HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Campañas




GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1808 - 1814)

COMBATE DEL PUENTE DE ALCOLEA (7 de junio de 1808)

Primer intento español de disputar al general Dupont su entrada en Andalucía [01].

El teniente coronel Echávarri, nombrado general por la Junta de Córdoba, reunió en breve tiempo 15.000 voluntarios mal armados y disciplinados, pero entusiastas y resueltos a pelear contra el invasor francés. El 4 de junio llegaron a Córdoba procedentes de Lucena 5.000 paisanos a pie y 400 a caballo reclutados por el conde de Valdecañas, que se puso a las órdenes de Echávarri. Entre ellos se encontraban 200 soldados suizos del Regimiento Reding nº. 3, que se negaron a formar parte de la Brigada Schramm del general Dupont. Para unirse a estas heterogéneas tropas se enviaron las siguientes unidades:

  • Primer Batallón de Granaderos Provinciales del coronel don Joaquín de la Chica.
  • Segundo Batallón de Granaderos Provinciales del teniente coronel don Pedro Agustín Girón.
  • Medio Batallón de Campo Mayor, a las órdenes de su coronel don Cayetano de Iriarte.
  • Dos escuadrones del Regimiento del Príncipe.
  • Un escuadrón incompleto del Dragones de la Reina.
  • Dos compañías de artillería a pie con 4 piezas de a cuatro libras (8 cm) y otras 4 de a ocho (10 cm).
  • Tropas de Zapadores, al mando del capitán de Ingenieros don Gaspar Diruel [02].

El día 5 de junio por la tarde se tocó a rebato en Córdoba por lo que finalmente fue una falsa alarma. No obstante, las tropas tomaron posiciones en el Puente de Alcolea para impedir el acceso a la ciudad por la carretera de Madrid en su cruce del Guadalquivir y situado a 11 kilómetros de la ciudad. El dia 6 de junio por la manaña los españoles habían desplegado 22.100 hombres para la defensa del puente sobre el río Guadalquivir:

  • 2.100 soldados del ejército regular (1.400 de infantería española, 200 de infantería suiza y 500 de caballería y artillería).
  • 20.000 paisanos armados (400 de ellos a caballo).
  • 8 piezas de artillería.

Su dispositivo era el siguiente:

  • Una compañía del Batallón de Campo Mayor, a las órdenes del capitán Lasala, guarnecía un reducto a manera de cabeza de puente que se improvisó en la orilla izquierda del rio Guadalquivir.

  • El Primer Batallón de Granaderos Provinciales del coronel de la Chica se situó en la orilla derecha parapetado en las casas del pueblo de Alcolea.

  • El Segundo Batallón de Granaderos Provinciales del teniente coronel Girón se situó en la misma orilla y a la izquierda del Primer Batallón.

  • El resto del Batallón de Campo Mayor del coronel Iriarte se situó a la derecha del Primer Batallón con dos piezas de a cuatro libras.

  • Varios batallones de paisanos armados del teniente coronel Echávarri se situaron en la línea de alturas que dominan el puente por el norte con las otras dos piezas de a cuatro.

  • El resto de los paisanos armados del teniente coronel Echávarri se situaron con las cuatro piezas de a ocho a dos kilómetros a retaguardia del puente, al comienzo de la Cuesta de la Lancha, en un lugar desde el que se domina con el fuego del cañón un buen trecho de la carretera por donde tenía de aproximarse el enemigo.

  • Los paisanos armados a pie y a caballo de Lucena, reforzados con los 200 suizos del Regimiento Reding nº. 3 y los escuadrones de caballería de la Reina y el Príncipe, todos ellos al mando del conde de Valdecañas, se situaron a la izquierda del rio Guadalquivir en la Cuesta de la Morena, sobre el camino de Córdoba a Bujalance, con inyención de caer de flanco sobre las columnas francesas que avanzasen por la carretera general con dirección al puente.

  • Por su parte, los zapadores del capitán Diruel construyeron un atrincheramiento como cabeza de puente [03].

Mientras tanto, la Brigada de Cazadores Dupré se había establecido en Villa del Río (entonces Aldea del Río) el día 3 de junio para dar tiempo a la concentración de todas las tropas francesas en Andújar. El día 4 de junio Dupont envió la Brigada de Dragones Privé a Bujalance en dirección a Granada, pero no pudieron abrirse paso, con lo que se perdió la esperanza de incorporar los efectivos de la Brigada Schramamm; Ese mismo día se sublevó el Regimiento Preux nº. 6 en Andújar, que no quería combatir contra los españoles. El general Rouyer volvió a reiterarles la promesa de que no harían tal cosa. Para restar tiempo al enemigo a organizarse, Dupont decidió desencadenar una rápida ofensiva. Para ello el día 5 de junio concentró sus tropas de infantería y artillería en Villa del Río; el día 6 de junio avanzó con el grueso de las mismas hasta El Carpio, y a las once de la noche partió para presentarse en el Puente de Alcolea al amanecer.

Nada más llegar al puente de Alcolea, la vanguardia francesa fue recibida por los disparos de cañón y fusil de los españoles allí desplegados. El combate presentó cinco fases o momentos diferentes:

  • En primer lugar Dupont mandó desplegar su artillería, compuesta por 16 piezas de cuatro, de a ocho y de a doce, en las alturas próximas a la carretera desde las que podía batir fácilmente las posiciones españolas de la orilla derecha del río. Se entabló así un intenso cañoneo que duró una hora y media.

  • Mientras tanto, Dupont mandó un destamento de marinos de la Guardia a reconocer el puente al mando del capitán de fragata Baste. Este comprobó que no estaba minado ni obstruido con barricadas, sino simplemente defendido por un reducto improvisado en la orilla izquierda. Dupont decidió mandar a la División Barbou en su ataque, debiendo iniciar el mismo la Brigada Pannetier seguida a cierta distancia de la Brigada Chabert.

  • Antes de que se iniciara el ataque, las fuerzas españolas del conde de Valdecañas aparecieron en las alturas que dominan la carretera general amenazando el flanco izquierdo y la retaguardia francesa, por lo que Dupont envió contra ellos la División de Caballería del general Fresia con la Brigada de Cazadores Dupré y la Brigada de Dragones Privé, seguida por el resto de los marinos de la Guardia y la Brigada Rouyer. Los jinetes de Valdecañas se lanzaron impetuosamente a la carga; pero antes de llegar al choque los Dragones de la Reina efectuaron una variación para rodear un montículo que los separaba de los franceses. Los paisanos a caballo creyeron que los dragones se retiraban, por lo que volvieron grupas y comenzaron a huir. La caballería francesa del general Fresia cargó sobre ellos haciendo gran mortandaz en ellos. Los supervivientes intentaron cruzar el rió por el vado del Rincón, pero no acertaron con el paso, fueron arrastrados por la corriente y perecieron ahogados.

  • Entretanto, la Brigada Pannetier se lanzó al asalto del reducto defendido por el capitán Lasala. Atacaron en cabeza dos batallones de la Guardia Municipal de París, seguidos de cerca por la 3ª Legión de reserva. Los españoles los recibieron con un nutrido fuego que ocasionó al enemigo nutridas bajas. No obstante, los franceses lograron llegar al foso del reducto, escalaron el parapeto del mismo y obligaron a los españoles a retirarse del reducto y a cruzar el puente hacia la orilla derecha del río. Los franceses cruzaron el puente persiguiendo a los españoles, ya la lucha se generalizó por ambos bandos en el pueblo de Alcolea por espacio de dos horas, al cabo de las cuales quedó de manifiesto la superioridad de los franceses, que obligaron a los españoles a abandonar el pueblo. En su interior los franceses mataron a todos los paisanos que encontraron con armas en la mano.

  • Las fuerzas regulares españolas se retiraron con órden y tomaron posiciones de nuevo en la Cuesta de la Lancha mientras los franceses rellenaban el foso del reducto para abrir el paso a sus unidades de caballería y artillería. A mediodía se reanudó la ofensiva de los franceses con un movimiento envolvente sobre el ala izquierda de las tropas de Echávarri. En vista de esta amenaza, los jefes españoles decidieron retirarse a la ciudad de Córdoba y resistir en ella hasta que el general Castaños acudiera a socorrerla. La retirada se produjo en medio del caos debido a la voladura de un carro de municiones que provocó el pánico entre los paisanos que acompañaban a las fuerzas regulares. De este modo Echávarri no pudo organizar la defensa de la ciudad y se vió forzado a abandonar Córdoba dejando tan solo una compañía de granaderos para entretener a los franceses y proteger la retirada de los demás hacia Écija.

De este modo finalizó el Combate del Puente de Alcolea, primer enfrentamiento armado de importancia entre fuerzas españolas organizadas y francesas y que se saldó con 140 bajas francesas y unas 200 españolas entre militares y civiles.




NOTAS:
    [01] Priego López. Historia de la Guerra de la Independencia. Tomo 2. pág,s. 72-76.

    [02] Noticia extraida de la biografía del don Gaspar Diruel. Memorial de Ingenieros. 1857. Citado por el número del Memorial de Ingenieros de mayo de 1911 dedicado a la Guerra de la Independencia, pág. 264.

    [03] Ver nota 2.