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ACADEMIAS DE INGENIEROS DE MADRID, ÁVILA, TALAVERA DE LA REINA Y ARÉVALO (1826 - 1833)
Durante el Trienio Liberal de 1820-23 los profesores y alumnos de la Academia de Ingenieros se significaron a favor de las ideas constitucionalistas, por lo que S.M. El Rey Fernando VII cerró la academia por una orden de la Regencia de 27 de septiembre de 1823, condenándola a un peregrinaje por las localidades de Madrid, Ávila, Talavera de la Reina y Arévalo, siguiendo las localidades de guarnición del Regimiento Real de Zapadores Minadores, que era la unidad de destino de las profesores de la Academia.
Tras la disolución de la Academia de Alcalá de Henares en 1823 hubo pensamiento de suprimir el Real Cuerpo de Ingenieros por su participación en los "sucesos Coonstitucionales". Afortunadamente el proyecto no prosperó. No obstante, se aprobó la constitución en Segovia de un Colegio Militar del que saliesen todos los oficiales del Ejército sin distinciòn de estudios según el Arma de destino. El Colegio Militar se inauguró en 1825.
Casa de los Condes de la Oliva, donde se asegura que estuvo en su momento ubicada la Academia de Ingenieros. (Estudio histórico, tomo II, pág. 39)
El nuevo Ingeniero General, don Ambrosio de la Cuadra, consiguió que en 1826 se reabriese en Madrid la Academia de Ingenieros, por Real Orden de 20 de agosto de 1826, con un reglamento que combinada los sistemas de 1803 y 1816. En él se dividió la enseñanza en cuatro años: los dos primeros se cursaban en la Academia de Ingenieros; el tercero y el cuarto los alumnos pasaban al Regimiento Real con el empleo de Subteniente para continuar sus estudios.
Edificio de las "Paneras del Rey" en Arévalo, donde estuvieron alojados el Regimiento Real y la Academia de Ingenieros. (Estudio histórico, tomo II, pág. 40)
Como consecuencia de la Real Orden, en 1826 volvieron a ingresar en la Academia de Ingenieros los alumnos que habían pertenecido a la academia de Alcalá de Henares, después de pasar un proceso de depuración. También fueron llamados los alumnos promovidos a teniente como resultado de los exámenes celebrados en Málaga en septiembre de 1823, ya que éstos se tuvieron por no realizados y los ascensos se consideraron por no concedidos.
Otra vista del edificio de las "Paneras del Rey" en Arévalo, donde estuvieron alojados el Regimiento Real y la Academia de Ingenieros. (Estudio histórico, tomo II, pág. 40)
Poco después de establecida la Academia en Madrid, ésta pasó a Ávila; después a Talavera de la Reina, donde estuvo poco más de un año. Finalmente se trasladó a Arévalo, siempre acompañada por el Regimiento Real.
Al comenzar la guerra civil en 1833, la mayor parte de las compañías del Regimiento se incorporaron al Ejército del Norte, y la Academia se trasladó a Guadalajara, donde iniciaría una fructífera estancia de 98 años.
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