Los españoles cierran el paso de Despeñaperros al general Dupont durante veinte días [01].

A finales de mayo de 1808 el pueblo de Santa Cruz de Mudela había visto pasar las tropas del general Dupont en su camino hacia Cádiz. El día 28 de mayo había alojado la brigada de cazadores del General Dupré a vanguardia de la columna francesa. Los días sucesivos pasaron por el pueblo el resto de las fuerzas de Dupont. Durante su marcha, las tropas francesas fueron recibidas sin hostilidad y abastecidas por los lugareños, por lo que el general francés decidió aligerar su impedimenta y dejar en Santa Cruz de Mudela toda su reserva de galleta de la que se había abastecido al salir de Toledo.

La columna de Dupont pasó Despeñaperros sin ninguna dificultad el día 31 de mayo y el día 2 de junio llegó a Andújar. Ese día la insurrección del pueblo español en Andalucía contra las tropas francesas era general el día 2 de junio, y se entendía hacia el norte. Siguiendo la tónica general, el levantamiento llegó a los pueblos de Sierra Morena, sin duda alguna atizada por emisarios de las Juntas de Jaén y Córdoba.

El día 5 de junio, los habitantes de Santa Cruz de Mudela y los campos de alrededor se armaron y se enfrentaron a al destacamento francés estacionado en el pueblo para custodiar sus reservas de galleta. Sus 120 hombres fueron aniquilados. Ese mismo día varios grupos de soldados franceses rezagados no pudieron atravesar Despeñaperros, tomado por grupos de paisanos. Retrocedieron hasta Valdepeñas, pero tampoco pudieron entrar por estar levantada su población.

Al día siguiente, 6 de junio, se presentó delante de Valdepeñas el general Liger-Belair al mando de un descamento de 500 cazadores con órdenes de incorparse a la columna de Dupont. Pidió paso expedito por el pueblo, y al no obtenerlo se dispuso a entrar en fuerza. Se produjo un enfrentamiento en mitad del pueblo donde los vecinos, amparados en una serie de obtáculos que habían establecido en plena calle, recibieron con fuego graneado a los franceses. Estos sufrieron severas pérdidas, y el general Liger-Belair decidió incendiar las casas vecinas para vencer la resistencia de los vecinos. El fuego se propagó con rapidez amenazando destruir la población, por lo que las autoridades parlamentaron con los franceses y les franquearon el paso a condición de que permanecieran acampados a las afueras del pueblo. Así mismo consistieron en facilitarles víveres.

En vista de la falta de cartuchos que tenían sus cazadores, el día siguiente el general Liger-Belair desistió en seguir adelante y retrocedió hasta Manzanares, donde encontró al general Roize al mando de 400 convalecientes desprovistos también de municiones. Ante las noticias que les llegaban sobre la concentración de paisanos armados en Despeñaperros, ambos generales decidieron solicitar municiones al general Vedel, su superior jerárquico cuya división se hallaba en oledo, y quedarse en Manzanares en espera de las mismas.

A partir de entonces el desfiladero de Despeñaperros quedó cerrado para la columna de Dupont, cuyos correos y viajeros sueltos fueron detenidos y en su mayor parte asesinados por los paisanos armados que allí operaban. Entre los viajeros interceptados se encontró el general René, que viajaba en compañía del capitán de Estado Mayor Caignet y del comisario de guerra Vosgien para incorporarse a las tropas de Dupont. Fueron atacados en Despeñaperros con armas de fuego, donde el general quedó herido en un brazo. Consiguió escapar arrojándose a un barranco, pero el 7 de junio fue descubierto y hecho prisionero. Le llevaron al hospital de La Carolina, pero el 15 de junio fue sacado del mismo y cosido a puñaladas en los brazos del teniente coronel D. Antonio Cardós, del Sagunto, que intentaba protegerle. El capitán Caignet y el comisario Vosguien fueron serrados vivos, según fuentes francesas.

El paso de Despeñaperros quedó cerrado a los franceses hasta el 26 de junio, fecha en que fue forzado por la división del general Vedel, que bajó desde Toledo reforzar la columna del general Dupont.