columnas:

  • Columna de don Santos Ladrón de Cegama, que se dirigió a operar en las montañas de Estella.

  • Columna de don Juan Villanueva, que se dirigió a operar en el valle del Roncal.

El gobierno constitucional de Pamplona inició la persecución de las columnas con las fuerzas de Pamplona y las limítrofes de San Sebastián, Vitoria y Zaragoza. La Junta Realista sufrió la desilución de saber el día 18 de diciembre que el coronel don Juan José Cruchaga, originario del Roncal y famoso por la Guerra de la Independencia, no se unió al alzamiento sino que avanzaba desde Burgos al frente de una columna en defensa del gobierno constitucional.

El 21 de diciembre Eraso se dirigió a las montañas de Burgos para contactar con los guerrilleros del cura Merino. Desde allí se dirigió a Madrid para solicitar ayuda económica de los elementos realistas de la Corte, de los que obtuvo tan solo 6.000 reales de vellón. Cuando regresó a Navarra el alzamiento ya había sido sofocado.

El 26 de diciembre la columna de Villanueva fué alcanzada en Larrainzar por el coronel Cruchaga, cuya clemencia y caballerosidad salvó numerosas vidas.

El 11 de enero la columna de Ladrón de Cegama fué alcanzada en Nagore por el coronel Tabuenca, el cual no concedió cuartel a los sublevados, hizo degollar a la mayoría de ellos e impidió la sepultura de algunos oficiales, cuyos cadáveres permanecieron a la vista de los habitantes durante mucho tiempo.

Los jefes de la Junta y militares más significativos pasaron a Francia para preparar un segundo alzamiento. Unos cuantos guerrilleros se quedaron para mantener el entusiasmo popular: Catachuán y Armengol en Navarra; Guezala en Vizcaya y el cura Gorostidi en Guipúzcoa. Armegol sorprendió y mató al coronel Cruchaga el 14 de mayo en Nardués (valle de Urraul).Su muerte fué sentida por la población Navarra por su enorme prestigio y por la clemencia mostrada en Larrainzar.

Tras el fracaso inicial, una de las tareas de la Junta fue la de procurarse armas y municiones. Para ello estableció en lo más intrincado del bosque de Irati un depósito de armas. Para ello utilizó un antiguo fortín fronterizo, reforzado y fortificado con empalizada y foso por el coronel Álvarez de Toledo al mando de 4 cañones y una partida de 50 voluntarios autodenominados Compañía de Guardias Reales. A su lado se erigió una fábrica de municiones, que estuvo dirigida por el párroco de Burguete, don Ignacio Azcona.




INCIDENTES DEL AÑO 1822

En el primer trimestre de 1822 aumentaron los incidentes entre las tropas constitucionales y la población de las localidades donde estaban de guarnición en el Reino de Navarra:

  • 27 de enero: un gran tumulto se organizó en la catedral de Tudela con motivo de la predicación de un párroco de Tafalla en el que hacía un panegírico del sistema constitucional.

  • 10 de marzo: el coronel Tabuenca protestó contra "el mal espíritu" de los pueblos de Puente, Muruzabal y Obanos, donde la población se enfrentó con la tropa en varias ocasiones al grito de "¡Muera la Constitución!".

  • 19 de marzo: se estableció una verdadera batalla campal entre soldados y paisanos, gritando aquellos "¡Viva Riego!" y gritando éstos "¡Viva el Rey, muera la Constitución!". Los soldados sufrieron cinco muertos y trece heridos; los paisanos tuvieron dos muertos y dieciseis heridos. A partir de ese día se ordenó cerrar todas las iglesias de Pamplona, se estableció el toque de queda a partir de las 19:00 horas y se volvió a conminar a los clérigos a predicar la obediencia al sistema constitucional.






DIVISIÓN REAL DE NAVARRA

Tras el fracaso del primer alzamiento, la Junta Realista nombró en Toulouse al mariscal de campo don Vicente Jenral Quesada como nuevo comandante en jefe; a Guergué como su segundo jefe; y a Ladrón de Cegama y Villanueva como sus jefes inmediatos.

Tras recibir armas procedentes de Francia, los oficiales de la futura División Real de Navarra cruzaron la frontera para ponerse al frente de la sublevación. Los efectivos de la División Real se concentraron por primera vez en Ochagavía, cabeza del valle de Salazar, donde hicieron una organización provisional. Pero ante la aproximación de una fuerza enemiga, la División Real se trasladó a Uztárroz, lindante con Francia y última del valle del Roncal, donde estarían más seguros.





FUENTES: