Última acción de la campaña, que resultó ser otra victoria española.

En este combate la vanguardia de los imperiales, formada por 6 compañías de granaderos, fue cargada y destrozada por 200 jinetes de Batavia, Lusitania y Brabante.

Un soldado del Brabante, hoy Alcántara, cogió "cierto instrumento redondo, como de dos palmos escasos de diámetro, al modo de unas sonajas que tocan como tales y las usaba el Regimiento de Starhemberg en concordancia con sus tambores, por alhaja quitada a los turcos en Hungría, por cuya circunstancia y memoria mandó el Rey que las conservase el Regimiento, abonándole la plaza de un trompeta para tocarlas."