HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Campañas




GUERRA DE LA CUÁDRUPLE ALIANZA (1717 - 1721)

SITIO DE MESSINA (28 de junio -30 de septiembre de 1718)

Victoriosa conquista de Messina por las tropas españolas del marqués de Lede tras tres meses de asedio, bombardeo y asaltos.

Antecedentes

Después del éxito inicial del ejército español con la toma de Palermo, las tropas del marqués de Lede se dirigieron hacia Messina, ante cuyos muros iniciaron los trabajos de sitio el 28 de junio de 1718 bajo la dirección del Ingeniero General don Jorge Próspero de Verboom.

Tras la deliberación efectuada en el consejo de guerra que se estableció para discutir los pormenores del sitio, se decidió proseguir el sitio con un tren de artillería al mando del veterano coronel Matamoros, formado por 100 cañones de a 24, 6 de a 16, 24 de a 8 y 4, 20 morteros de a 12, 10 morteros de a 10, 9 y 7, con todos sus pertrechos e utensilios. Todo el conjunto iba arrastrado por 1000 semovientes.

Los trabajos de asedio y bombardeo (12 de julio - 22 de septiembre)

Las obras de la primera paralela quedaron finalizadas el 12 de julio, tras lo cual las piezas de artilleria comenzaron a batir los muros de la plaza. Por su parte, los defensores hicieron sendas salidas el 20 y el 22 de julio, que fueron rechazadas por los españoles. Mientras tanto, los británicos disparaban sobre los españoles el fuego de la artillería naval de su escuadra, apostada en la costa de Messina en apoyo de los imperiales austríacos sin ningun tipo de obstáculo tras haber derrotado por sorpresa y sin mediación de declaración de guerra a la escuadra española en el Cabo Passaro el 11 de agosto.

Después de trece dias de contínuo fuego de cañón y mortero contra la guarnición austriaca, en la noche del 24 al 25 de agosto se abrió la trinchera en el llamado arrabal de Terranova. Tres horas más tarde los 800 trabajadores empleados en la construcción de la misma sufrieron contínuas descargas de fusil y cañón por parte de los sitiados.




Sitio de Plaza Fuerte. Grabado en el libro "Le parfait ingenieur francois", del Abate Deidier. Los franceses fueron durante todo el siglo XVIII la primera potencia europea en artillería y fortificación.

El asalto final a la ciudadela de Messina se acercaba. Para ello se proyectó la construcción de dos batería de piezas, dos ramales de comunicación y dos espaldones:

  • La primera batería, formada por 16 cañones de a 24 y al mando del coronel Matamoros, se asentó entre dos baluartes, sobre el terraplén de la cortina.

  • La segunda batería, compuesta por 13 cañones de a 13 y al mando del conde de Mariani, se emplazó desde el extremo hasta uno de los baluartes en dirección al mar, donde había un cuartel de Caballería.

El objetivo de ambas era batir posiciones avanzadas, especialmente las caras de las contraguardias y el revellín de Santa Teresa. Al fuego de estas dos baterías principales se unieron los procedentes de piezas de otra batería emplazada en el Hospital. Por último, se emplazó otra batería de cuatro cañones en la playa, bajo el muro de un baluarte, para bombardear las naves de la escuadra británica.

Los trabajos de asentamiento de las dos baterías principales eran hostigados contínuamente por los fuegos de la Artilleria enemiga, por lo que ambas baterías dispararon el 3 de septiembre contra las piezas enemigas de la ciudadela. El cañoneo mutuo continuó durante los siguientes días, siendo reforzada la Artillería española por los fuegos de una batería dirigida por un tal Juan Berneti.

La noche del 19 de septiembre se inició en la primera paralela la instalación de tres baterías más: la de la derecha, al mando de Mariati; la del centro, al mando de Guillermo Benque; la de la izquierda, al mando de Juan Berneti.

El asalto final (22 - 30 de septiembre)

Al anochecer del 22 de septiembre los sitiados efectuaron una salida. Los españoles aparentaron no apercibir sus movimientos hasta que estuvieron muy próximos, siendo recibidos en las faginas por las Guardias Españolas con fuego de fusilería y a la bayoneta, lo que ocasionó una precipitada retirada tras dejar en el campo un gran número de muertos y heridos. A amanecer del 23 las tres baterías de Mariati, Benque y Berneti comenzaron su fuego contra la brecha; no obstante, el fuego hubo de parar una hora ante la llamada de un tambor que solicitó ese plazo para retirar los muertos habidos en la noche anterior




Sitio de Messina, que se rindió el 30 de septiembre de 1718. En su toma murieron o fueron heridos 19 oficiales del Real Cuerpo de Ingenieros. Esta fue la primera acción importante realizada por el Real Cuerpo desde su creación en 1711. Atlas "Civitatis Urbis Terrarum", por Geor Braum. Colonia, 1572. SGE, Madrid.

De esta manera dió comienzo la fase final del asedio. La Artillería española estaba emplazada en seis baterías que comenzaron a disparar 60 gruesos cañones contra el revellín con el fin de destruirlo.

El asalto a Messina era sumamente arriesgado, pues debía hacerse a pecho descubierto y a través de puentes apoyados en cubas vacías. Los combates para la toma del foso y del revellín costaron muchas vidas humanas. Algunos cañones quedaron "desfogonados o enloquecidos" de tanto disparar; sólo desde la batería de Mathagrison se lanzaron 6.000 balas, forzando las características balísticas del material para flanquear diametralmente la ciudad y su puerto y hacer blanco en los caballeros y en el resto de obras de fortificación de la ciudadela. Los efectos de la artillería no solo se hicieron notar en la brecha y las defensas, sino también en la población, pues provocó "un total alboroto y consternación en toda aquella guarnición".

El 29 de septiembre se dió el asalto final y definitivo de la ciudadela, defendida por 600 granaderos imperiales. Las tropas españolas, al mando de Caraciolo y Villadarias, fueron objeto de varias valientes y arriesgadas salidas de los sitiados que causaron numerosas bajas en las filas españolas. Finalmente, después de una salida en la que el general austríaco Schöber quedó prisionero, la guarnición capituló con la condición de rendirse libremente, tras lo cual el gobernador de la fortaleza se rindió el 30 de septiembre.

Bajas españolas

La Artillería sufrió la muerte de 1 capitán, 6 subalternos, 12 sargentos y 113 de tropa. Alguna de estas bajas se produjeron los dias 26 y 27 de septiembre, fechas en las que volaron, por dos veces consecutivas, los repuestos de una batería y los almacenes de pólvora y pertrechos.

El Real Cuerpo de Ingenieros sufrió la baja de 19 oficiales muertos o heridos.







FUENTES:

  • Abriendo camino. Historia del Arma de Ingenieros. Tomo I. Madrid, 1997. Páginas 160-162.
  • Julio Albi y dos más. La caballería española, un eco de clarines. Tabapress, S.A. Madrid, 1992. Pág,s. 57-60.
  • Mª Dolores Herrero y tres más. La Artilería española, al pie de los cañones. Tabapress, S.A. Madrid, 1994. Pág. 87-93.